Lo de llamarse de una manera y pedir que te llamen de otra... me recuerda a una compañera de clase que se llamaba Ruth y quería que le llamasen Marilourdes
Y en cuanto a mí, reconozco que tuve una racha de odiar mi nombre. Quería cambiármelo a Teodora . Menos mal que al final no lo hice
Quien puede querer que la llamen como a una catequista? Marilourdes!! Qué fantasía!!