Prima con lo del plata no te entiendo... Para mi es intragable.... La gracia es que soy de Canarias y me dedico a la agricultura y tengo una finca llena de plataneras...Yo de pequeña odiaba la fruta con todas mis fuerzas. Recuerdo arcadas brutales en el comedor del cole cuando me obligaban a tomar plátano, a veces incluso acababa vomitando la comida que acababa de tomar. A día de hoy no puedo ni siquiera oler el plátano, me pongo mala.
La leche me daba (y me sigue dando) un asco tan grande que mi madre se las veía y se las deseaba para hacerme desayunar. Me tenía que hacer el colacao con agua porque no había manera. El colacao tampoco me gustaba demasiado y sobre los 10 años ya comencé a tomar mi cafetito solo por la mañana (no hay nada mejor para comenzar el día).
Odiaba también el chocolate (mi madre compraba Plin La Herminia), hasta que un día me quedé a merendar en casa de una amiga y me dieron chocolate Lindt y experimenté mi primera apoteosis gastronómica.
Algo que odiaba de niña eran los garbanzos....ahora salteados con cebolla y verdura se han convertido en una de mis comidas favoritas