Como ya le he dicho a otra prima, esos sabores solo tienen significado para mí. La cosa va por grupo de letras, hay agrupaciones muy dulces y que están muy ricas (Matilde, Marta, martinete, tilde...), luego otras tienen un ligero sabor ácido que viene muy bien para contrarrestar la sensación de náusea (Federico, médico, frigorífico), otras son muy empalagosas (Gonzalo, Guadalupe, grupo...). Otros nombres o palabras son comidas, directamente. En mi caso también se mezcla otro tipo de sinestesia, y me suele ocurrir mucho que hay un coche por donde yo vivo de un determinado color, que siempre me produce la sensación de tener helado en la boca...muy, muy frío. Es que la sinestesia es eso, una mezcla de sentidos.
A mi el nombre de Sandra siempre me ha traído el sabor del chicle de sandía por un motivo que desconozco.
Teresa me sabe a pastel, a una tarta, tarta como de fresa, o fresas con nata.
Alejandro a algo refrescante, como Andrés.
Martín a Cocacola.
Santiago a pan o pastelería, parecido a Teresa.
Alberto y Roberto a tortilla.
Noelia a zanahoria.
Natalia a nata.