Yo lo odio también. Compro ropa que no haya que planchar. Cuando me muera, iré al infierno y mi tarea será planchar pilas y pilas de camisas de algodón...Yo he llegado a fantasear con la posibilidad de contratar a alguien que me planche nada más. No me importa fregar, cocinar, barrer, hacer la compra, pero ¿planchar?, lo odio con todas mis fuerzas. Es la mayor de mis perezas, hartazgo y desidia.
Y olé por la gente que paga a alguien para que le planchen. Yo tengo una amiga que va una señora a su casa, y se lo dice, primero la plancha, y si no te da tiempo, no pasa nada, pero quítame la plancha