Hola primas, uppeo este hilo porque esta semana voy a pasar unos días con mi padre (es una larga historia) y estoy muy estresada.
Él es la típica persona que con los de fuera aparenta una cara (aunque eso no quita que los critique por detrás) y con su familia es insoportable, la verdad es que esto más que unas de vacaciones lo considero unos días de trabajo, porque si quiero que todo vaya más o menos bien, no tengo que llevarle la contraria en nada (si no empieza a gritar y a decirme que soy una egoísta, que soy una creída, que soy malpensada, que pienso que soy mejor que él... y que no se me ocurra intentar defenderme, porque entonces lo tuerce todo para que sea culpa mía), de hecho una vez me dijo que lo que más le gustaba de mi madre era que todo le parecía bien y siempre estaba de acuerdo con él. Lo peor es la cara con la que lo dice, no sé, es como una mezcla de rabia y desprecio
Hace unos días he hecho una reflexión que me gustaría compartir con vosotras, ¿también se os ha ocurrido que a lo mejor se comportan así porque nos tienen envidia? No sé, tal vez porque nos tocó crecer en una época con más oportunidades y con más cosas tecnológicas. Lo comento por varias cosas que he observado no solo en él, sino en más gente de esa época (años 50): desanimar, quitar mérito a lo que hacemos, decir que trabajar en una oficina no es trabajar porque estás sentada...
En fin, espero que esos días pasen rápido.
Padres y madres que envidian a sus hijos no es algo raro, y está más extendido de lo que pensamos.
Luego estos padres que hacen la vida imposible a sus hijos y les dicen cosas muy hirientes, son precisamente, los que de cara a los vecinos son super majísimos y buenas personas, que si les cuentas cómo son en realidad, nadie se lo cree. Lo hacen a drede para que nadie sepa de su verdadera naturaleza.