Coronavirus - Parte II - Encuesta sobre vacuna

¿Te vas vacunar contra el covid?

  • Votos: 916 61,3%
  • No

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  • Solo si me obligan

    Votos: 115 7,7%
  • Todavía no lo sé

    Votos: 193 12,9%

  • Total voters
    1.495
También hay mucho jefe que cree firmemente en que trabajar es calentar la silla

Si no estás diez horas bajo su visita, no trabajas
Es una cultura muy española, que debería desaparecer pero en España tampoco estamos acostumbrados a trabajar por objetivos y hay muchos trabajos cuyos objetivos son muy difusos y muy poco calculables. Y luego si les echan por no cumplirlos la gente se queja de que son inalcanzables.
 

Ocho errores que comete España en la gestión de la pandemia que pueden llevarnos a una "espiral sin fin" de confinamientos periódicos​


Foco
SALUD PÚBLICA
Consumidores de terrazas, bares y cafeterías de Málaga portan sus mascarillas. Consumidores de terrazas, bares y cafeterías de Málaga portan sus mascarillas
Marta Borraz
4 de noviembre de 2020 20:46h
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@martaborraz
Que esto iba a ser una especie de 'ensayo y error' a escala global es algo que se repitió numerosas veces a las puertas de la desescalada. El fin del confinamiento estricto nos llevaría a un escenario de restricciones y alivios continuos en el que llevamos viviendo desde hace meses. Los contagios están descontrolados en España, y en toda Europa, lo que está obligando a tomar medidas drásticas. El encierro domiciliario vuelve a planear para frenar en seco al virus, y aunque aquí no se ha decidido aún, es una posibilidad. En este contexto, los expertos advierten de que ya la primera ola nos enseñó algunas cosas que todavía nuestro país no aplica con contundencia y no en todas partes, que serán indispensables para cortar los contagios y sin los que volveremos en meses a donde estamos hoy.


The Lancet ya señaló hace algunas semanas las carencias en el rastreo y la falta de criterios claros como dos de los fallos de la desescalada. Muchas de estas medidas pendientes son estructurales y pasan por el refuerzo de las capacidades del sistema. Sin estas actuaciones, creen los especialistas, "estaremos condenados a confinamientos periódicos y recurrentes" en una especie de "espiral sin fin", en palabras del epidemiólogo Fernando García. "No podemos esperar a que llegue la vacuna para salvarnos y no será la varita mágica que nos saque de esto porque eso no ocurrirá sin que se apliquen todas las medidas, tantas veces repetidas pero pocas veces aplicadas", añade el especialista. Estos son algunos de los errores que España sigue cometiendo:

Un rastreo poco exhaustivo​

Es una de las patas clave de la estrategia para controlar el virus, la primera barrera de contención que, cuando falla, acaba dando lugar a un brote explosivo de casos. Sirve para identificar las cadenas de transmisión y romperlas mediante el aislamiento de los positivos, pero en España ha llevado todos estos meses incrementar el número de profesionales que se dedican a ello y aún son varias las voces que piden un refuerzo extra. En Madrid, por ejemplo, no hay constancia de que se haya llegado a los 1.500 prometidos y en Galicia los médicos de familia acaban de pedir que se multipliquen. Pero, más allá, el rastreo no solo es un cuestión de números, y los expertos reclaman una estructura de Salud Pública "coordinada" y que haga un análisis profundo y exhaustivo del mapa de contagios.

Pilar Serrano, epidemióloga y miembro de la Asociación Madrileña de Salud Pública, explica que el descontrol actual dificulta mucho la tarea, pero "sigue siendo necesaria e incluso debe ser reforzada": "Parece que se han incorporado más rastreadores, pero seguimos con falta de transparencia y no sabemos cuál es el perfil. Es una labor compleja y no es solo dar un listado de nombres a una persona en un call center. Hemos pecado de simplificar el rastreo y no estamos haciendo uno auténtico", lamenta. Junto al modelo imperante de rastreo 'hacia adelante', es decir, identificar todos los contactos de cada caso, "lo ideal" es hacer también el 'retrospectivo', que implica intentar averiguar quién ha infectado al caso primario. Apenas se habla de ello en España, pero sin él "nos estamos perdiendo una parte importante", añade Serrano.

