Lo mismo digo cuando no conocemos cómo son esos amigos... Puede que realmente sean unos catetos, y no sería nada raro... Ni tú ni nadie sabe cómo son, excepto la autora.Tan cerrado de mente es quien juzga a alguien de ciudad como inútil solo por ser de ciudad, que el que juzga de cateto a uno de pueblo por ser de pueblo.