En mi casa siempre hemos ventilado mucho la casa, además mi madre tiene siempre la ventana de cocina abierta un palmo, aunque sea invierno. Es desesperante, pero dice que el aire fresco es vida.
Curiosamente, cuando me independicé me di cuenta de que había heredado la costumbre. No pongo la calefacción a no ser que haga un frío polar del carajo, entonces si cierro la ventana de la cocina.
Viviendo en el norte uno acaba con el ánimo bajo por tanta lluvia y nubarrón, no vemos el sol en meses. Hay días que hay que tener la luz encendida en casa a pesar de ser mediodía porque estamos en penumbra, así que no puedo entender la aversión a la luz de sol. A mí llena de vitalidad.
Será eso que dicen de que poco gusta y mucho cansa.
Curiosamente, cuando me independicé me di cuenta de que había heredado la costumbre. No pongo la calefacción a no ser que haga un frío polar del carajo, entonces si cierro la ventana de la cocina.
Viviendo en el norte uno acaba con el ánimo bajo por tanta lluvia y nubarrón, no vemos el sol en meses. Hay días que hay que tener la luz encendida en casa a pesar de ser mediodía porque estamos en penumbra, así que no puedo entender la aversión a la luz de sol. A mí llena de vitalidad.
Será eso que dicen de que poco gusta y mucho cansa.