Una Atención Primaria en colapso​

El aumento de los contagios llevó a final de verano a los centros de salud al límite y todas las sociedades médicas se unieron para dar la voz de alarma ante lo que consideran la "crónica de una muerte anunciada" que acabaría en colapso. La presión está ahora en los hospitales, pero la Atención Primaria no ha dejado de estar sobrecargada en la mayor parte de territorios. En los primeros, hay planes de contingencia ante el aumento de casos y Sanidad obliga a las comunidades a tener la previsión de poder aumentar las camas de agudos y UCI en máximo cinco días, pero en los centros de salud no hay una regla unificada ni numérica. La tensión se mantiene sin apenas contrataciones y con plantillas agotadas, a pesar de que es considerada la pieza clave para atajar rebrotes y una de las áreas sanitarias más perjudicadas por los recortes de la última década: todas las comunidades menos una invirtieron en ella menos que en 2009.
Marta Fernández / Europa Press

Sin intervención comunitaria y social en los barrios​

Ser capaces de acercar la salud pública a la gente es todavía un reto en nuestro país. O, al menos, hacerlo de forma generalizada. Hay algunos ejemplos, como el plan de intervención comunitaria diseñado en Palma con el confinamiento de cinco barrios obreros en septiembre por un repunte o en Zaragoza. En líneas generales, se trata de diseñar una estrategia de comunicación y acercamiento mediante trabajadores sociales o mediadores culturales que acuden puerta a puerta a informar, comunicar que se debe cumplir la cuarentena y que cuentan con las condiciones para ello y resolver dudas. En Palma, se utilizaron las redes y entidades de las que ya disponían los barrios, se informaba del catálogo de ayudas municipales y se ponía a disposición hoteles sanitarios en caso de no poder garantizar su aislamiento en el hogar.

Pilar Serrano, experta en salud comunitaria, considera que es algo que deben hacer también los centros de salud, pero "la precariedad de la estructura y la falta de profesionales" lo impide. "Hay que conseguir que la población se involucre, que colabore porque lo ve importante, que entienda cuáles son los mecanismos de transmisión del virus, qué mascarillas se pueden usar, por qué tiene alguna razón bajar la cuarentena de los 14 a los 10 días o por qué es importante quedarse en casa aunque haya dado negativo. Es lo que se llama en inglés community engagement e implica la implicación de la comunidad". Los expertos piden a los ciudadanos el cumplimiento de las medidas –de hecho, las multas por incumplimientos de cuarentenas, botellones o fiestas ilegales son una realidad–, pero reivindican también el papel del sistema sobre todo en los casos de personas más vulnerables.

Confusión y mensajes poco claros​

Es algo en lo que todos los expertos coinciden. El esfuerzo que Gobierno central y comunidades hacen en explicar qué medidas se toman, cuándo y por qué es a veces insuficiente y en ocasiones genera confusión. El primer caso lo vimos en abril con las salidas de los niños y niñas, pero también el desconcierto reina en algunas comunidades como Madrid, con continuos cambios de restricciones y zonas de salud afectadas. El principio de curso fue otro ejemplo, con las familias lamentando instrucciones contradictorias si su hijo o hija había sido contacto de un positivo y con incógnitas en el aire. "Los mensajes deben ser suficientemente claros, inequívocos y coherentes entre sí, así como acordes a la gravedad de la situación", cree Fernando García.

En ocasiones, afirman los especialistas, no se ha explicado con precisión por qué algunas comunidades han dejado de hacer PCR a contactos estrechos, por ejemplo. Y al final se ha acabado provocando un escenario "en el que mucha gente tiene la sensación de que no entiende o no sabe lo que puede o no hacer", añade Serrano. Los expertos coinciden también en que a esto contribuye la falta de homogeneidad en las medidas, ahora que la gestión en la pandemia recae en las comunidades, y piden que en la medida de lo posible haya respuestas coordinadas.

