ME GUSTA (DEMASIADO) VIVIR SOLA

Quien sabe estar sol@, nunca está sol@. (no es mia)
Veo ventajas en eso de vivir a tu aire...... y eso que tengo marido e hijos......
No es malo estar sol@, lo que es mal@ es sentirse sol@. No olvidemos que la edad es un componente importante.
Os felicito a quienes lo hacéis y lo sentís. Saludos.
 
Me encanta la frase @astilla ,para saber convivir pienso q hay q saber estar solo y disfrutarlo,para así no convivir por necesidad.
Tienen sus ventajas vivir solo y también las tiene hacerlo acompañado.Yo adoro mis momentos de soledad, también tengo marido e hijos,pero no me gustaría que fuese así siempre.
 
He regresado de mis vacaciones en las que he estado sola unos días y menudo lujo. Se vino una amiga unos días pero se fue antes que yo y tenía unas ganas locas de que se pirara y me dejara sola de una buena vez. Será la costumbre, pero cada vez tolero menos a la gente, sobre todo a la gente pesada.
 
He regresado de mis vacaciones en las que he estado sola unos días y menudo lujo. Se vino una amiga unos días pero se fue antes que yo y tenía unas ganas locas de que se pirara y me dejara sola de una buena vez. Será la costumbre, pero cada vez tolero menos a la gente, sobre todo a la gente pesada.

Ahora que me estoy acostumbrando a viajar sola, dudo que pueda volver a hacerlo acompañada.
 
Ahora que me estoy acostumbrando a viajar sola, dudo que pueda volver a hacerlo acompañada.


Yo estoy en la época de viajar bastante sola y o escojo muy muy bien la compañía si quiero que se venga alguien o voy sola. Si voy sola me piro a hoteles porque me siento más segura, en cierta ocasión me alquilé un apartamento en la playa para mi sola fuera de temporada en pleno invierno y estaba fantástico, pero me di cuenta que era la única en todo el rellano, habían inquilinos en otras plantas pero no en la mía, por lo que tuve la sensación molesta de pensar que alguien podría entrar y yo que sé, mis paranoias. Esto porque la puerta no tenía cerrojos con cadenas vamos, que sólo se cerraba con un par de vueltas a la llave y no lo veía del todo seguro. Me gustaron las vacaciones pero no dormí bien, que era una de mis intenciones (curas de sueño a tope). El apartamento da más libertad, sobre todo para comer si te entra la gula de medianoche, cocinar lo que quieras, es más económico, y eso, la libertad, pero en hoteles estoy muchísimo más protegida si voy sola (y encima me hacen todo y no hago ni camas).

Por unas vacaciones con amiga se terminó para mi una amistad. Perdonad el tocho pero la historia se las trae y espero os sirva de lección si os da por sugerir a alguien que se vaya con vosotros. Esto pasó hace unos años:

