¿Soy una hater de la vida? Es posible. ¿Me arrepiento? En absoluto.

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29 Abr 2021
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Mis amigas siempre me habían dicho que (des del respeto), era un poco hater de la vida y últimamente creo que tienen razón y oye, pues tampoco se está tan mal.
No sé si es que me ha invadido el carácter de una señora de setenta años que va a tumba abierta porque no tiene nada que perder o vete a saber, me habré tomado algo en mal estado. Ojo, no es que vaya insultando y diciendo palabrotas en plan la niña del exorcista, no es eso. Pero cuando hacía esos propósitos de año nuevo que todo el mundo sabe que no voy a cumplir, pero que yo los sigo haciendo... por si acaso.
Recordé lo que he estado aguantando todo este primer año de madre primeriza que acabo de pasar con mejor o peor nota y una de las cosas que me he propuesto cumplir es la siguiente: Si me vas a juzgar como madre, me vas a dar el derecho para que yo haga lo mismo, rollo: Pensé que era una falta de respeto, pero ahora que empezaste tú, yo también tengo alguna cosilla que comentarte de tu maternidad.
Es que ¡basta ya! de esos comentarios que no vienen al caso pero la gente te los suelta igualmente: Uix, qué delgada te quedaste. Qué yo ya no me muerdo la lengua (no me vayan a salir subtítulos) y les contesto: Sí, me tienen al día comiendo solo un trocito de pan duro, lo estoy pasando fatal... O está que me dicen últimamente mucho: Podrías peinarte que últimamente siempre te veo con un moño. Sí, también me gustaría ducharme tranquilamente sin un niño al lado que me mira constantemente no me vaya a desvanecer por el agua caliente y mira, aquí estamos.
Entonces, no sé si soy yo que ya estoy un poco hasta allí mismo de todas estas cositas y como he dicho me ha invadido el carácter de una señora que ya va a tumba abierta o quizás es que la maternidad me ha liquidado la poca paciencia que tenía.
Oh, se me olvidaba el clásico... ¿Llevas al niño sin zapatos? Míralo, descalzo todo el día, y en casa no lleva ni calcetines... Cuando todo el mundo sabe y es de primero de pandemia es que antes que lavarte las manos, lo más importante de todos es que vayas calzado, porque absolutamente todo el mundo sabe que los virus respiratorios entran por los pies.
Quizás lo más sensato es que pida paciencia para reyes o una isla desierta... aún lo estoy valorando.
Mientras tanto, seguiré buscando zascas para que la gente entienda que quizás esas cositas no deben de decirlas sin decirles que se vayan a tomar viento fresco, aunque muchas veces es lo único que me apetece decirles.
 
ya que mencionas los propósitos de comienzo de año, es algo a lo que renuncié hace tiempo. yo las cosas no me las propongo, simplemente las hago o no las hago, no sé cómo decirte. 🤷‍♂️

tengo una amiga que también se cabrea mucho con las opiniones no pedidas, sobre todo si son en tema maternidad. y no puedo más que darle toda la razón...
 
ya que mencionas los propósitos de comienzo de año, es algo a lo que renuncié hace tiempo. yo las cosas no me las propongo, simplemente las hago o no las hago, no sé cómo decirte. 🤷‍♂️

tengo una amiga que también se cabrea mucho con las opiniones no pedidas, sobre todo si son en tema maternidad. y no puedo más que darle toda la razón...
Si, lo de los propósitos ya los he empezado a incumplir sobre el dos de enero. Los consejos de "maternidad" son terribles, a veces se me ha escapado, pues ten tú uno y así lo haces como tú quieres...
Aunque va más allá... "¡No! pusiste Silestone en la cocina, un error... es mucho mejor el Mármol de Carrara, ya verás ya." "Oh, ese color para el comedor... te vas a cansar enseguida." Si me dieran un euro por cada vez que tengo que escuchar algo así, me podría pagar el viaje a Laponia para ver a Santa Claus y utilizar a mi hijo como excusa... 😂😂😂
 
