Una amiga se cayó en la calle, se fracturó el antebrazo y se golpeó la cabeza de tal manera que quedó medio atontada en la acera. Pues así como hubo quien pasó de largo, hubo quienes la ayudaron a levantarse y llamaron a la emergencia. Pues cuando se recuperó, en la ambulancia, notó la falta de su celular, de la billetera y hasta del cambio que llevaba en el bolsillo del anorak. Esto sí es miseria humana, robarle a quien se está retorciendo de dolor y conmocionado...