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Tendemos, por desgracia, a compararnos con el resto y casi siempre en esa balanza de las comparaciones solemos salir perdiendo las que comparamos. Supongo que a la inversa, ellas te envidiarían a ti por no tener responsabilidades y poder hacer y deshacer a tu antojo, cosa que no podemos hacer las que somos madres, porque ya nuestros actos los miramos más porque no nos afectan a nosotras en exclusiva. Al final yo creo que cada uno caminamos nuestro camino, que es el que o hemos decidido tomar o es el que nos ha tocado, y a grandes rasgos solemos estar contentos con ello, aunque podamos cambiar cosas porque realmente la vida perfecta no existe.Si eso es lo que me digo yo a mí misma, pero aun así como que me duele o me siento mal por no tener eso. Comparar tu vida con la de los demás no está bien porque al final cada uno es de una manera y tiene sus propias circunstancias, pero de algún modo al final yo me comparo y no sé si será culpa de la sociedad o qué me siento mal por llegar a los 30 y no tener lo que de alguna manera se espera que tenga.