Lo gracioso de muchas de nuestras suegras es, que nos han contado la historia, de que su suegra era una bruja, yo me río y pienso, pero ¿se dará cuenta de que ella es otro zorrón igual que su suegra? O peor.
Yo miro a mi madre, le echo unas miradas y no dice ni mu, mi suegra, buenoooo, que menudo genio tienes.
Vamos, que es pa darle dos o tres hostias y quedarme tan ancha.
Claro que se dan cuenta que son unas mulas bien hechas, pero les importa un rábano porque entra la doble moral: si me lo hacen es una perrada, si lo hago está bien porque estoy cuidando que esa bruja que se ha casado con mi hijito no elimine mi influencia sobre él y por tratar que el nene le siga dedicando más tiempo a mamá, que antes de tener mujer tuvo madre!!! . . . Si mi suegri no se corta para decirmelo: ella no se deja, ay pobre cuanta agresividad!!!