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Esa la tenían mis primas. Yo flipaba cada vez que iba a su casaUn traje de flamenca.
Es una espinita que aún llevo dentro.
Lo pediría con 6 años o así y por aquel entonces solo lo vendía el centro ese grande de rótulo verde con elfos en Navidad y valían un pastón.
Por lo menos no me compraron una flamenquita para la tele.
A la pri que comentó la caravana de Chabel decirle que a mi me trajeron la casita y fue el regalo estrella de ese año gitano mío.
Prometo que era PRECIOSA.
Se abría en dos y traía sus platitos, vasitos...
La regalé a la nena de una amiga y no veáis el juego que le da.
Ver el archivo adjunto 3347212
Yo recuerdo un micrófono que nunca llegó, ya de casi adolescente. No sé por qué creí que me lo regalarían y la decepción fue tanta que a día de hoy no se lo he comentado a mis padres. Desde entonces perdí toda ilusión por los regalos, hasta tener mi pareja e hijos propios. Fue como el fin de la infancia