Qué lección te ha dado la vida

Estos días me he enterado de que ha muerto una persona que fue querida en una época. Fue amigo y la cosa acabó mal porque era impulsivo, inestable e imprudente, de esta gente que lo que más quiere es que le hagan caso y lo que acaba consiguiendo es que la gente le rechace. Hace años que no sabía de él.

No sabemos las causas de la muerte y la familia no quiere contar, lo cual me hace sospechar aún más...

He pensado "buf, a lo mejor debí haber intentado ayudarle más" (y eso que fue él quien dejó de relacionarse conmigo), pero luego he pensado en otra lección que me ha dado la vida y es que no todo es solucionable ni todo el mundo es ayudable. Me ha dado mucha pena, he pensado mucho en él.
 
Hay una canción de John Mellencap llamada justo "Your life is now"

Aunque hay gente que considera que es una cancion religiosa, yo estoy de acuerdo con esta interpretación: Released in 1998 as a single from his album “John Mellencamp,” the song resonates deeply with listeners, evoking a sense of urgency and encouraging individuals to seize the present moment. With its introspective lyrics and spirited melody, the track is a testament to the transformative power of embracing life wholeheartedly.

 
Es que vienen tantas cosas en la vida... Se muere tanta gente tan joven, mucha de forma repentina... En gallego hay un dicho que es: "Mañá morremos" (mañana morimos, un carpe diem regional). Y es así. Mañana no se sabe, dentro de una hora no se sabe.
 
Para mí, la gran lección es que vivir es ahora. No podemos volver atrás ni está en nuestra mano controlar lo que venga. Sólo hay ahora.
Es que es cierto. Planear un futuro en base a cómo estás ahora puede llegar a ser muy doloroso, porque la vida siempre se interpone con sus caminos sinuosos y acabamos teniendo que enterrar esa expectativa de futuro, bien porque nosotros ya no somos lo que en su momento éramos, porque nuestra vida ha cambiado así como nuestro entorno. Y, si hay algo muy común en terapia, son los dolores por haber perdido ese futuro que nos movía. Está bien tener expectativas, pero cuidado en dónde ponemos nuestro esfuerzo y nuestros objetivos
 
Creo que algunas de las lecciones de vida de mis veinte han sido:

- No intentes amoldarte a la entrada que te ponen delante, busca aquella por la que puedas entrar sin alterarte. La autenticidad es el centro indispensable para poder rodearte de un círculo que te sume, que te haga salir de tu zona de confort y encontrar un motor en tu vida.

- La soledad es tan importante como la compañía.

- No nacemos sabidos, ni siquiera de nosotros mismos. La vida es un aprendizaje constante así como autodescubrimiento continuo; y por eso mismo, cometer errores es importantísimo.

- Dudar, preguntarse cosas, es la base de una vida satisfactoria.

- Y no, estar en el mismo lugar no implica una vida más estable y, por ende, más sana. Tenemos una concepción errónea de que fácil y bueno son lo mismo.

- Déjate de gilipolleces de qué es lo normal y qué no. Tú eres tú y tu vida es solo tuya, no intentes buscar el sentido desde el ojo "social" o ajeno.

- Las revisiones médicas son importantes. A nadie le apetece ni le gusta ir al médico, así como estar enfermo.

- Cocinar la vida de forma activa y a fuego lento, es vital para tener un plato apetitoso y lleno de sabor.

- Nunca me voy a sentir preparada ni suficiente.

- La vida no es lógica ni justa, no intentes buscarle la pata coja porque te perderás en el proceso.

- La comunicación es muy importante. Pero no toda comunicación vale, tiene que ser directa, comprensible y, sobre todo, precisa. La sobrecomunicación es tan mala como su ausencia completa, si no más dolorosa.

- Aceptar y respetar no son lo mismo. Una de ellas es obligatoria y la otra importante, pero no indispensable.

- Para poder vivir, que no sobrevivir, hay que aceptar la vulnerabilidad y fragilidad propia.

- Nunca va a haber suficientes fresas para saciar el antojo.

- Quien te quiere hoy, no te tiene porqué querer mañana y no pasa nada.

- No hay emociones positivas ni negativas, tan solo cómodas e incómodas y sí, hay que sentirlas todas.

- Poner límites para contigo y tu entorno es vital para poder vivir sabiendo que la otra persona quiere estar activamente en tu vida, de la otra forma, siempre habrá algún posible interés detrás: porque siempre estarás ahí como la coach, la psicóloga, la madre, la hermana, la ayudanta, la payasa, la loca, la rara, la misteriosa, la macarra, la "put*" (porfaplis, entíendase el contexto que no lo digo a malas, es la dolorsa sensación de sentirse siempre una etiqueta para los demás), etc. pero nunca estarás tú y eso lleva a relaciones con fecha de caducidad asegurada además de posibles intoxicaciones alimentarias (no sé porqué lo comparo todo con la comida, será que llevo una temporada sin comer fresas).

Perdonadme primas, pero ha sido un fin de semana intenso ❤️
 
Creo que algunas de las lecciones de vida de mis veinte han sido:

- No intentes amoldarte a la entrada que te ponen delante, busca aquella por la que puedas entrar sin alterarte. La autenticidad es el centro indispensable para poder rodearte de un círculo que te sume, que te haga salir de tu zona de confort y encontrar un motor en tu vida.

