Mi señora progenitora mismamente. Pretende echarme de la segunda residencia para liquidarla (que conste que ni un euro pagó ella de hipoteca, todo mi padre bajo la amenaza de divorcio) y secuestrarme en la nueva primera residencia a la que recientemente se han mudado. Al matrimonio le salió bien una primera especulación con un bien inmueble y se lanzaron con otra operación más gorda. Ahora que toca vender porque se han metido en una operación kamikaze, se pone nerviosa si le pido contrato de arrendamiento y no me mata porque no existe la posibilidad de que parezca un su***dio (una vez de pequeña casi me mata). La muy idiota hace un año se puso loca cuando se la jugué sugiriendo que podría estar embarazada (28 años yo). Pero el alquiler me lo va a acabar dando, y prorrogando hasta que herede el piso.
Qué cierto. Amargadísima ella, eso sí. Ha tirado su vida al váter por pretender que el mentiroso compulsivo que tiene de marido le resolviera la vida y ser una eterna adolescente, cuando lo que ha hecho ha sido torearla. Y claro, toda esa frustración y rabia, pues vertida en el más débil, o sea, en una niña.Sólo puedo resumirlo con un refrán muy sabio que dice "El pecado lleva la penitencia".