Odio cuando en una película, serie, blog, revista o diario sacan rincones desconocidos de tal ciudad o tal país y lo ponen de moda, haciendo que 1) deje de ser secreto y desconocido y 2)lo estropeen por culpa del turismo masivo. Hablo de lugares como las playas de Gulpiyuri, las Catedrales y los Muertos, de lugares como San Juan de Gaztelugatxe, etc.
Cada día odio más el modelo de turismo borreguil actual.
Hay algo todavía peor, al menos para mí, y es la gente que va a ciertos sitios tras la estela de Dan Brown. A mí me encantaban la Rosslyn Chapel escocesa y la Iglesia del Temple de Londres. Son dos sitios a los que prácticamente ya no se puede ir. Es más, es que han tenido que restringir el acceso (a todo el mundo) por los miles de idiotas que las pretendían patear a diario con el único fin de hacerse una foto.
(Huelga decir que no soporto a este “autor”).