Mis amigas siempre me habían dicho que (des del respeto), era un poco hater de la vida y últimamente creo que tienen razón y oye, pues tampoco se está tan mal.
No sé si es que me ha invadido el carácter de una señora de setenta años que va a tumba abierta porque no tiene nada que perder o vete a saber, me habré tomado algo en mal estado. Ojo, no es que vaya insultando y diciendo palabrotas en plan la niña del exorcista, no es eso. Pero cuando hacía esos propósitos de año nuevo que todo el mundo sabe que no voy a cumplir, pero que yo los sigo haciendo... por si acaso.
Recordé lo que he estado aguantando todo este primer año de madre primeriza que acabo de pasar con mejor o peor nota y una de las cosas que me he propuesto cumplir es la siguiente: Si me vas a juzgar como madre, me vas a dar el derecho para que yo haga lo mismo, rollo: Pensé que era una falta de respeto, pero ahora que empezaste tú, yo también tengo alguna cosilla que comentarte de tu maternidad.
Es que ¡basta ya! de esos comentarios que no vienen al caso pero la gente te los suelta igualmente: Uix, qué delgada te quedaste. Qué yo ya no me muerdo la lengua (no me vayan a salir subtítulos) y les contesto: Sí, me tienen al día comiendo solo un trocito de pan duro, lo estoy pasando fatal... O está que me dicen últimamente mucho: Podrías peinarte que últimamente siempre te veo con un moño. Sí, también me gustaría ducharme tranquilamente sin un niño al lado que me mira constantemente no me vaya a desvanecer por el agua caliente y mira, aquí estamos.
Entonces, no sé si soy yo que ya estoy un poco hasta allí mismo de todas estas cositas y como he dicho me ha invadido el carácter de una señora que ya va a tumba abierta o quizás es que la maternidad me ha liquidado la poca paciencia que tenía.
Oh, se me olvidaba el clásico... ¿Llevas al niño sin zapatos? Míralo, descalzo todo el día, y en casa no lleva ni calcetines... Cuando todo el mundo sabe y es de primero de pandemia es que antes que lavarte las manos, lo más importante de todos es que vayas calzado, porque absolutamente todo el mundo sabe que los virus respiratorios entran por los pies.
Quizás lo más sensato es que pida paciencia para reyes o una isla desierta... aún lo estoy valorando.
Mientras tanto, seguiré buscando zascas para que la gente entienda que quizás esas cositas no deben de decirlas sin decirles que se vayan a tomar viento fresco, aunque muchas veces es lo único que me apetece decirles.
No creo que tú seas la hater de la vida, pienso que estás hasta los mismisimos de los hater que hay ahí fuera DXC.
 
¿Os acordáis de la canción de Julio Iglesias...de Niña a Mujer??? Tengo la experiencia vivida en carnes propias de que las mujeres pasamos de niñas...a viejas. O se nos trata toda la vida como gilipollas dándonos consejos a diestro y siniestro..."mi niña"....a ser tratadas directamente como viejas...hay una parte ahí de unos 20/30 años, en los que no existes.

Si no tienes hijos...a ver cuándo los tienes. Si tienes 1...a ver cuándo tienes 2...Si tienes 2, fuiste a por la parejita?? ahhh...no tienes la niña/o...veras cuándo sean adolescentes, verás cuando vengan fumando...tu aún no sabes nada...

Los míos pasan de los 20...la última es que han cogido un avión para venir a pasar la Navidad con sus padres...y la gente preocupada por si tienen novio/a...si vienen a ver a algún conocido...oiga, usted es gilipollas o se lo hace? ¿ Es que los padres no somos suficientes para q vengan a pasar la Navidad con nosotros que ya les buscan tb salseo a mis hijos?? Y vuelta la burra al trigo...hijos casados, problemas doblados...bla, bla, bla...no sé cómo pasamos de tu hijo no lleva calcetines a si utiliza condones...la gente no se cansa nunca.
 