En una ocasión me llevé a una amiga de vacaciones de dos semanas que pillé, la invité porque me llevaba bien con ella, como tres días (porque mi intención era estar sola el resto de las vacaciones), pero vi que dos semanas sola iban a ser muchos días así que como me llevaba bien con ella y era viajera pues la consideré agradable para que me acompañara tres días: craso error por mi parte. Me alquilé casa rural en afueras de ciudad de provincias en un lugar buenísimo y mira tú, cuando llegó y en cuanto la vi bajar del taxi desde el porche de la casa, me entró la sensación de que me estaba equivocando en haberla invitado. Efectivamente, no me equivoqué.
Me puso la cabeza como un bombo, pesada, descubrí lo cansina que era y creo que nadie se ofrece a sacarla mucho por ahí que mi invitación le pareció un mundo. No se callaba, demasiado entusiasmo (y yo iba en plan tranquilísimo), aprovechó el estar las dos juntas para contarme sus mil dramas y yo tenía que cambiar de conversación para que ya dejara los temitas de sus ex que no me interesan una mierda. Llegaba la noche y me tenía que encerrar en la habitación para que mi cabeza descansara. Me la quise quitar de encima ante lo que empecé a sospechar: que se encontraba muy a gusto conmigo y empezó a hacer amagos de quedarse unos días más, así que le solté que tenía visita de mis hermanos y de un chico con el que empecé una relación (para que se fuera) pero eso ¡¡¡la motivó muchísimo más!!!. Se vio genial en mi compañía que el pensar que mis hermanos venían le hizo pensar en cachondeíto, a drede, menos mal, pillé una casita rural no muy grande para unas tres personas con cama de matrimonio (para mi) y sofá cama (para invitados), así que en la casa no cabíamos cuatro o cinco personas más. Y su billete era de ida y vuelta, pero se empezó a encontrar bien allí. En la última comida en el restaurante antes de que se fuera, empieza con la "Pereza" del "ay que no me quiero ir", para ver si yo le decía "pues quédate" y no, no y no. En un momento de la conversación en el que veo que se relaja y piensa en alto, me doy cuenta que dice algo así (ella hablando para sí misma en alto) "pues es que yo me duermo en cualquier parte, ay, que me duermo en el suelo si hace falta entre dos cojines". Quería quedarse más días y no lo iba a permitir.

Ella se iba en avión y hacía falta que un tren la dejase en el aeropuerto en la ciudad en la que estábamos. En ese día a esas horas y antes de coger el avión, sólo habían dos trenes y ya hasta el día siguiente se cerraba el servicio. Pues quedándole diez minutos para coger el penúltimo tren (por si acaso el último tren daba problemas), a la tía no se le ocurre otra cosa que sugerir ir a ver no se qué monumento para tomar fotos. Ya había perdido el penúltimo tren, temiéndome lo peor, la obligué a ir a la casa a coger su maleta, se le empieza a poner cara de mala hostia, con prisas, corriendo, como si ese tren lo tuviera que coger yo para ir a tomar el avión: le estaba dando igual. Al llegar a la casita para coger sus cosas, la tía se sienta en el sofá y se pone a mirar el móvil como quien no tiene prisa, le quedaban 15 minutos para coger el último tren, y ahí estaba, evidentemente, estaba provocando a drede perder el último tren al aeropuerto (a una hora y media de las afueras donde estábamos) para que no tuviera más remedio que quedarse y así conocer a mis hermanos (era excusa falsa para quitármela de encima porque yo me propuse estar sola) y tener cachondeo una semana más. Viendo que se me jodían los planes, la saqué casi a patadas de allí, la llevé a una parada de taxis porque el último tren lo perdió por quedarse haciendo el canelo en el sofá totalmente a drede. En la parada de taxis, ella, que rajaba por un tubo (habladora de provocar dolores de cabeza os lo juro), se calló como una tumba, y le cambió la cara, ahí se dio cuenta de que su plan de provocar un enredo de pérdida de trenes para quedarse más días se fue a la mierda, no me gustó absolutamente nada ese momento. El taxista que llega me pregunta que a dónde y le dije que rápidamente, al aeropuerto que mi amiga perdía el avión, y dijo algo así como "y si lo pierdo no tiene importancia porque ya se donde estás jijiji".
Cuando se pira, me dejó una sensación muy muy extraña que no me gustó en absoluto, y al rato me di cuenta mientras iba de camino por el centro de la ciudad: no tenía las llaves de la casa alquilada, rebusqué, miré en todas partes, las llaves se las quedó ella, no sé si accidentalmente o de manera deliberada (quiero pensar que fue accidental). Me entró el sofoco, lo pasé mal y el recepcionista del complejo me calmó, me dio una copia y estuvo ahí pensando que yo me ponía mala del disgustazo que me llevé. Como mi amiga estaría ya en el avión, imposible hablar con ella, le dejé mil mensajes que contestó en cuanto llegó a su casa, y efectivamente, las llaves las tenía ella. La obligué a que las enviara por mensajero urgente y en unas 24 horas las llaves originales las tenía de nuevo el recepcionista.
No sé si el tema llaves lo hizo a drede o no, algo me dice que no, pero me causó extraña sensación, porque desde ese día por la mañana hasta que se fue le iba cambiando la cara, creo que tenía un plan para perder trenes y aviones y quedarse más días con "mis hermanos" (y así se ligaba a alguno) pero como tonta no soy, le fui cortando todos los planes y no sé si la pérdida de llaves fue el colofón final. Yo le decía que eran días que quería pasar con mis hermanos para estar en familia (mentira). Las llaves siempre las tenía yo en mi custodia, siempre, pero recordé que en el trayecto de la casa a la parada de taxis le pedí que me sujetara la chaqueta y ese día recuerdo, no llevaba bolso y mi chaqueta tenía bolsillos inmensos para guardar de todo, yo no sé si las cogió del bolsillo o a saber porque fue en ese momento exacto donde le dejo la chaqueta con llaves que van y se pierden cuando en todo momento las había tenido yo y no pasó nada extraño, pero ahí sospeché.
Al contarle esto al recepcionista, me dijo que ya era casualidad todo, en el sentido de que a lo largo de esos días no había pasado nada y es en el momento en el que me sujeta la chaqueta que se pierden. No llevaba bolso ni nada, sólo las llaves y mi cartera. El conserje fue el primero que me dijo que las llaves las tenía ella y así fue. El asunto se solucionó, pero ese detalle fue el tope de los colmos como para no volver a verla del mal recuerdo que dejó ese momento.

