Situaciones incómodas, anécdotas de “Tierra trágame” e historietas varias.

Mi hermanastra trajo a su pareja (canadiense quebequés) en Navidades para que lo conociéramos. Un muchacho muy serio, tímido, medio shockeado por la panda de locos que se encontró. Para esas fiestas, comprábamos un dulce marroquí parecido al turrón, venía en una cajita de madera (que mi abuela después pintaba y quedaban muy coquetas) y por fuera un papel metalizado azul con letras en dorado y rojo, muy llamativo todo. La primera noche que pasan en casa, por la madrugada ella se despierta con antojos de embarazada y le dice "Antoine, mon cher, en la encimera verás un dulce en un paquete así y asá, anda, tráeme un trozo. Mira que es un poco duro".
El pobre, bajo la tiranía del embarazo, baja con cuidado escoltado por los perros. En la cocina enseguida ve el paquete, pero, a saber por qué, misteriosamente se le ocurre cortar el trozo sin desenvolverlo. Busca cuchillos en los cajones. El primero no le dio resultado, así que con el segundo, más grande, se empleó a fondo rezongando en francés...logró hacer una raja en la madera, con los gemidos expectantes de los perros que esperaban que cayera algo. Mi padrastro (santo varón!) baja alertado por tanto movimiento, y lo mira estupefacto cuando ve lo que está haciendo. Y el canadiense le dice con los ojos parados y una sonrisa boba "Duggo, eh? Qué duggo!"
Esa cajita de madera no la pudo pintar mi abuela.
Pauvre Antoine, no hacía ni ocho horas que conocía al suegro... hasta hoy se le suben los colores cuando le recordamos el dulce "duggo".
 
Dénia, verano de 1980, en la explanada, los primeros vendedores ambulantes de pulseras y collares etnicos ponían su mercancía en mesitas plegables.

Mi yo de 9 años iba de paseo vespertino con otras dos amigas de mi edad y la hermana pequeña de una de ellas, de 4 años. Íbamos comiendo un helado y mirando las pulseritas. La hermanita de mi amiga no había visto nunca a una persona de raza negra, y cuando vio al hombretón de 1.90 que estaba al frente de uno de los puestos se quedó tan asombrarada que se le salieron casi los ojos de las órbitas y se le cayó el helado al suelo. Cuando mi amiga le dijo que si era tonta, que había tirado el helado, la niña no sabía más que gritar, allí enmedio, entre el gentío, que era un negro, que era un negrooo, un negro de verdad, como el rey Baltasar!

El hombre debía ser un bendito, porque le hizo muchísima gracia, no paraba de reírse, y le regaló a la nena una pulserita y mandó a otro compañero a comprarle un helado.

Yo llegué a mi casa contándolo como cosa divertidísima, y a la que le dio un soponcio "tierra trágame" fue a mi madre. Acabé teniendo que bajar con uno de mis primos más mayores a pedirle disculpas. Lo que me ganó una pulserita que aún conservo en la playa.

Lo dicho, era un pedazo de pan.
Yo hice lo mismito jijiju
 
Pues casi tengo una de ahora mismo,bueno no ha sido nada al final pero podía
Resulta que hoy he tenido que traer a mis padres a una comida de aniversario de unos tios míos otra prima mía y yo hemos echo de chófer para nuestros respectivos padres
Los demás sobrinos solo vamos al café,pues he quedado con mi prima y ha habido un malentendido para quedar para comer y yo estaba en un lado y ella en otro.El caso que digo bueno da igual ya como yo por aquí y luego ya estamos,me dispongo a entrar a comprar tabaco en un bar y ya pedir allí algo.Cuando abro la mochila y mi cartera no está,bueno me he cagado en todo lo cagable,esta en el coche y el coche está va ma más de media hora andando.Al ir a pagar el peaje pues con todo el atasco que había de coches pues la he dejado en la guantera,anda que menuda vergüenza si no me doy cuenta y como
Asique aquí estoy ya sin ganas de comer y sentada a la sombra en la calle haciendo tiempo,porque si me voy hasta el coche me monto y me largo
 
Algo así me pasó una vez en casa de unos conocidos, me bebo medio vaso de Fanta y cuando me quiero dar cuenta había un pegote de algo indeterminado en el fondo del vaso. Me entraron ganas de devolver, ya no pude comer nada más. Que es algo que nos puede pasar a a cualquiera, pero jolines, yo siempre reviso los vasos muy bien antes de servir nada a nadie.
Y si te pasa en casa de la nuera?. el vaso asqueroso, con cosas pegadas, bebiendo toda la comida en copa de cava, por no tocar el vaso.,
Con lo peripuesta que es ella, cualquiera le dice a mi hijo que me traiga otro vaso.
Y en la misma comida, hablando de las excelencias del lavavajillas.
 