Mis amigas siempre me habían dicho que (des del respeto), era un poco hater de la vida y últimamente creo que tienen razón y oye, pues tampoco se está tan mal.
No sé si es que me ha invadido el carácter de una señora de setenta años que va a tumba abierta porque no tiene nada que perder o vete a saber, me habré tomado algo en mal estado. Ojo, no es que vaya insultando y diciendo palabrotas en plan la niña del exorcista, no es eso. Pero cuando hacía esos propósitos de año nuevo que todo el mundo sabe que no voy a cumplir, pero que yo los sigo haciendo... por si acaso.
Recordé lo que he estado aguantando todo este primer año de madre primeriza que acabo de pasar con mejor o peor nota y una de las cosas que me he propuesto cumplir es la siguiente: Si me vas a juzgar como madre, me vas a dar el derecho para que yo haga lo mismo, rollo: Pensé que era una falta de respeto, pero ahora que empezaste tú, yo también tengo alguna cosilla que comentarte de tu maternidad.
Es que ¡basta ya! de esos comentarios que no vienen al caso pero la gente te los suelta igualmente: Uix, qué delgada te quedaste. Qué yo ya no me muerdo la lengua (no me vayan a salir subtítulos) y les contesto: Sí, me tienen al día comiendo solo un trocito de pan duro, lo estoy pasando fatal... O está que me dicen últimamente mucho: Podrías peinarte que últimamente siempre te veo con un moño. Sí, también me gustaría ducharme tranquilamente sin un niño al lado que me mira constantemente no me vaya a desvanecer por el agua caliente y mira, aquí estamos.
Entonces, no sé si soy yo que ya estoy un poco hasta allí mismo de todas estas cositas y como he dicho me ha invadido el carácter de una señora que ya va a tumba abierta o quizás es que la maternidad me ha liquidado la poca paciencia que tenía.
Oh, se me olvidaba el clásico... ¿Llevas al niño sin zapatos? Míralo, descalzo todo el día, y en casa no lleva ni calcetines... Cuando todo el mundo sabe y es de primero de pandemia es que antes que lavarte las manos, lo más importante de todos es que vayas calzado, porque absolutamente todo el mundo sabe que los virus respiratorios entran por los pies.
Quizás lo más sensato es que pida paciencia para reyes o una isla desierta... aún lo estoy valorando.
Mientras tanto, seguiré buscando zascas para que la gente entienda que quizás esas cositas no deben de decirlas sin decirles que se vayan a tomar viento fresco, aunque muchas veces es lo único que me apetece decirles.
Pues espera a cumplir unos años más y vas a flipar con lo que significa ser hater de verdad. Yo ya no me corto un pelo (bueno, un poco sí, que algunas cosas son delito), y voy por la vida en plan destroyer. Ya era un poco así de joven para evitar gilipollas y sus gilipolleces, pero los años me han liberado del todo.
 
Jajaja, me acabo de acordar de que hace unas semanas iba por la calle y vi a un viejales (más que yo, o vete tú a saber) meando o meneándosela en una esquina, cerca del ayuntamiento, delante de todo el mundo. Y yo, con toda la naturalidad del mundo empecé a grito pelado: ¡Policía, policía, que aquí hay un tío sacándose la poxx y enseñándosela a todo el mundo¡ Joder, qué risas me eché, y al tío guarro que le den por culo.
El tiempo de la vergüenza se acabó.
 
Yo que estoy empezando a plantearme la maternidad hablarlo en mi circulo es todo un dilema , tengo que tirar de paciencia por algunos comentarios que más que comprensivos son ataques.

En lo personal, suelo ser bastante callada , tranquila y saber estar como se suele decir. pero hay algunos temas que me sacan el lado oscuro de la fuerza jaja y a veces me digo que tendria que sacar más ese lado a relucir, si esas personas no se molestan en dar una opinión hiriente para que callarme, hay que responderles para que se vean lo mezquinas que son.

o como dice el meme... dale con la silla!
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Pues yo de más joven era hater, pero muy hater (antes de que se pusiera de moda el término). No sé qué me pasó a partir de los 40-42, que me tomo la vida con mucha más calma, y ya no gruño tanto como antes. Bueno, siempre quedan líneas rojas, pero ni punto de comparación. Ahora antes del enfrentamiento prefiero una retirada, y seguir a mi bola, ignorando la crítica o "consejito malintencionado" A la persona que critica, que le den. Las frases y zascas tipo forocarros o Mr. Puterful ayudan mucho en ese sentido ("Ok, gracias, ahora meto tu opinión en el cajón de las cosas que me importan una 💩"; "Cómo mola tu opinión, lástima que no te la haya preguntado"; "Si no me importa ni mi opinión, imagínate la tuya", "voy a meter tu opinión en el banco, a ver si genera algún tipo de interés"... ) No tanto porque las vaya soltando, que hasta eso me da pereza, sino porque las interiorizo y sigo mi marcha.
 
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