Hablar de más ("en qué momento abrí la boca" y otros dramas)
- AutorAshley_A
- Fecha de inicio
El entendimiento va muy ligado a la aceptación y al respeto, o al menos es un patrón que he visto darse a lo largo de mi vida, nunca he encontrado a alguien que me acepte y respete si no me entiende, más allá del núcleo familiar. El problema es que resulta imposible entender a una persona por completo, por lo que siempre va a llegar un momento en el que se genere tensión hasta tal punto que o cedes o rompes. Lo que he aprendido esta última vez es que existe una tercera y es simplemente dejar de prestar tiempo y atención a aquellos que te ponen en esa tesitura, porque no somos ecuaciones matemáticas y sí, todos tenemos defectos (o cosas no tan buenas, como decía mi terapeuta) y aspectos que van a sacar de quicio a los demás, y eso no significa que debamos cohibirnos, cambiar o merecer menos.
Si os habéis visto en situaciones así, es un indicativo de que quizás merecemos gente en nuestra vida que no necesite de entender al otro para disfrutar de su compañía y simplemente vivir la vida, que bastante jodida viene ya de serie. Lo que viene siendo a ser el típico "¿si me quieres entonces por qué quieres que cambie y por qué me castigas por ser como soy?"
En mi caso sí que creo que estaría mejor limitarme, para ser solo la torpe y bocazas de turno y no la torpe y bocazas neurótica que sobre-explica porque
traumaPrima, no es un motivo para huir de tiYo digo que es lo que hay pero lo estoy trabajando, no quiero que la gente huya de mi
está bien darle una vuelta al tema por ti misma, por tu comodidad y tranquilidad, pero vamos que no te hagan creer que es motivo para eso. Joder, faltaría más!Qué pereza de ESA gente. Esa gente frecuentemente discipliente.
Todos necesitamos desahogarnos, al final somos seres sociales. Yo cuento mucho pero soy la típica persona (como veo que sois las primas que estáis por aquí), a quién la gente le cuenta de TODO. Pero de todo, eh? Flipante. Cargo con miles de secretos, algunos muy fuertes. De mi vida suelo compartir lo positivo y es como que el entorno lee que para mí siempre está todo bien y puedo cargar emocionalmente con sus dramas. Los míos me los como solita. Odio la mirada de compasión o condescendencia que comentaba una prima que le arruinó una excursión del instituto. Quizás es algo que tendría que trabajar.
Pero es que no todo el mundo tiene la empatía de escucharte, recoger la información y ya.
Hace muchos años yo estaba en un momento vital muy complejo. Mis padres habían fallecido, me divorcié, mi niño era pequeño y cambié de trabajo y de ciudad. Un completo. Yo aguanté el tirón como pude porque tenía que seguir adelante y que a mí peque le afectara la situación lo menos posible. Al cambiar de ciudad, pude "empezar de cero". Recuerdo que no sentía por fin esas miradas de pena en cualquier esquina. Pues bien, cuando llevaba aquí unos meses, un día que estaba agotada (hacía turnos extremos para poder luego estar mucho tiempo con mi hijo), vino al trabajo una profesional que solo prestaba sus servicios 2 días al mes. Trabajaba en varios centros por toda España y su vida era bastante nómada. Me pilló en horas bajas, llorando en el baño en mi hora de descanso y le solté todo. Supongo que me sentí segura y me liberé.
Pues bien, como 10 años después (no la había vuelto a ver), nos dice un amigo a mí pareja y a mí que ha empezado a salir con alguien y que nos la quiere presentar. Al llegar no la reconocí, pero era ella. Actué normal, como soy yo. Distendida, amable, haciéndolo fácil. Y de repente me dice, delante de mi pareja, la suya y otros amigos: ay, pobre, qué alegría ver que vas mejor. Qué deprimida estabas cuando trabajamos juntas, estabas destrozada. Fue terrible todo lo que te pasó, la muerte de tus padres... Mirad, me dio tanta rabia que no os lo puedo describir. Me sentí expuesta y vulnerable. No hemos vuelto a quedar con ellos, con eso os lo digo todo. Así que nunca más. Sí tengo un mal día o pido cita a mí psicóloga o escribo, pero jamás volveré a confiar en una desconocida en el baño.
Perdón por el tocho, pris.
Pero es que no todo el mundo tiene la empatía de escucharte, recoger la información y ya.