No es la primera vez que me pasa que en un viaje o escapada pierdo alguna amistad, porque en otra ocasión una amiga que no sabe ir sola a mear en una excursión a la que sólo invité a ella se llevó a una amiga muy desagradable que lo jodió todo y ese día fue el último que la vi de cómo me lo hizo pasar su amiga de marras. Así que mucho ojo de a quién os lleváis que la más encantadora de las personas puede ser un suplicio.

Os animo a que viajéis solas o solos, que vais a descubrir un montón de cosas de vosotr@s mism@s. Y libres de gilipollas. A menos que la persona sea de mi confianza, yo ya no vuelvo.
 
Yo estoy en la época de viajar bastante sola y o escojo muy muy bien la compañía si quiero que se venga alguien o voy sola. Si voy sola me piro a hoteles porque me siento más segura, en cierta ocasión me alquilé un apartamento en la playa para mi sola fuera de temporada en pleno invierno y estaba fantástico, pero me di cuenta que era la única en todo el rellano, habían inquilinos en otras plantas pero no en la mía, por lo que tuve la sensación molesta de pensar que alguien podría entrar y yo que sé, mis paranoias. Esto porque la puerta no tenía cerrojos con cadenas vamos, que sólo se cerraba con un par de vueltas a la llave y no lo veía del todo seguro. Me gustaron las vacaciones pero no dormí bien, que era una de mis intenciones (curas de sueño a tope). El apartamento da más libertad, sobre todo para comer si te entra la gula de medianoche, cocinar lo que quieras, es más económico, y eso, la libertad, pero en hoteles estoy muchísimo más protegida si voy sola (y encima me hacen todo y no hago ni camas).

