Pues yo eso lo puedo entender que las personas lo hagan durante un tiempo pero no todo el tiempo.
Hubo un accidente en cerca de mi casa y se mató un muchacho.
Los padres se tiraron una temporada poniendo flores en el sitio de la tragedia.
No lo entendíamos y al final desistieron.
Me recuerda a la gente que llevaba un escapulario colgado al cuello con la fotografía del difunto.
No es por nada pero lo veo muy retrógrado.
A mi antes me daba un mal rollo inmenso el tema flores en accidentes de tráfico. Conozco a una familia cuyo hijo se mató hace años y las flores a día de hoy son frescas todas las semanas, es decir, van todas las semanas o cada dos a poner flores distintas a ese sitio, jodidísimo para "superar" su dolor (si es que unos padres pueden siquiera superar algo así, no se me ocurre otra palabra porque es imposible superar eso). Sobrellevar mejor el duelo quiero decir. Me refiero a que para ellos es peor ese "ritual" de comprar flores y desplazarse hasta el sitio, que está a unos tres kilómetros de donde viven, no es bueno para su mente. Y vuelta a empezar cuando las flores se secan...pero algunos pues así lo desean y los demás no son nadie para decirles a unos padres lo que tienen que hacer en esa situación, a lo mejor a ellos ese ritual les reconforta de algún modo.
Pero me he dado cuenta, que encontrarte de vez en cuando con algo así, a los conductores se les recuerda que alguien murió en ese lugar, por lo tanto, si no se enteran con las señales ya se darán cuenta con algo tan triste como esas flores de difuntos. Ver eso en la carretera, a menos que seas de piedra, siempre pondrá los pelos de punta y te hará recordar que basta un segundo para lo peor.
Una señora de mi pueblo perdió a su hija y va todas las semanas al menos dos veces el cementerio, a mi me daba ya cosa ver a la mujer yendo a ese sitio como única actividad que realizaba al aire libre, porque luego se metía en su casa y se la veía poco y se estaba poniendo ya hasta mala y se le notaba físicamente. Como tengo confianza con ella se lo dije, que esa saturación la hacía más mal que bien (a mi modo de ver de la que habla desde la barra de bar), metiéndome donde no me llamaban, pero la mujer es buena y de una manera muy cariñosa la pobre me explicó que ella sentía fuerza yendo a ver a su hija. Los demás no somos nadie para decirles a esos padres qué deben o no deben hacer, les ha tocado una putada brutal en esta vida, pobre gente.