El pasado 22 de octubre el Consejo Interterritorial aprobó la guía de medidas con umbrales fijos a los que se asociaban medidas concretas en función del nivel de alerta, un paso "loable", en opinión de García, pero que "se ha dejado a criterio de las comunidades" en forma de recomendaciones. "La gestión de la comunicación puede ser ampliamente mejorada. Y además se necesita tomar medidas más homogéneas, salvo que haya circunstancias muy particulares que lo justifiquen. ¿Por qué el toque de queda empieza a las 22 o a las 00 teniendo indicadores epidemiológicos similares?", se pregunta Alberto García-Basteiro, epidemiólogo e investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona. García añade otro ejemplo: "La gente no entiende que se prohíban reuniones de más de seis personas y no se impida que el transporte público esté atestado".

La pugna política​

Gestionar la pandemia de coronavirus en medio de un tira y afloja político puede poner en peligro el cumplimiento de las medidas. Y en España, hemos asistido a varios capítulos. El más claro fue en Madrid, con el enfrentamiento entre Isabel Díaz-Ayuso y el Gobierno de Pedro Sánchez ante la escalada de contagios y a pesar de la escenificación de un acuerdo que saltó por los aires. La pugna política llegó al punto de que el ministro de Sanidad anunciara unas medidas "de obligado cumplimiento" y el consejero autonómico minutos después comunicara su desobediencia por considerarlas "no válidas". O a la convocatoria de Salvador Illa de una rueda de prensa cinco minutos antes para expresar su desacuerdo con un plan que casi al mismo tiempo anunciaba la comunidad. Manuel Franco, epidemiólogo y profesor de la Universidad de Alcalá y de la Johns Hopkins lamenta que las medidas "se hayan politizado" y el panorama esté inundado de "cuestiones políticas e ideológicas que solo provocan que perdamos el foco de la salud pública y van en contra del control de la pandemia".

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se saludan durante su comparecencia del 22 de septiembre

El teletrabajo, olvidado​

El trabajo a distancia en aquellos puestos que sea posible ha pasado de ser uno de los mantras más repetidos a pasar casi desapercibido en la esfera pública. Se ha quedado en una mera recomendación en el documento de medidas anti COVID aprobado por Sanidad y las comunidades y, a pesar del incremento de contagios en todo el país, son muchas las empresas que teletrabajaron en la primera ola y que ahora obligan a sus empleados a acudir a la oficina. La medida está en un segundo plano, pero los expertos coinciden en que en un escenario como el actual sería beneficiosa. García alude a que "en una situación como esta son necesarias medidas mucho más drásticas", entre ellas, "la obligación del teletrabajo cuando se pueda, que es un elemento decisivo para reducir la movilidad".

Falta de anticipación y escasa apuesta por los exteriores​

El cierre del interior de bares y restaurantes es algo que en España se ha puesto sobre la mesa más tarde que en el resto de países europeos. Cuando aún ninguna comunidad lo había decretado, varios países con menores incidencias habían tomado la decisión. Ahora ya son cinco las autonomías que han optado por la medida. Es, para los expertos, un ejemplo de la escasez de antelación: "Hay falta de anticipación. Es necesario tomar medidas de restricción de movilidad mucho antes de que los sistemas de rastreo y Atención Primaria se colapsen", dice García-Basteiro. La primera acción coordinada por Sanidad, con la que se cerró el ocio nocturno y se prohibió fumar sin distancia, se tomó con una incidencia de más de 100 casos por cada 100.000 habitantes.

Es un equilibrio delicado por las cuestiones económicas y sociales que entraña, y de hecho, ni siquiera todos los epidemiólogos estaban hace un mes de acuerdo con el cierre tajante de bares y restaurantes. Pero ahora la situación es más grave. "¿Debería haberse hecho gradualmente?", se pregunta García. "Probablemente, pero ahora apenas queda tiempo y hay que actuar ya con medidas drásticas. Después se pueden explorar alternativas como la de Chicago: reducción de aforos de interiores al 25%, advertencias a los clientes del peligro de consumir en las instalaciones y actividad principal en exteriores".

