El otro día os dije lo de la chica de teatro que parecía haberse distanciado de mí porque no le comentaba los vídeos de WhatsApp. Pues bien, como tenía ganas de "probarla", por así decirlo, y sé que le encanta mirar los estados de WhatsApp ajenos, especialmente si tienen fotos personales, pues subí una foto con mi hermana cuando tenía un mes. Resulta que surtió efecto, porque al poco veo que tengo un mensaje mencionando mi estado, me pregunta si somos mi hermana y yo y qué tal estamos. Le digo que bien, que espero que reanuden las clases donde preparo mis exámenes, a menos que le hayan cogido gusto a estar de vacaciones. Pues no me responde absolutamente nada, ni siquiera un "Me alegro". Y se conectó después. Yo no sé qué hacer con esta chica. Estaba súper ilusionada con ella y parece que me vuelve la espalda, como todo el mundo. La próxima vez no sé si directamente no responderle (porque ya van dos veces que deja sin contestar) o preguntarle si tiene algún problema conmigo, porque al principio no callaba, y ahora sin embargo ni cierra la conversación.
Vamos que es una cotilla de manual. No sé, yo a veces revisto este hilo pero soy de las que opina que la amistad está sobrevalorada porque para encontrar a alguien que esté a tu misma onda vital es un poco difícil y tampoco quiero forzar situaciones.
Encima esa chica por lo que dices es la típica petarda que es madre primeriza y se pasa todo el santo día con su hijo, que parece que ha sido la única en la historia de la humanidad que ha parido un crio. A-B-U-R-R-I-M-I-E-N-T-O de persona. No te interesa su insulsa vida. Tú seguro que tienes otros intereses que no son exponer la vida de un niño desde el maldito primer minuto. (Me enerva un poco este tema porque también me pasa con una conocida que de tanto enseñar al bebé, os juro que le estoy cogiendo un asco tremendo y eso que los niños me gustan pero es que es hartura máxima).
Pasa de ella. Seguro que en el grupo de teatro, hay otros chicos/as más interesantes.