Es que no voy a poder compartir ese punto de vista nunca, sobre todo desde el punto de vista de los padres. Es que para “creer” tú, siendo niña, tienes que haberlo “mamado”. Es absurdo por parte de los padres creer que están facilitando la decisión de los hijos. Claro que decidiste que no creías en Dios; ni que se te hubiera aparecido la Virgen con Pitita Ridruejo ese día hubieras creído, si no tenías la mínima base para ello.
Aparte de bordeando la falta de respeto por parte de los padres ya que en cierto modo se están tomando el tema a chufla, con una explicación y ya está. Pasamos olímpicamente del tema pero qué abiertos somos que ahora te damos a elegir. Y esto vale para todas las religiones.
Perdona, pero es que el tema me pone a mil, la de gente que conozco en un pedestal de superioridad moral por haber “elegido”…
Una gili integral que decía que no podía apostatar porque no la dejaban, qué malos eran! Yo misma le facilité el papeleo.
Vale, entiendo que está habiendo un fenómeno de transferencia porque la gente que tú conoces que no han hecho la comunión van de seres superiores por ello, pero te aseguro que no es mi caso ni el de nadie de mi familia, y no nos lo tomamos a chufla, tenemos amigos y conocidos de una diversidad de religiones y sin problema de faltas de respeto por parte de nadie hacia nadie.
De todas formas el punto de mi mensaje no es si un niño pequeño puede creer o comprender de verdad la profundidad de una religión y el compromiso que suponen los sacramentos de la misma, mi punto era que de acuerdo a mí opinión está bien hecho ofrecerles a los hijos una libertad de decisión acorde a su edad en todos los aspectos de su vida, incluido el aspecto religioso llegado el momento, y para mí tiene mérito ofrecer esta libertad aún por encima de las propias creencias de los padres. Como la compañera de trabajo que comentaba en el otro mensaje con su hija de 12 años, por ejemplo.