A mí me pasó con un exnovio, que íbamos dando un paseo (yo hacía poco que había empezado con él) y a lo lejos veo a un hombre un tanto peculiar.
Y empiezo, uff vaya cuadro de hombre, mira ese que viene por ahí, madre mía si encima parece que está cucu o drogado, pero qué le pasa? Encima se cree guapo!! Mira, mira como anda, que parece que se va a comer el mundo....
Así hasta que está a un metro de nosotros y veo que se abrazan y se dan dos besos. Resultó ser su tío!!!! Y va y me lo presenta y yo no sabía dónde meterme...
Cuando se fue, me inventé una bola, como que no me refería a su tío, si no, otro señor que estaba más lejos. Qué mal lo pasé!!!
 
Una situación horrible, no para mi , pero tuve que intervenir por caridad.
Paseo de Gracia de Barcelona, cinco y media de la tarde, parada de un bus, bastantes personas esperando, hay muchas lineas.
Una señora muy bien arreglada.
Veo que le asoma la combinación, sigue asomando, me temo que es de esa de cintura y se le ha roto.
La aviso, la señora , se queda paralizada y me dice : Que hago? Toda tiesa y a punto de llorar.
Busco rápido una bolsa de plástico. Y le digo , estirela, cuando caiga apártese.
Y es lo que hizo, caída total y apartarse, la metí rápido en la bolsa y la señora respiró.
Su autobús y el mio vinieron seguidos. La gente de la parada, ni se fijó. o hizo que no se fijaba.
Seguro que lo recordara con un ataque de risa, pero lo paso fatal.
 
Esto me recordó a lo que explicaba una amiga de mi madre.
Recién casada, sale a pasear con su marido, los dos muy peripuestos. Una pequeña Ciudad.
En medio del paseo con toda la gente ,mirando.
Le dice al marido, se me han roto las bragas, eran de esas de satén, de truseau , de recién casada.
le cayeron al suelo y el marido rápido se las meto en el bolsillo.
Tardaron unos días en volver a salir a pasear.
 
En plena adolescencia con 13-14 años hicieron fiesta de hinchables en las piscinas municipales de mi barrio. Justamente estaba el chico que me gustaba (cómo no), que se tiraba detrás de mi, y quise tirarme de manera “original” por el tobogán. Me tiré boca abajo y con las manos por delante a lo superman con la mala suerte de que se me quedó la braga del bikini medio enganchada en el plástico del tobogán, se fue enrollando sobre sí misma a medida que mi cuerpo bajaba y mis nalgas quedaban a la vista de todos.... me terminé tirando por el lateral del tobogán para acabar cuanto antes y huí buceando todo lo lejos que pude. No recuerdo peor vergüenza en años!!!
 
Esto me sucedió no hace mucho y cada vez que me acuerdo me rio aunque en su momento lo pasé mal. En unos conocidos grandes almacenes le di accidentalmente un mochilazo a unas tazas bastante caras de Mr. Wonderful de las cuales me cargué unas tres. Nadie me vio pero quizás las cámaras de seguridad sí, salí por patas.
 
Pues a mi en mi primer día de un nuevo trabajo, con una minifalda suuuper corta, se me rompió el elástico de las bragas. Se me iban bajando y cuando ya pensaba que iban a asomar me metía bajo la mesa a intentar subírmelas, haciendo como que buscaba unos papeles. Era súper difícil porque la mini además de corta era estrecha. Fue tan terrible que no he olvidado la fecha: 16 de julio de 1992
 
Esto me sucedió no hace mucho y cada vez que me acuerdo me rio aunque en su momento lo pasé mal. En unos conocidos grandes almacenes le di accidentalmente un mochilazo a unas tazas bastante caras de Mr. Wonderful de las cuales me cargué unas tres. Nadie me vio pero quizás las cámaras de seguridad sí, salí por patas.
Y baratos no son los cacharros de esa marca.
 
Esto me sucedió no hace mucho y cada vez que me acuerdo me rio aunque en su momento lo pasé mal. En unos conocidos grandes almacenes le di accidentalmente un mochilazo a unas tazas bastante caras de Mr. Wonderful de las cuales me cargué unas tres. Nadie me vio pero quizás las cámaras de seguridad sí, salí por patas.

Hace un par de años estaba yo en un supermercado y quise coger un paquete de galletas del estante con tan mala fortuna que se venció la parte trasera de donde estaban apoyadas y se cayeron varias botellas de vino que estaban detrás. El estruendo fue máximo, y yo disimulando me fui de allí como pude. Además, que las botellas cayeron justo delante de una señora que estaba allí y pegó un buen grito.
En esto que viene el vigilante de seguridad y me dice: "Que la he visto por las cámaras, que la he visto por las cámaras" y yo: "Lo siento mucho, no me he dado cuenta".
Pagué lo que llevaba en la cesta y me fui rápido de allí. Cuando vi el estropicio que había formado con las botellas de vino tinto... Aquello parecía una película de Tarantino.
 

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