Si no le dices nada, alarga la agonía hasta que se vaya a nuevo destino y ahí es cuando tú te das cuenta, muy dolorosamente, que has sido el entretenimiento de transición.
Así que has hecho fenomenal.
Las relaciones de rebote suelen empezar así, intensísimas, pero no es un intensidad fruto del amor, sino de la necesidad y las prisas por sustituir una relación por otra, tapando los huecos que se han quedado entre medias.
El enamoramiento real suele empezar también con intensidad, pero no con sensación de que hay demasiadas prisas.
Así que has hecho fenomenal.
Las relaciones de rebote suelen empezar así, intensísimas, pero no es un intensidad fruto del amor, sino de la necesidad y las prisas por sustituir una relación por otra, tapando los huecos que se han quedado entre medias.
El enamoramiento real suele empezar también con intensidad, pero no con sensación de que hay demasiadas prisas.