A mi me ha pasado esto toda la vida. Y sobrepaso los 40. De joven la cabeza me iba a mil revoluciones y con los años ha ido bajando de intensidad. Pero a diario me encuentro con situaciones con las que me quedo bloqueada.
En mi caso (y por el ejemplo que has puesto creo que también es el de OONanaOO) es que me culpabilizo por no saber reaccionar "correctametne" ante situaciones que me pasan. En mi caso casi siempre es debido a que no me atrevo a enfrentarme a otra persona, mi timidez (mezclada con educación), no me permite hacerlo. Lo único que puedo hacer es evitar a ciertas personas que son capaces de hacerme daño así y rodearme de gente que se que no va a buscar el dañarme.
Mi problema es que en la mayoría de las veces lo paso muchísimo peor después de que me haya pasado algo, que cuando me está pasando. Pongo un ejemplo: si tengo que dar una charla delante de gente y me sale fatal, lo puedo pasar mal...pero tampoco tanto. Mi problema viene despues. Al día siguiente se me activa como un mecanismo de masacre mental y empiezo a sentir todas las vergüenzas del planeta tierra juntas en mi cabeza. Y siempre va acompañado con un machaque de "qué pensarán los demás?" de cualquier cosa que hago.
Un día vi un documental, sobre el experimento Dunedin (https://es.wikipedia.org/wiki/Estudio_Dunedin) y cuando hablaban de los tipos de personalidad que encontraron (los pongo a continuación), me sentí identificada con el Inhibido. En el documental dijeron una cosa que a mi me abrió los ojos: que el resto de perfiles no se paran a analizar nada. Así que cuando yo estoy dándole vueltas al qué pensarán, porqué me he comportado así, por qué no he mandado a la mierda a la dependienta esa del súper (como contaba OONanaOO)...ellos seguramente ni se acuerdan de que haya ocurrido. Así que haga lo que haga: mandar a la mierda, no hacer nada, etc... el 80% de las personas se lo pasan por el forro. Yo soy ese 7% que le da vueltas a cosas que los demás ni ven. Vamos, como ir con gafas de visión nocturna mirando hasta debajo de las alfombras, cuando todos están sobando a pierna suelta.
- Seguro de sí mismo. Es un tipo de personalidad que destaca por la competitividad, la asertividad, entusiasmo y emprendedores. El 28% de los niños del estudio conservaron este carácter hasta la edad adulta
- Reservado. Es un perfil introvertido pero no inseguro. La tendencia natural de estas personas es a pasar desapercibidas, no hablar mucho pero si observar. Este perfil de personalidad lo distinguieron en un 15% de los participantes del estudio.
- Bien adaptado. Es el más común, sobre un 40% de los participantes. En general destacan por ser personas organizadas, activas, sociables, flexibles y ingeniosas. No presentan problemas antisociales.
- Inhibido. Es el primero de los dos perfiles con problemas de adaptación, el estudio predice resultados negativos durante toda su vida. Son personas introvertidas e inseguras, y su timidez les impiden hacer acciones simples. Son temerosas, ansiosas, neuróticas y no les gustan las novedades ni los cambios. En general están cerrados a las experiencias, suelen ser nerviosos y propensos a desarrollar depresión. Un 7% entrarían dentro de este tipo de personalidad.
- Subcontrolado. En este perfil entraban un 10% de los niños del estudio Dunedin, los cuales mantuvieron el mismo tipo de personalidad hasta la edad adulta. Es una personalidad regida por la falta de autocontrol, y encajan personas nerviosas e irritables. De adultos son más propensos a sufrir enfermedades cardíacas, diabetes, problemas pulmonares y enfermedades de transmisión sexual. Su falta de autocontrol aumenta considerablemente las posibilidades de tener problemas con el tabaco, alcohol y drogas.
No lo podrías haber explicado mejor!
Yo también siento esa culpabilidad por no haber sabido reaccionar y estoy dándole vueltas a la situación durante los próximos días, porque no me atrevo a enfrentarme a la persona, ya que huyo de los conflictos de ese tipo.
También, como cuentas, a lo largo de mi vida me he ido alejando de los perfiles de personas que son propensas a alterarse con nada y que a la mínima se enzarzan en una discusión. No me suelo llevar bien con las personas con mucho carácter que contestan de forma seca o borde, pero es que creo que es recíproco: ni ellas me gustan a mí, ni yo les gusto a ellas.