El regalo de Navidad que nunca llegó

Siempre quise un coche teledirigido. Un año se lo regalaron a mi hermano y yo ya estaba frotándome las manos pensando que en cuanto lo aborreciese ahí estaría yo al acecho. Pues no... Lo desmontó el mismo día de Reyes y ya no supo volver a montarlo. :LOL:


Yo también vivía pendiente de que mis hermanos se aburrieran de sus juguetes, que siempre eran chulísimos.

A mí me regalaban Barriguitas. Las putas Barriguitas que jamás pedí ni quise ni jugaba con ellas ni me gustaban.

Así ardan en el infierno todas las Barriguitas envueltas en sus estúpidos accesorios de mierda.
 
El policía de mi firma, mi amado Brazacos.

Sigo esperando, con paciencia, templanza y esperanza. Algún día mi esfuerzo estoico se verá recompensado.
O empiezo a cometer delitos para que me detenga, que estoy muy loca.

No te me escaparás, piratón.
 
Siempre quise una Barbie pero no tuve ninguna, luego no jugaba con muñecas así que mejor. Años más tarde describir el rollo que implica la Barbie y me alegré de no tener ninguna.

Siempre fui más de Chabel, más "española", desconzco de donde es Chabel pero a mí se me hacía más "nuestra". Tuve a Chabel y bastantes accesorios suyos.

Lo que me jodió sobremanera es que deseé con todas mis fuerzas las famosas sandalias transparentes de Xuxa, la reina brasileña de los niños, mi ídolo del momento, me encantaba todo el universo Xuxa. Tuve sus tres discos más famosos, que me traían los reyes o me regalaban por mi cumpleaños. El sueño de mi vida era ser una de sus "paquitas", que eran las bailarinas que solía llevar, jo, que lloro dios mío, yo quería ser una de sus paquitas españolas, hasta quise participar en el casting, pero era demasiado pequeña y había resiquistos de edad. Que dolor no poder ser una paquita de Xuxa.

Pues las sandalias nunca llegaron, y eso que se pusieron de moda cuando hice la primera comunión. Nada, sin sandalias de Xuxa. Ahí te das cuenta que la vida es una mierda y que nunca obtendrás lo que deseas, sean las alucinantes sandalias transparentes de mi querida Xuxa, o el policía de mi firma.
 
La heladera famoplay. La put* heladera, no pedía más. Y una cocinita. Pues nada, no hubo manera. Lo pedía cada año.

Y luego una anécdota de más mayor. Yo me he criado con videojuegos: Gameboy, PlayStation, PC...mis tardes eran 70% videojuegos u ordenador y el resto salir a la calle. Desde los 3 años.

Eso de adolescente y adulta ha seguido así. Bueno pues cuando entré en la adolescencia empezaron a regalarme que si conjuntos de ropa, que si un bolso, que si otro bolso (jamás me he comprado un bolso porque no uso, llevo mochilas). Todo moda, a mí, que soy cero coqueta. Eso sí, a mi hermano pequeño que si un mando de la play, que si el nuevo FIFA, que si unos cascos gaming...y en un cumpleaños suyo lo dije alto y claro (yo tendría veintipocos): a mí que sabéis que juego videojuegos desde antes que mi hermano existiera no me habéis regalado nada relacionado jamás. Por suerte tomaron nota y en mi cumple me regalaron cosas en ese sentido. Pero tela con el machismo involuntario eh?
Si te sirve de consuelo yo tuve esa heladera y es la cosa más inútil y trasto que me han regalado en mi vida. Creo que se usó una vez (porque además era comolicadisino hacer algo) y luego estuvo cogiendo polvo 20 años
 
El maquillaje de la Srta.Pepis, año tras año. Mis padres no me lo regalaban (me dijeron pronto que lo de los reyes eran chorradas, que eran ellos y no tenían mucha pasta) porque pintarse era de putas. Todavía no puedo maquillarme sin sentirme ridícula.
 
Un tamagochi, recuerdo que a mis padres les parecia una tonteria y mira que lo pedia para mi cumpleaños o por navidad no hubo forma.
 

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