Por unas vacaciones con amiga se terminó para mi una amistad. Perdonad el tocho pero la historia se las trae y espero os sirva de lección si os da por sugerir a alguien que se vaya con vosotros. Esto pasó hace unos años:

En una ocasión me llevé a una amiga de vacaciones de dos semanas que pillé, la invité porque me llevaba bien con ella, como tres días (porque mi intención era estar sola el resto de las vacaciones), pero vi que dos semanas sola iban a ser muchos días así que como me llevaba bien con ella y era viajera pues la consideré agradable para que me acompañara tres días: craso error por mi parte. Me alquilé casa rural en afueras de ciudad de provincias en un lugar buenísimo y mira tú, cuando llegó y en cuanto la vi bajar del taxi desde el porche de la casa, me entró la sensación de que me estaba equivocando en haberla invitado. Efectivamente, no me equivoqué.
Me puso la cabeza como un bombo, pesada, descubrí lo cansina que era y creo que nadie se ofrece a sacarla mucho por ahí que mi invitación le pareció un mundo. No se callaba, demasiado entusiasmo (y yo iba en plan tranquilísimo), aprovechó el estar las dos juntas para contarme sus mil dramas y yo tenía que cambiar de conversación para que ya dejara los temitas de sus ex que no me interesan una mierda. Llegaba la noche y me tenía que encerrar en la habitación para que mi cabeza descansara. Me la quise quitar de encima ante lo que empecé a sospechar: que se encontraba muy a gusto conmigo y empezó a hacer amagos de quedarse unos días más, así que le solté que tenía visita de mis hermanos y de un chico con el que empecé una relación (para que se fuera) pero eso ¡¡¡la motivó muchísimo más!!!. Se vio genial en mi compañía que el pensar que mis hermanos venían le hizo pensar en cachondeíto, a drede, menos mal, pillé una casita rural no muy grande para unas tres personas con cama de matrimonio (para mi) y sofá cama (para invitados), así que en la casa no cabíamos cuatro o cinco personas más. Y su billete era de ida y vuelta, pero se empezó a encontrar bien allí. En la última comida en el restaurante antes de que se fuera, empieza con la "Pereza" del "ay que no me quiero ir", para ver si yo le decía "pues quédate" y no, no y no. En un momento de la conversación en el que veo que se relaja y piensa en alto, me doy cuenta que dice algo así (ella hablando para sí misma en alto) "pues es que yo me duermo en cualquier parte, ay, que me duermo en el suelo si hace falta entre dos cojines". Quería quedarse más días y no lo iba a permitir.

