Nombres que ponen los padres a sus hijos que os parecen raros, no os gustan u os gustan.

Igual pusieron los apodos en la lápida. No sé, es una posibilidad también.


Conozco a una Pepa que ya dijo mucho antes de morir que ella bajo ningún concepto quería el nombre de Josefa en su lápida. Y en su lápida pone Pepa.
No sabemos si igual Pepita y Julita dedicieron poner los nombres por los que las conocían cariñosamente antes que sus nombres de pila. A mí me ha encantado ver esos nombres en sus lápidas.
En mi pueblo hay uno que tiene puesto su mote, sin su nombre ni más datos, y una frase graciosa, como si se estuviera viendo de nosotros desde el más allá. Cuando voy al cementerio y veo su tumba es inevitable no reírme.
 
Primas, hoy traigo al hilo a Pepita y a Julita que se suman a la lista de señoras que decidieron poner sus diminutivos en sus lápidas en lugar del nombre por el que nadie las llamaba. Pepita es nacida en el año 1932 y Julita en el año 1937. Ambas descansan en el mismo cementerio.

Ver el archivo adjunto 2182575

Ver el archivo adjunto 2182578

En la tumba de mi tía y mi abuela decidimos ponerles los diminutivos de sus nombres (porque así les gustaba a ellas ser llamadas), y los apellidos.
 
En la tumba de mi tía y mi abuela decidimos ponerles los diminutivos de sus nombres (porque así les gustaba a ellas ser llamadas), y los apellidos.
Sí, Pepita y Julita también tienen los apellidos. Es decir, tienen puesto el diminutivo y los dos apellidos.
Seguramente nadie las llamaba ni Josefa ni Julia en su día a día.
 
Por cierto, la cosa más rara que he visto en una lápida ha sido en un cementerio de Madrid. Ponía algo así como "tumba del Ser Marrón". No lo recuerdo bien, pero me impactó.
Es cierto, a veces te encuentras inscripciones rarísimas. Justo ayer vimos una en la que ponía, simplemente: "Pintor. Pinto y callo." Ni nombre ni fechas ni nada. Y la lápida estaba bien, me refiero a que estaba cuidada y la inscripción era grabada y todo, así que el finado al parecer sigue con la misma actitud reservada una vez muerto. O podemos concluir también que para él era más importante que sepamos qué hacía en la vida a que conozcamos su nombre.
 
Sí, Pepita y Julita también tienen los apellidos. Es decir, tienen puesto el diminutivo y los dos apellidos.
Seguramente nadie las llamaba ni Josefa ni Julia en su día a día.

Los nombres de mis familiares eran religiosos del tipo María de la Penitencia y María del Yuyu Supremo, así que a ellas no les gustaban nada y todos las conocían por los diminutivos.
 
Es cierto, a veces te encuentras inscripciones rarísimas. Justo ayer vimos una en la que ponía, simplemente: "Pintor. Pinto y callo." Ni nombre ni fechas ni nada. Y la lápida estaba bien, me refiero a que estaba cuidada y la inscripción era grabada y todo, así que el finado al parecer sigue con la misma actitud reservada una vez muerto. O podemos concluir también que para él era más importante que sepamos qué hacía en la vida a que conozcamos su nombre.
En el cementerio de mi pueblo está enterrado un fotógrafo y la lápida es como una especie de collage con fotos que hizo él durante su vida, de viajes, con su familia, etc., me parece preciosa.
 

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