He leído esta reflexión de un activista progresista americano sobre los nombres y casi escupo el café.
Persona descubre que los nombres de figuras bíblicas son traducidos a los idiomas de países donde, oh sorpresa, el cristianismo fue preponderante (como los europeos)
Ya no vale que puedas llamarte John, Juan, Jean, Jan, Johannes, Ivan, Giovanni, Sean o Jovan, o Paul, Pablo, Paulo, Paolo, Pavel, Pawel, Páll, Pavle o Paulius. Que es 'whitewashing' y anacrónico. Que los nombres deriven de lo que cada idioma varió a partir de 'Ioannis' y 'Pavlos' (y primero evolucionaron del hebreo al griego koiné antiguo, idioma en el que se escribió el Nuevo Testamento) tiene por lo visto algo que ver con las razas...
Otra nueva ridiculez.
Como si por no ser blanco no pudieras ser cristiano.
PEOR AUN.
Les nueves modernes antiracistes y antisexistes de todas las nacionalidades, como no tienen ni put* idea de nada, desconocen los orígenes comunes de los nombres árabes y hebreos, y los orígenes grecorromanos de la mayoría de nombres del nuevo testamento.
Es más. Si le dices al yanqui ese que judíos y árabes son vecinos y de la misma raza, se pone como una fiera, fijo.