Yo lo que no soporto es estar en casa con ropa de calle. Es que no aguanto ni un minuto con los vaqueros puestos. Y me pasa lo mismo con el pijama, nada más levantarme de la cama me planto el chándal: pantalón sueltecillo y con goma abajo, un sujetador deportivo o sin aros, camiseta vieja y alguna sudadera grandecita y abrigada. Unos calcetines y unos zuecos, el pelo en una coleta o recogido con una pinza y lista. Solo me vuelvo a poner el pijama una vez duchada y antes de meterme en la cama. Cada una con sus manías.