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Conozco a una. Ella tiene 26 años, él 56. El hombre tiene yate, avión privado, etc... ella es la hija de un empresario, enchufada dando clases en una universidad (no gallega), va una semana al mes a Milán a comprar ropa y joyas, fines de semana en París, etc... llevan una vida que pocos pueden llevar. Una conocida le preguntó si estaba enamorada y dijo que ella no era romántica, que era una mujer de negocios. Para ella el matrimonio supuso tener la vida soñada y acostarse con ese señor y ser tratada como un adorno no le supone ningún problema. Lo ve como un intercambio. Es feliz así y se ha quedado embarazada para asegurarse de que va a estar atado a ella pase lo que pase. Para mí es inimaginable esa vida, pero a ella le funciona. No hay yates, casas, ropa o joyas en este mundo que me puedan convencer para casarme por dinero, pero cada uno elige su vida.