Hace muchos años yo estaba en un momento vital muy complejo. Mis padres habían fallecido, me divorcié, mi niño era pequeño y cambié de trabajo y de ciudad. Un completo. Yo aguanté el tirón como pude porque tenía que seguir adelante y que a mí peque le afectara la situación lo menos posible. Al cambiar de ciudad, pude "empezar de cero". Recuerdo que no sentía por fin esas miradas de pena en cualquier esquina. Pues bien, cuando llevaba aquí unos meses, un día que estaba agotada (hacía turnos extremos para poder luego estar mucho tiempo con mi hijo), vino al trabajo una profesional que solo prestaba sus servicios 2 días al mes. Trabajaba en varios centros por toda España y su vida era bastante nómada. Me pilló en horas bajas, llorando en el baño en mi hora de descanso y le solté todo. Supongo que me sentí segura y me liberé.
Pues bien, como 10 años después (no la había vuelto a ver), nos dice un amigo a mí pareja y a mí que ha empezado a salir con alguien y que nos la quiere presentar. Al llegar no la reconocí, pero era ella. Actué normal, como soy yo. Distendida, amable, haciéndolo fácil. Y de repente me dice, delante de mi pareja, la suya y otros amigos: ay, pobre, qué alegría ver que vas mejor. Qué deprimida estabas cuando trabajamos juntas, estabas destrozada. Fue terrible todo lo que te pasó, la muerte de tus padres... Mirad, me dio tanta rabia que no os lo puedo describir. Me sentí expuesta y vulnerable. No hemos vuelto a quedar con ellos, con eso os lo digo todo. Así que nunca más. Sí tengo un mal día o pido cita a mí psicóloga o escribo, pero jamás volveré a confiar en una desconocida en el baño.
Perdón por el tocho, pris.
Muy pocas personas en mi vida han sabido escucharme de verdad y eso que no soy una persona que canse ni cuente mis cosas en biblia y verso. Soy muy reservada pero a veces el desahogo es necesario como persona. Pues siempre he escuchado a los demás y a mí nunca me escuchaban o muy pocas personas eran capaces de hacerlo. Es muy egoísta esa actitud.
cuando era más joven sí me pasaba eso que comentas, en parte por no saber tener conversaciones intrascendentes. luego ya fui adquiriendo tablas, por decirlo así.
y sí, hay que tener cuidado a la hora de elegir a quién cuentas tus cosas. no tanto porque lo puedan divulgar (que también), sino porque luego, a la hora de tratar contigo, pueden usar tus debilidades en tu contra... no sé si me explico.
Voy a guardar en mi mente eso de "saber tener conversaciones intrascendentes". Gracias, primacuando era más joven sí me pasaba eso que comentas, en parte por no saber tener conversaciones intrascendentes. luego ya fui adquiriendo tablas, por decirlo así.
y sí, hay que tener cuidado a la hora de elegir a quién cuentas tus cosas. no tanto porque lo puedan divulgar (que también), sino porque luego, a la hora de tratar contigo, pueden usar tus debilidades en tu contra... no sé si me explico.
A mí me pasaba cuando bebía que se me soltaba un poco la lengua y contaba cosas que de normal no quería contar.
Hay que tener mucho autocontrol y vista porque hoy en día el que hoy parece amigo mañana te traiciona y se convierte en traidor, utiliza cualquier excusa para utilizar información en tu contra.
uff...y que lo digas...y encima lo sazona con un extra de prejuicios que bien se guardaba cuando "te quería"
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Antes me pasaba mucho, ahora menos pero me ha llevado a situaciones cómicas.
Una vez estaba de fiesta con una amiga y de eso que le estaba explicando algo copa en mano sobre mi terapia, cuando dije "me ha dicho mi psicólogo" se hizo el silencio en el local y los dos chicos que estaban a nuestro lado (desconocidos) me hicieron revisión total antes de perderse entre la multitud.
Fue un tierra trágame.
Una vez estaba de fiesta con una amiga y de eso que le estaba explicando algo copa en mano sobre mi terapia, cuando dije "me ha dicho mi psicólogo" se hizo el silencio en el local y los dos chicos que estaban a nuestro lado (desconocidos) me hicieron revisión total antes de perderse entre la multitud.
Fue un tierra trágame.
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Y el boca chancla oficial es mi hijo que le encanta presumir de lo que hace en casa aunque sea una cosa pequeña sin importancia, nos mete en unos jaleos...