Ella se iba en avión y hacía falta que un tren la dejase en el aeropuerto en la ciudad en la que estábamos. En ese día a esas horas y antes de coger el avión, sólo habían dos trenes y ya hasta el día siguiente se cerraba el servicio. Pues quedándole diez minutos para coger el penúltimo tren (por si acaso el último tren daba problemas), a la tía no se le ocurre otra cosa que sugerir ir a ver no se qué monumento para tomar fotos. Ya había perdido el penúltimo tren, temiéndome lo peor, la obligué a ir a la casa a coger su maleta, se le empieza a poner cara de mala hostia, con prisas, corriendo, como si ese tren lo tuviera que coger yo para ir a tomar el avión: le estaba dando igual. Al llegar a la casita para coger sus cosas, la tía se sienta en el sofá y se pone a mirar el móvil como quien no tiene prisa, le quedaban 15 minutos para coger el último tren, y ahí estaba, evidentemente, estaba provocando a drede perder el último tren al aeropuerto (a una hora y media de las afueras donde estábamos) para que no tuviera más remedio que quedarse y así conocer a mis hermanos (era excusa falsa para quitármela de encima porque yo me propuse estar sola) y tener cachondeo una semana más. Viendo que se me jodían los planes, la saqué casi a patadas de allí, la llevé a una parada de taxis porque el último tren lo perdió por quedarse haciendo el canelo en el sofá totalmente a drede. En la parada de taxis, ella, que rajaba por un tubo (habladora de provocar dolores de cabeza os lo juro), se calló como una tumba, y le cambió la cara, ahí se dio cuenta de que su plan de provocar un enredo de pérdida de trenes para quedarse más días se fue a la mierda, no me gustó absolutamente nada ese momento. El taxista que llega me pregunta que a dónde y le dije que rápidamente, al aeropuerto que mi amiga perdía el avión, y dijo algo así como "y si lo pierdo no tiene importancia porque ya se donde estás jijiji".
Cuando se pira, me dejó una sensación muy muy extraña que no me gustó en absoluto, y al rato me di cuenta mientras iba de camino por el centro de la ciudad: no tenía las llaves de la casa alquilada, rebusqué, miré en todas partes, las llaves se las quedó ella, no sé si accidentalmente o de manera deliberada (quiero pensar que fue accidental). Me entró el sofoco, lo pasé mal y el recepcionista del complejo me calmó, me dio una copia y estuvo ahí pensando que yo me ponía mala del disgustazo que me llevé. Como mi amiga estaría ya en el avión, imposible hablar con ella, le dejé mil mensajes que contestó en cuanto llegó a su casa, y efectivamente, las llaves las tenía ella. La obligué a que las enviara por mensajero urgente y en unas 24 horas las llaves originales las tenía de nuevo el recepcionista.
No sé si el tema llaves lo hizo a drede o no, algo me dice que no, pero me causó extraña sensación, porque desde ese día por la mañana hasta que se fue le iba cambiando la cara, creo que tenía un plan para perder trenes y aviones y quedarse más días con "mis hermanos" (y así se ligaba a alguno) pero como tonta no soy, le fui cortando todos los planes y no sé si la pérdida de llaves fue el colofón final. Yo le decía que eran días que quería pasar con mis hermanos para estar en familia (mentira). Las llaves siempre las tenía yo en mi custodia, siempre, pero recordé que en el trayecto de la casa a la parada de taxis le pedí que me sujetara la chaqueta y ese día recuerdo, no llevaba bolso y mi chaqueta tenía bolsillos inmensos para guardar de todo, yo no sé si las cogió del bolsillo o a saber porque fue en ese momento exacto donde le dejo la chaqueta con llaves que van y se pierden cuando en todo momento las había tenido yo y no pasó nada extraño, pero ahí sospeché.
Al contarle esto al recepcionista, me dijo que ya era casualidad todo, en el sentido de que a lo largo de esos días no había pasado nada y es en el momento en el que me sujeta la chaqueta que se pierden. No llevaba bolso ni nada, sólo las llaves y mi cartera. El conserje fue el primero que me dijo que las llaves las tenía ella y así fue. El asunto se solucionó, pero ese detalle fue el tope de los colmos como para no volver a verla del mal recuerdo que dejó ese momento.

No es la primera vez que me pasa que en un viaje o escapada pierdo alguna amistad, porque en otra ocasión una amiga que no sabe ir sola a mear en una excursión a la que sólo invité a ella se llevó a una amiga muy desagradable que lo jodió todo y ese día fue el último que la vi de cómo me lo hizo pasar su amiga de marras. Así que mucho ojo de a quién os lleváis que la más encantadora de las personas puede ser un suplicio.

Os animo a que viajéis solas o solos, que vais a descubrir un montón de cosas de vosotr@s mism@s. Y libres de gilipollas. A menos que la persona sea de mi confianza, yo ya no vuelvo.


mejor solas que mal acompañadas............
 
mejor solas que mal acompañadas............


Y ya voy superando ciertos miedos, pero me va gustando cada vez más. Últimamente he viajado bastante y me estoy dando cuenta que hay muchísimas mujeres solas por ahí, costa, montaña o ciudad. Y españolas, digo esto porque se asocia más a la extranjera que viaja sola que a una mujer española (prejuicios nuestros). He pasado unos días fuera y he visto un montón de mujeres solas en rangos muy distintos de edad, de veintipocos, treina y en adelante, todo tipo de edad. En un bar escuché una conversación de una mujer que no llega a 50 años en la que dijo que ella por costumbre, odiando la Navidad, se aloja en ese sitio todo el mes de diciembre y sola. Se lo comentaba a otras mujeres a las que (por cotillear la conversación me enteré) acababa de conocer.
 