En esto sí coinciden todos los expertos: en la falta de apuesta de España por el exterior. El paradigma es Nueva York, que aprovechó los meses estivales para sacar negocios a la calle. Aquí no ha habido un desarrollo generalizado de estas opciones y, por el contrario, el cierre de parques ha sido una de las medidas que se han ido tomando. Como ejemplo, la orden aprobada por Sanidad que obligó a cerrar Madrid y otras nueve ciudades establecía un aforo similar dentro y fuera de la hostelería: del 50% y del 60% en las terrazas. Aún hay margen, considera García, a pesar de la llegada del frío: "Los interiores son un peligro y hay que huir de ellos". Por su parte, Franco considera que en las últimas semanas ha calado más el mensaje "y hemos aprendido", pero "todavía podemos hacer más".

Falta de un centro "potente" de salud pública y datos reales​

Los especialistas señalan por último la falta de un "cuerpo potente de salud pública" que se encargue de la vigilancia epidemiológica y la recopilación de datos. Las cifras siguen siendo un quebradero de cabeza, aún se continúa limpiando y corrigiendo la serie y las comunidades siguen notificando casos con un enorme retraso, de forma que el dato diario de contagios sigue siendo inferior al real. Las de salud pública son, al igual que las sanitarias, plantillas muy mermadas que han estado sometidas a mucha presión durante estos meses, y aún así "seguimos adoleciendo de estructuras fuertes, tanto a nivel nacional como en las comunidades", añade Franco. Lo que más podría parecerse es el Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que dirige Fernando Simón, pero "en realidad es un área específica de la salud pública y con poca gente trabajando".


Aparte de todo lo anterior sigo pensando que una buena parte son las mascarillas. Si las usamos en condiciones pueden ser efectivas, pero si las usamos mas tiempo del que recomiendan es como si no llevamos nada. ¿Como se controla eso? ¿Y los filtros de las que son de tela?

Y ya no hablo del que no se tapa la nariz con ellas. :eek:
Todo muy bonito hasta que se piensa en las consecuencias económicas de esas medidas. Si hubiera dinero seria ideal, pero no lo hay.
 
Xq, en el caso de los ingresos, se han duplicado muchísimos casos

Entrada en urgencias, entrada en planta y entrada en UCI del mismo paciente, por ejemplo. Tres ingresos cuando son uno. Y han enviado los tres en diferentes momentos

Y esos son directos, los facilitan los mismos hospitales, no hay ningún funcionario cocinando nada

Habría que ver si que periodo corresponden ese 46%, xq desde Mayo hay una ficha individualizada única x cada paciente

Creo que alguna prima lo comentó por aquí, pero en Octubre hubo una comunidad que sumó a los casos notificados de ese día, casos pendientes de notificar de ABRIL

Así es como se está trabajando
No se quien dijo una vez que la sanidad publica esta bien informatizada. Desde el momento en que entras por la puerta de un hospital te deberían de coger los datos y que cada vez que pasas a una zona u otra quede registrado como un proceso. De verdad trabajo en ingenieria de procesos y es bien facil pero claro supone una inversión de dinero que ahora entiendo no es la prioridad pero no sabéis la cantidad de procedimientos duplicados que podrían eliminarse y se ahorraría una cantidad de tiempo alucinante.

A mi me sigue quedando la duda de si alguien da positivo dos veces no se cuente dos veces. Conozco casos de gente que les han hecho PCR y test de antígenos a la vez y por suerte han dado negativo pero si dieran positivo, se cuenta dos veces? Igualmente cuentan como dos test y entran en la contabilidad como tal cuando es a la misma persona.
 
No se quien dijo una vez que la sanidad publica esta bien informatizada. Desde el momento en que entras por la puerta de un hospital te deberían de coger los datos y que cada vez que pasas a una zona u otra quede registrado como un proceso. De verdad trabajo en ingenieria de procesos y es bien facil pero claro supone una inversión de dinero que ahora entiendo no es la prioridad pero no sabéis la cantidad de procedimientos duplicados que podrían eliminarse y se ahorraría una cantidad de tiempo alucinante.

