Hoy estamos solos en casa sin los niños. Íbamos a salir a cenar, pero hemos preferido quedarnos y relajarnos, seguramente empezaremos a ver la última temporada de The Last Kingdom.
Cena especial, cocina mi marido, hago de pinche puntualmente.
chuletón pequeñito de vaca de la vecindad
setas
patatas al horno (la cuezo en agua, primero, 7 minutos, les pongo el aliño que es una cucharada e aceite, hoy con pimienta de espeleta y sal, después las paso por semola y al horno)
ensalada, por ser hoy un día, hemos comprado tda clase de hojas chic, con unos tomatitos divinos del mercado y para celebrar saco una botellita de balsámico con má solera que Jordi Hurtado.
Postre: helado de vainilla con una compota de guindas. Las guindas son de nuestro jardín, las congelo deshuesadas. Las preparo en caliente con una ramita de canela y un buen chorreón de Kirsch , por encima, las espeso con una cucharadita de maicena. Por encima virutas de chocolate. Y así calentitas sobre el helado. He comprado además nata de confitería para acompañar.
Y, después de mí el diluvio, hoy hay café aunque se haga tarde y un buen ron.
Voy a encenderle una vela al diablo para que no haya improvisos y mis hijos vuelvan.
Cena especial, cocina mi marido, hago de pinche puntualmente.
chuletón pequeñito de vaca de la vecindad
setas
patatas al horno (la cuezo en agua, primero, 7 minutos, les pongo el aliño que es una cucharada e aceite, hoy con pimienta de espeleta y sal, después las paso por semola y al horno)
ensalada, por ser hoy un día, hemos comprado tda clase de hojas chic, con unos tomatitos divinos del mercado y para celebrar saco una botellita de balsámico con má solera que Jordi Hurtado.
Postre: helado de vainilla con una compota de guindas. Las guindas son de nuestro jardín, las congelo deshuesadas. Las preparo en caliente con una ramita de canela y un buen chorreón de Kirsch , por encima, las espeso con una cucharadita de maicena. Por encima virutas de chocolate. Y así calentitas sobre el helado. He comprado además nata de confitería para acompañar.
Y, después de mí el diluvio, hoy hay café aunque se haga tarde y un buen ron.
Voy a encenderle una vela al diablo para que no haya improvisos y mis hijos vuelvan.