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Te agradezco que hayas contado estás cosas,me siento muy identificada con sentimientos que expresas.Si una muerte aunque sea esperada es dolorosa,me imagino que una muerte repentina cómo te ocurrió a ti con la de tu padre es un shock,un trauma porque además de dolorosa es desgarradora.
A mí,por ejemplo,me da muchísima envidia cuando veo a alguna chica de mi edad ir con su madre de compras,por la calle,tomando un café y nunca he sido una persona envidiosa,pero, sí,la envidia ha llegado a mi vida, es que me pongo a llorar y pienso en cómo me gustaría estar en esa situación .
Me pasa como a ti, yo no quiero que nadie tire nada de mi madre,en su cuarto de baño todavía están sus maquillajes,pintalabios,sombras de ojos,pintauñas en los cajones donde ella los guardaba.
Si alguien me lee, pensará que estoy loca,pero me he plastificado hasta un tratamiento para el vértigo que me escribió para no perder nunca su letra.Me he comprado su perfume,el último que utilizó y rocio su ropa con él y cuando llega mi padre o algunos de mis hermanos a casa y dicen"huele a mamá" me da alegría.
Aconsejan desprenderse de todo los primeros días,dicen que conforme pasa el tiempo es más doloroso,pero yo no quise hacerlo.
Y yo la vida social la dejé,la gente intenta ayudar llamando para que salgas,piensan que es bueno que te distraigas y lo hacen de buena fe,pero yo lo rechazaba,aún lo sigo rechazando,pero ahora es diferente,algún día si que me apetece salir y lo hago,supongo que con el tiempo te pasará lo mismo,pero no me fuerzo ni esfuerzo lo más mínimo.¿Que diferente lo que hacemos a lo que aconsejan los especialistas,verdad?
A mí me ayudó mucho un amigo de mi padre que es psiquiatra,después del funeral ,estuvo hablando conmigo como amigo de mis padres,no como médico,me dijo que no me preocupara que el duelo dura unos dieciocho meses más o menos,que a partir de ahí si que se considera algo que hay que tratar aunque ,claro que dependía de la persona y del caso,que expresara mís sentimientos y no me reprimiera y que hiciera caso a las señales de mi cuerpo.
No te culpes.Creo que de todo lo que sientes ,la culpa es lo peor que estás viviendo.¿Por qué no le escribes una carta a tu padre,dos o tres líneas si no tienes fuerzas y aunque no tienes culpa de nada ,le pides perdón y le dices lo que tú sientes?
Sabes,tu padre ya sabe que estabas desconcertada y no quiere que sientas culpa de nada.
Efectivamente, con una muerte repentina lo que sientes no tiene nombre. Es como si te hubiera pasado un camión por encima y hubiera arrasado con todo.
La envidia me puede, tengo mucha envidia ahora cuando veo a chicas con sus padres, felices, abrazados, tomando algo, mi padre era muy bueno y muy cerrado también pero esas cosas no solía hacerlas y ahora me da muchísima más envidia que antes el verlo en otras personas.
Si, hay mucha diferencia con lo que aconsejan los especialistas, pero sinceramente me distraigo más trabajando que tomándome un café con alguien. Puedo parecer antisocial ahora mismo pero es la verdad.
Creo que haré lo de la carta, en su día lo pensé y quería hacerlo y que lo incineraran con ella pero al final no lo hice, creo que me desahogaría mucho y quizás me alivie la angustia.
A todos esos sentimientos y sensaciones tengo que añadirle otro más:
El miedo a la vida.
Ahora mismo estoy en mi cama, con los papeles de aceptación de la herencia en un lado de esta, los mismos que mañana tengo que firmar con mi madre y tengo que reconocer que me he “cagad*” al leerlos, tengo miedo, tengo mucho miedo de lo que se me viene encima, tengo miedo porque no tengo un trabajo estable, ni una familia hecha, ni otro sueldo que entre en casa, mi madre está mayor también, negó miedo a que me deje y quedarme sola, tengo mucho miedo a lo que pasará el día de mañana.