Está bien lo de vivir sóla, pero , ¿no tenéis un poco de miedo de que os pase algo o así y no haya nadie cerca?. Yo lo pienso a veces...
 
Está bien lo de vivir sóla, pero , ¿no tenéis un poco de miedo de que os pase algo o así y no haya nadie cerca?. Yo lo pienso a veces...


Es que pensando así no haces nada con tu vida. Mucha gente se empareja por no irse a vivir solo y ahí residen muchos problemas, yo tengo amigos con pisos propios que están pagando para luego vivir con los padres "Por no irme solo", me parece de una cobardía tremenda, sobre todo si se es hombre (los dos son hombres) y ya tienes cierta edad (uno de ellos 37 añazos nada menos). El de 37 años lo tremendo es que es huérfano de padre y vive con la madre porque primero no quiere vivir solo y segundo porque se piensa que ella le necesita y está la madre hasta el higo del hijo que ha adquirido rol pater familias, bueno, un tostón increíble. Este la lió parda comprándose un piso en otra provincia porque "en algo hay que meterse" y como solo no se iba a ir a vivir (¿entonces por qué te lo compras?), pues a alquilarlo. Y ahora está con el dilema vital de tener que andar alquilando para pagar el zulo mientras vive con la madre soltero y con mil traumas rozando los 40 tacos.

Sí que he tenido alguna que otra vez yuyu. Un verano me quedé sola en el edificio prácticamente, un par de vecinos y yo y ahí sí que pensaba que me podía pasar algo y nadie me oiría, pero siempre pienso lo mismo: tengo que vencer esos miedos.
 
Y ya voy superando ciertos miedos, pero me va gustando cada vez más. Últimamente he viajado bastante y me estoy dando cuenta que hay muchísimas mujeres solas por ahí, costa, montaña o ciudad. Y españolas, digo esto porque se asocia más a la extranjera que viaja sola que a una mujer española (prejuicios nuestros). He pasado unos días fuera y he visto un montón de mujeres solas en rangos muy distintos de edad, de veintipocos, treina y en adelante, todo tipo de edad. En un bar escuché una conversación de una mujer que no llega a 50 años en la que dijo que ella por costumbre, odiando la Navidad, se aloja en ese sitio todo el mes de diciembre y sola. Se lo comentaba a otras mujeres a las que (por cotillear la conversación me enteré) acababa de conocer.
Es que para quien la disfruta, la soledad es un gran amante. Nada/nadie te hace sentir mejor. Tengo una buena relación con mi marido, pero siempre está la soledad, ya os digo, asomando su tentadora cabeza y haciéndome guiños seductores:nailbiting: De hecho me fui sola esta primera quincena de diciembre, y regresé la semana pasada arrastrando los pies:cool: No me quedé fuera más tiempo por las fechas que son, pues toda mi familia política tenía planes de reunirse a celebrarlo y no iba yo a hoder el plan (tenemos buena relación, claro, si no ni asomo;)).

Estoy de acuerdo en que la seguridad es importante, viajando solas y usualmente poco familiarizadas con el entorno vacacionil (especialmente aquellas que si nos dan a elegir nos vamos a donde no haya nadie). Yo he viajado sola frecuentemente, pero siempre visitando familia, amigos, o por una razón específica, nunca hasta este mes, sólo porque sí. ¡Y no veo el momento de repetir! Tuve suerte y os lo resumo, para las que os gustaría intentarlo pero teméis ‘no pegar ojo’. Porque sí, yo soy desconfiada y no duermo bien en entornos ajenos pero en este viaje, como un lirón:sleep: Aquí van los detalles:

Elegí Italia, no sólo por ser la niña de mis amores, sino porque mi italiano es mínimo, y así evito que me den conversación, lo que no pasaría en España. Por una criba de esto y aquello acabé en la costa sorrentina, pues mi requerimiento principal era que estuviera junto al mar (¡ay, mi Mediterráneo del alma, cómo lo añoro!:cry:) Pero no el mar de playa, la de arena que se atiborra en verano, sino de rocas, incluso acantilados, así que el area vesuviana de roca volcánica cumplía este requerimiento. Una casa privada pero no totalmente aislada, porque no quería alquilar coche y sí poder tomarme un café como dios manda cada mañana. Bien, tuve suerte y lo encontré en airbnb, que es donde siempre busco alojamiento. Un apartamento pequeño, estudio realmente, sin dormitorios extras para no tentar visitas. Toda la pared frontal era una gran ventana al mar. Entre el mar y la casa, dos metros de tierra (cemento sobre roca) que en ocasiones están totalmente cubiertos por el agua. Hubo un par de días de tormenta espectacular, donde las olas rompían con tal fuerza que las gotas golpeaban los cristales. Un cuadro tan gozado que ni Hugh Jackman llamando a la puerta:jimlad: Me llevé a uno de mis perros, a la que le encanta viajar, porque en mi opinión no hay soledad perfecta sin chucho incorporado, aunque parezca una contradicción. Dos semanas en las que no hice NADA que no quisiera hacer, sin más condicionantes a mi voluntad que las horas de las mareas y la de anochecer. Paseando hasta el pueblo a por mi venerado café y a la tienda a por la compra del día, ligera para no entorpecer mi paseo. Leyendo y escribiendo y no viendo cerca más que dos o tres vejetes abrigados hasta las orejas con sus cañas de pescar.

Si hubiera querido visitar Pompeya, Herculano, Baia, Capri, etc. todo estaba cerca, pero el viaje era para estar sola y tranquila así que en casita me quedé. No me sentí insegura y si os va este plan de alejaros del mundanal ruido cual asceta en desierto (pero con internet, calefacción y agua caliente, o sea, asceta-de-luxe:p) os lo recomiendo encarecidamente. Por mi parte han sido dos semanas paradisíacas, tan disfrutadas que ya reservé para volver la primera quincena de marzo:love:
 
Y ya voy superando ciertos miedos, pero me va gustando cada vez más. Últimamente he viajado bastante y me estoy dando cuenta que hay muchísimas mujeres solas por ahí, costa, montaña o ciudad. Y españolas, digo esto porque se asocia más a la extranjera que viaja sola que a una mujer española (prejuicios nuestros). He pasado unos días fuera y he visto un montón de mujeres solas en rangos muy distintos de edad, de veintipocos, treina y en adelante, todo tipo de edad. En un bar escuché una conversación de una mujer que no llega a 50 años en la que dijo que ella por costumbre, odiando la Navidad, se aloja en ese sitio todo el mes de diciembre y sola. Se lo comentaba a otras mujeres a las que (por cotillear la conversación me enteré) acababa de conocer.
Lo que me trae a la mente algo interesante. En mi más reciente viaje hice noche en Roma tanto a la ida como a la vuelta. No elegí el mismo hotel para ambas noches. El de la vuelta estaba junto a la estación Termini (no me gusta alojarme cerca de las estaciones de tren porque no suelen ser buenas áreas pero iba a ir muy temprano en el Leonardo Express al aeropuerto). Este hotel me gustó mucho, pero lo menciono porque cotilleando el cartapacio de servicios en el escritorio de la habitación encontré un “paquete mujer”:bookworm: Claro, lo primero que me vino a la mente fue un masaje anticelulítico, una caja de bombones o un gigoló:rolleyes::LOL: pero no, lo que ofrecían era un servicio de concierge especializado en informar por donde moverse con seguridad, la asignación de una plaza de aparcamiento cercana e iluminada, una sección del desayuno biológica, y servicio de habitación gratuito. Lo que me llamó la atención no fueron los detalles de este ‘paquete’, sino el hecho de que existiera, pues me indicaba que una mujer viajando sola es ocurrencia lo suficientemente frecuente como para ‘merecer’ su propio paquete(y)
 

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