Si a las chiquillas ni tan siquiera las han dejado aprender a navegar con sus primos en un resort que conocen como la palma de su mano, dudo que las dejen convivir con perfectos desconocidos en un remoto campamento. Ademas, con las formas que le hemos visto en publico a Leonor, en un plis plas la ponen en su lugar las compis americanas.
No sabemos si las niñas no quieren navegar o es su madre la que lo prohibe. Yo me inclino a pensar que no les apetece la vela. Que guste a sus abuelos, padre, tias, primos no quieren decir que a ellas les tiene que gustar. Tampoco sabemos si hacen cursos de vela en las vacaciones secretas. No sabemos nada.