Prima, primero decirte que yo he leído muchos comentarios tuyos y aún sin conocerte me pareces una tía muy maja. No estoy nada de acuerdo con la prima que ha dicho que son cosas de adolescentes. Es una situación que no sabes lo agobiante que puede llegar a ser hasta que lo vives. A mí me pasó con una amiga hace unos años. Yo tenía 18 y ella 20. Íbamos al mismo ciclo juntas y la verdad es que éramos inseparables. Poco a poco ella empezó a copiarme cosas; la canción que sonaba en mi móvil cuando me llamaban, estilo de vestir, gustos de todo tipo... Como nuestro centro estaba en la calle donde están todas las tiendas solíamos ir a ellas en los recreos. Si veía algo que me gustaba y me decidía a comprarlo ella hacía lo mismo, recuerdo que en una ocasión vi una camiseta que me gustaba mucho y me decidí a comprarla, pues allá que ella coge su talla de la misma camiseta y dice que también se la va a comprar (ella estaba bastante más gorda que yo y era mucho más alta, y si en alguna ocasión no había su talla se compraba cualquiera, le daba igual ir embuchada o con la ropa corta con tal de comprarse lo mismo que yo), cuando estábamos en la cola de la caja, solo para ver qué hacía le digo que me lo he pensado mejor y que la camiseta no me gusta tanto, que no la voy a comprar, y coge la tía y dice que a ella tampoco le gusta tanto y que tampoco se la va a comprar. Si compraba algo para merendar ella se compraba siempre lo mismo. Y ya lo que hizo que me decidiera a distanciarme definitivamente de ella fue un día que fuimos a una zapatería (en el recreo de nuestras clases) y vi unos zapatos de los que me enamoré, me los probé y eran comodísimos y preciosos, pero en ese momento no tenía dinero suficiente en la cartera para comprármelos, así que le dije que al día siguiente llevaría el dinero y volvería durante el recreo para comprarlos. Cuando al día siguiente llego a la parada donde cogíamos el bus cada día para ir a clase juntas me encuentro con que ella llevaba puestos los zapatos que yo me había probado el día anterior y que me iba a comprar ese mismo día. Me quedé flipando y le pregunté si esos no eran los zapatos que yo pensaba comprarme esa misma tarde y me dijo que sí, que había ido esa mañana de compras y como a ella también le gustaban mucho se los compró. Por suerte todo mi entorno se dio cuenta de lo que hacía, pues yo tengo un estilo muy característico y fue un canteo cuando empezó a copiarme.