- La soledad es tan importante como la compañía.

- No nacemos sabidos, ni siquiera de nosotros mismos. La vida es un aprendizaje constante así como autodescubrimiento continuo; y por eso mismo, cometer errores es importantísimo.

- Dudar, preguntarse cosas, es la base de una vida satisfactoria.

- Y no, estar en el mismo lugar no implica una vida más estable y, por ende, más sana. Tenemos una concepción errónea de que fácil y bueno son lo mismo.

- Déjate de gilipolleces de qué es lo normal y qué no. Tú eres tú y tu vida es solo tuya, no intentes buscar el sentido desde el ojo "social" o ajeno.

- Las revisiones médicas son importantes. A nadie le apetece ni le gusta ir al médico, así como estar enfermo.

- Cocinar la vida de forma activa y a fuego lento, es vital para tener un plato apetitoso y lleno de sabor.

- Nunca me voy a sentir preparada ni suficiente.

- La vida no es lógica ni justa, no intentes buscarle la pata coja porque te perderás en el proceso.

- La comunicación es muy importante. Pero no toda comunicación vale, tiene que ser directa, comprensible y, sobre todo, precisa. La sobrecomunicación es tan mala como su ausencia completa, si no más dolorosa.

- Aceptar y respetar no son lo mismo. Una de ellas es obligatoria y la otra importante, pero no indispensable.

- Para poder vivir, que no sobrevivir, hay que aceptar la vulnerabilidad y fragilidad propia.

- Nunca va a haber suficientes fresas para saciar el antojo.

- Quien te quiere hoy, no te tiene porqué querer mañana y no pasa nada.

- No hay emociones positivas ni negativas, tan solo cómodas e incómodas y sí, hay que sentirlas todas.

- Poner límites para contigo y tu entorno es vital para poder vivir sabiendo que la otra persona quiere estar activamente en tu vida, de la otra forma, siempre habrá algún posible interés detrás: porque siempre estarás ahí como la coach, la psicóloga, la madre, la hermana, la ayudanta, la payasa, la loca, la rara, la misteriosa, la macarra, la "put*" (porfaplis, entíendase el contexto que no lo digo a malas, es la dolorsa sensación de sentirse siempre una etiqueta para los demás), etc. pero nunca estarás tú y eso conlleva a relaciones con fecha de caducidad asegurada además de posibles intoxicaciones alimentarias (no sé porqué lo comparo todo con la comida, será que llevo una temporada sin comer fresas).

Perdonadme primas, pero ha sido un fin de semana intenso ❤️

tú lo has dicho, autenticidad. en cuanto empiezas a ser tú mismo/a, las personas adecuadas como que vienen solas.

las seis emociones primarias (alegría, tristeza, ira, miedo, sorpresa y aversión) son necesarias todas ellas, cada una cumple su papel.

y me ha gustado especialmente lo de no quedarse encasillado en un rol. en cualquier relación, de amistad o de cualquier otra cosa, lo sano es poder mostrar todas nuestras facetas, nuestros 'yoes' por decirlo así.

✨
 
Pues yo tenía una amiga que era una persona tóxica (ahora, en perspectiva, lo veo más claro que en su momento): era muy celosa, todo le sentaba mal, era envidiosa... En general, las personas se fueron alejando de ella, pero a mí me daba apuro que se quedase tan sola (pese a que ella, de verdad, hacía auténticos esfuerzos porque así fuera), así que aguantaba comentarios y comportamientos que no eran nada saludables.
El caso es que llegó a inventarse una enfermedad con una serie de mentiras que ni siquiera estaban muy bien logradas, así que fui distanciándome hasta que se perdió el contacto.

Y todo esto os lo cuento porque, por mucho que uno se empeñe, la persona es como es, y hay ciertos límites que es mejor poner antes, a que luego sea muy tarde.
 
Pues yo tenía una amiga que era una persona tóxica (ahora, en perspectiva, lo veo más claro que en su momento): era muy celosa, todo le sentaba mal, era envidiosa... En general, las personas se fueron alejando de ella, pero a mí me daba apuro que se quedase tan sola (pese a que ella, de verdad, hacía auténticos esfuerzos porque así fuera), así que aguantaba comentarios y comportamientos que no eran nada saludables.
El caso es que llegó a inventarse una enfermedad con una serie de mentiras que ni siquiera estaban muy bien logradas, así que fui distanciándome hasta que se perdió el contacto.

Y todo esto os lo cuento porque, por mucho que uno se empeñe, la persona es como es, y hay ciertos límites que es mejor poner antes, a que luego sea muy tarde.
Pues yo tenía una " amiga " así en el instituto, a los 16. Me alejé de ella y la volví a encontrar 10 años más tarde..... pensé que habría madurado, pero la tuve que volver a mandar a cagar.

Pues ojo, otros 10 años más tarde, la vi con sus dos niños en un sitio al que iba yo con los míos, y claro, la maternidad nos cambia mucho..... si, si, otra vez me la lió parda.

¿ Y cuál es la lección? Que la gente chunga no cambia, al contrario, después de 20 años "entrenando" es aún más chunga que de joven.
 

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