Mi suegra, cuando mi marido y yo éramos novios, le preguntó: ¿A quién quieres más, a tu novia o a mí? Total , que mi marido le dijo: A mi novia.
No os podéis imaginar el disgusto de mi suegra:¡ Pero si eres sangre de mi sangre, yo te he parido y una madre es una madre, uy, qué disgusto me acabas de dar! Mi cuñado, que estaba al quite y que también tenía novia, le dijo a su madre dejando peor a mi marido: Yo te quiero a ti más, mamá.
El día de nuestra boda mis suegros se empeñaron en pasar la noche con nosotros. Yo le dije a mi marido que eso no me parecía bien porque yo quería disfrutar de intimidad precisamente esa noche. Su hermano no se ofreció a hospedar a mis suegros , que pernoctaron finalmente en casa de unos amigos de mi suegro.
Por otra parte, mi hija me contó que pasando el verano con sus abuelos paternos, cuando ella tenía 16 años, le dijeron que mi suegra , cuando mi marido se casó conmigo tuvo que medicarse y que yo era muy mala porque había hecho que la abuela tomara pastillas para los nervios. Menos mal que mi hija es sensata y estamos muy unidas, además que mi marido también ve las cosas en su justa medida y no se pudo conseguir el propósito de malmeterla contra mí. Con mi suegra ( y luego con mi suegro cuando los dos se aliaron) hemos tenido muchas movidas pero gordas, y tanto es así que al final han conseguido que los dos hijos no se hablen porque han ido influyendo negativamente en mi cuñado hablándoles pestes de mí e implicando con ello a mi marido. A mi marido lo que le molesta, ya no le afecta emocionalmente, es la distinción que hacen sus padres en el trato respecto a los dos hermanos. Mientras que todo es respeto reverencial al hermano, su mujer e hijos, hacia nosotros todo es desdén, minusvaloración y bronca.
La conclusión que extraigo de esto es que mis suegros han enfocado la relación conmigo como una lucha de poder, ya perdida de antemano porque mi marido obviamente siempre va a poner en primer lugar a nuestra hija (que es mi vivo retrato, aspecto que era muy criticado por ellos diciéndola por ejemplo que no estudiara lo que yo he estudiado y que se corte el pelo para no tenerlo como yo , aunque la personalidad, muy diplomática, reflexiva y tranquila, es la de mi marido) y a mí como su esposa y compañera de vida. Es una pena que mis suegros no hayan comprendido esto porque seguro que la relación sería maravillosa.
Una conocida tuvo a su suegra viviendo unos meses con ellos, cuando llegaba su marido y preguntaba al aire “dónde está mi amor?” la loca de su madre en seguida salía “ aquí hijito, aquí!” obvio la pregunta era para la esposa, pero nunca falta una suegri ridicula y celosa!!!
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