A mi me sigue quedando la duda de si alguien da positivo dos veces no se cuente dos veces. Conozco casos de gente que les han hecho PCR y test de antígenos a la vez y por suerte han dado negativo pero si dieran positivo, se cuenta dos veces? Igualmente cuentan como dos test y entran en la contabilidad como tal cuando es a la misma persona.

Tu porque entiendes, yo simplemente se que ni un triste correo electrónico a mi médica de cabecera: quise incorporar a mi expediente unos resultados de análisis de sangre del reconocimiento medico del trabajo, pues tuve que imprimirlos, meterlos en un sobre e ir en persona al centro de salud a dejar el documento.

Me parece la-men-ta-ble, porque además luego se deberían escanear e incorporar, pues no.

ARCAICO me parece ARCAICO
 
Entenderle es fácil, prima

Solo hay que ponerse en su cabeza

Si da él la orden de cerrar hostelería, por ejemplo, es el quien tiene que compensar económicamente los cierres, xq en el aire no va a poder dejarlos a estas alturas

Si el cierre lo decreta el Gobierno central, los Paganini son ellos

En el fondo, y dejando a un lado las derivadas políticas, es una cuestión de pasta

De pasta que no hay
A ver, claro que lo entiendo y sé su estrategia.
Pero no entiendo que tenga el cuajo de llevarla a cabo mientras tu servicio de salud está implorando a los medios de comunicación medidas contundentes ya.
Y perder vidas frente al dinero es algo que nunca entenderé.
Son vidas que las han sangrado a impuestos.
 
El latigismo y gritar al empleado para sentirse superior. Otros que con el teletrabajo no podrían
Pues sí, todo lo que habéis comentado Liar y De Paseo sucede. Otras veces, no se hace por costumbre. Pero eso es desde la perspectiva de las empresas. Lo que yo me pregunto es qué impide al gobierno ponerlo obligatorio... No termino de ver qué lo impide.
 
Tu porque entiendes, yo simplemente se que ni un triste correo electrónico a mi médica de cabecera: quise incorporar a mi expediente unos resultados de análisis de sangre del reconocimiento medico del trabajo, pues tuve que imprimirlos, meterlos en un sobre e ir en persona al centro de salud a dejar el documento.

Me parece la-men-ta-ble, porque además luego se deberían escanear e incorporar, pues no.

ARCAICO me parece ARCAICO
O porque por ejemplo cuando necesitas un volante para una prueba, no se lo puede mandar el médico directamente al especialista
 
Es decir, que está esperando a que todas las comunidades pidan el confinamiento domiciliario?
Este “señor” está echándose a la espalda ya demasiados fallecidos, que podrían evitarse. Aún siendo táctica es que no me cabe en la cabeza
Es lo que llevo yo diciendo en 15 comentarios desde hace dos semanas.
Es un avión con muertos a diario.
Y esos muertos tienen nombre y apellidos.
Y familia.
 
Es lo que llevo yo diciendo en 15 comentarios desde hace dos semanas.
Es un avión con muertos a diario.
Y esos muertos tienen nombre y apellidos.
Y familia.
Creo que no habría encontrado yo mejor ejemplo. Es terrorífico, enserio. Y aún dicen que habrá que esperar 3/4 semanas para ver cómo se desarrolla esto? Pero en qué tipo de país nos estamos convirtiendo?
 
A ver, claro que lo entiendo y sé su estrategia.
Pero no entiendo que tenga el cuajo de llevarla a cabo mientras tu servicio de salud está implorando a los medios de comunicación medidas contundentes ya.
Y perder vidas frente al dinero es algo que nunca entenderé.
Son vidas que las han sangrado a impuestos.
Muchas de esas vidas son además ciudadanos que durante la posguerra trabajaron más duro que nadie, para que los que hemos tenido el privilegio de vivir después esa época de bonanza.
Asqueroso lo que están dejando que suceda
 
Creo que no habría encontrado yo mejor ejemplo. Es terrorífico, enserio. Y aún dicen que habrá que esperar 3/4 semanas para ver cómo se desarrolla esto? Pero en qué tipo de país nos estamos convirtiendo?
Si estamos 3/4 semanas sin confinamiento domiciliario, llegado el momento no bajan este pico en 15 días ni en sus mejores sueños.
 

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