Por qué las mujeres son tan envidiosas en el trabajo

Abro melón. Es una constante en todos los trabajos que he tenido: siempre como minimo, una compañera mujer viniendo a criticar mi trabajo, a buscarme fallos donde no los hay y a chivarse de mierdas al jefe.
El ejemplo mas claro lo estoy teniendo en mi actual trabajo: tenemos un jefe hombre, un tio estricto, con sus cosas pero una persona razonable se podria decir.

Si hay algun error o malentendido a la hora de hacer el trabajo, te resuelve dudas sin hacerte parecer retrasada. Por el contrario, nos toca sufrir a una compañera que, sin ser jefa, dedica su jornada laboral a cuestionar decisiones del jefe (ej. tu le dices que has hecho tal cosa porque el jefe lo quiere asi, ademas con argumentos, pues coge ella y se pone a decir como se deberia de hacer segun ella, como si fuera la jefa), a revisarte el trabajo y a buscarte errores constantemente.

Eso si, de lo que has hecho bien no dice ni mu. Es una critica constante y que te drena la energia despues de estar con ella. De vez en cuando suelta alguna pulla en relacion con los estudios que tengo, como dando por hecho que por tener x estudios ya tengo que saber ciertas cosas por inspiracion divina.
Por lo menos no solo lo hace conmigo, no se habla con nadie de la oficina pero no se como poner freno a esto.
¿Creeis que lo hace por envidia o solo por tocar las narices?

Pues en mi trabajo lo hacen los hombres. Soy científica y en mi profesión los hombres están contínuamente menospreciando tu trabajo y haciéndote de menos. Parece que te están haciendo un favor contínuamente, como si no te merecieras estar ahí. Precisamente somos las mujeres las que nunca hacemos esto y vamos siempre por culpa de eso con la cabeza gacha. No se puede generalizar, pero hay profesiones donde los hombres son bastante hijos de put*, porque están muy acostumbrados a estar sólo ellos.
 
La verdad es que me puedo dar con un canto en los dientes en este aspecto, tanto mis jefes como jefas han estado a la altura, y mis compañeros/as igual, ahora estoy en un sector mayoritariamente femenino, de hecho me he llegado a encontrar que de 22 trabajadores yo era el único hombre y tan normal. Si es cierto que el chismorreo y esas cosas lo noto mas en las mujeres, pero como que a mi plim, yo voy hago lo que tengo que hacer y fuera, trato cordial agradable y fomentando el compañerismo para un buen ambiente y se acabo. Solo en un trabajo tuve una "Jefa" que era una borde, pero como no era mi jefa directa pues mejor para mi, pero a los demás no le hacia gracia.
 
Trabajo en el sector construcción así que siempre he trabajado con un 80-90% hombres. En varias empresas he sido la primera chica en departamentos técnicos y la adaptación de ellos ha sido rara. O se pasan de paternalistas y te tratan como una princesita en plan esto no lo hagas tú, te vas a manchar, no tienes fuerza o coger el coche y llevarme a km porque según ellos yo no podía entrar en los baños portátiles o directamente asumen que no vas a estar a su altura cuando aún ni te conocen y ni te miran cuando hablas, te invisibilizan.

Esto es lo peor que puedo decir de los hombres con los que he trabajado.

Las mujeres, siendo sólo el 10-20% restante me sorprende y me cuesta decir que he conocido a 3 auténticas arpías desequilibradas que disfrutaban haciendo daño:
- La primera, una responsable de administración con 6 administrativas y 1 recepcionista a su cargo que no pasaban de los 6 meses nunca, la rotación era salvaje, gritos y humillaciones a diario. El ambiente en esa empresa era muy bueno pero ibas a administración y daba miedo, estaban todas tensísimas. O siempre que entraba al baño había alguna llorando, lo pasaban muy mal. Decir que quien la habría tenido que parar, el dueño de la empresa, no lo hacía, se hablaba abiertamente de lo mal que estaba esa señora pero allí nadie hacia nada.
- La segunda, una jefa de obra, que como ha dicho Suchard antes, estaba permanentemente enfadada y era súper agresiva porque según ella era la única manera de hacer el trabajo porque como eran todo tíos si no nos tomaban el pelo. Llegó a denunciar a un compañero mío por abuso. Previamente me había contado a mí que este compañero le caía mal y que por qué no lo denunciábamos las dos. Me quedé muerta ante esa maldad y esa noche escribí un mail avisando a todos mis compañeros de departamento y diciéndoles que nunca se quedaran a solas con ella. Y menos mal, porque cuando un tiempo después le denunció eso sirvió para probar que era falso.
- La tercera, administrativa de la última empresa en la que he estado. Un primer año normal, de repente enfadadísima, tratándome muy mal, poniendo a la gente en mi contra, tanto a clientes como compañeros y jefes. Muchos meses después un compañero al pedirme perdón por cómo me había tratado me dijo que un día ella vio las nóminas de todos y que yo que llevaba un año cobraba mucho más que ella y dijo que hasta que no me despidieran no iba a parar. He tenido un último año infernal y ha conseguido mi despido. Que lo mismo, el dueño de la empresa, hombre, que sabía todo y es quien tenía que haberlo frenado no lo hizo.

Trabajo siempre en equipo y he trabajado con tíos a los que he admirado mucho, he tenido buenísimos compañeros, nobles, que tiraban por el proyecto común no para lucirse ellos, creo realmente que en lo laboral excepto estos 3 casos he tenido buena suerte con la gente, me parece relevante que justo las 3 sean mujeres.
 
He trabajado en 3 países distintos, en empresa pública y privada y como autónoma en un sector altamente feminizado (educación), así que se puede decir que he vivido un poco de todo, y tengo dos conclusiones:

- A pesar de que son muy pocos (en mi carrera, uno de cada 20), los hombres casi siempre acaban siendo “jefe de estudios, “director de departamento”, “investigador principal”, etc., aunque eso no sea un reflejo de una mayor aptitud ni de un nivel mayor de competencia que las mujeres que les rodean (más bien al contrario, detrás siempre suele haber alguna secretaria o becaria que está sacando los higadillos). He llegado a presenciar reuniones donde dos “director de” se ponían como dos energúmenos a grito pelao defendiendo continuar siendo el gallo del gallinero, que solamente les faltaba sacársela para ver quién la tenía más larga, mientras las mujeres les contemplábamos estupefactas como quien ve un documental del National Geographic.

- El hijoputismo es independiente del género, depende más del carácter individual de cada uno, de las inseguridades personales y sobre todo de los derechos adquiridos que se cree que tiene una persona. El peor jefe que he tenido en mi vida, con diferencia, era un tío que estaba amargadísimo porque no tenía vida, así que se dedicaba a controlar estupideces e intentar fastidiar a todo el que se le pusiera por delante sin motivo aparente. Hasta que se echó una novia, empezó a follxx con regularidad y se le quitaron las ganas de joder a sus subordinadas (pero literal, eh?). Cuando la chica se hartó de él, obviamente, lo pagaron mis ex-compañeras (yo ya me había largado).
 

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