Es que la única pareja con la que conviví mira si era cansino, plasta, empalagoso y dependiente que si yo me iba al baño a hacer mis necesidades y tardaba más de cinco minutos, venía a llamar a la puerta por si me había tragado el wc y se había quedado "viudo", con eso te lo digo todo (entre comillas porque no estábamos casados). Pero de no poder ir a que me diera el aire a otra habitación o algo, o salirme de la casa un rato porque tenía que venir detrás. Y la odisea de ir a comprar una puñetera barra de pan, es que ni ese momento sola para mi tenía. Necesito mucho, muchísimo tiempo para mi sola, yo es que soy así, y se me hizo insufrible la convivencia con ese subnormal. Aprovecha para ir a la compra para estar sola, imagina el percal, así podía darme vueltas y despejarme. Un día, que le digo "voy a comprar" (quería ese día desayuno homenaje y que fuera sorpresa) cual no es mi asombro y sorpresa mala que salgo de la tienda y me lo encuentro ahí, con el puto coche. Me había seguido y todo, por lo que no hubo sorpresa ni nada. De esos churros que dejas para que se lo coma el otro y tener un detalle, me los comí yo para joderle, aunque se los tenía que haber metido en la boca de una hostia.
El nivel era que si se iba yo caía rendida del descanso que necesitaba de ese tío. Imagina la experiencia.
