No vivo en el mundo imaginario, gracias por tu preocupación. Me va bien con mi forma de ver la vida igual que seguramente a ti te irá bien con la tuya.Para mí no, porque de alguna manera real hay que vivir, no en el mundo imaginario.
Y no es lo mismo aguantar por la empresa, que compartir la pasión por la arquitectura. Tampoco es lo mismo asumir que " hay que" tener hijos, o que de verdad nada te haga más ilusión que la paternidad, único papel vital en el que no somos sustituibles.