Mujeres machistas: pick me girls, antifeministas,...

Pego fragmentos de un artículo sobre la serie Euphoria que habla del tema y me ha parecido que resume muy bien el concepto:

¿Es posible conquistar la feminidad? Y de hecho, ¿qué es, lo femenino para la generación Z? Una de las tendencias estrella de los últimos meses, la moda “bimbo”, parece que al menos se lo ha planteado. Inspirada en iconos como Paris Hilton, Britney Spears, Anne Nicole Smith o incluso Marilyn Monroe, esta tendencia que reúne más de 56 millones de views en Tiktok parte de la apropiación de un insulto específicamente dedicado a las chicas que se interesan por todo lo que la sociedad pone en el cajón de las “cosas de chicas”. Además del nombre, las bimbos han recuperado la estética que lo inspiró, poniendo de moda el rosa chicle y el azul pastel, las plataformas y las pestañas postizas encima de un maquillaje bastante llamativo. Pero hay un discurso, en la exageración de la feminidad: una usuaria de tiktok explicaba en un vídeo que se maquillaba de esta manera simplemente “porque así ya no se le acercan votantes de Trump ni similares”. Yo no sé si convertir lo femenino en un arma para asustar misóginos es conquistar la feminidad, pero al menos puede contar como resistencia. En el caso del concepto de “bimboficación”, más allá de la moda encontramos también un discurso de resistencia bastante literal contra la absurda que es en el fondo la misoginia. El meme frecuente de comparar la bolsa con la astrología o preguntar a un chico obsesionado con la economía que por qué no imprimimos más dinero acaba siendo un gag dadaísta, una broma interna que evidencia la arbitrariedad de lo que convertimos en ciencia por ser considerado más masculino cuando no es más que otra convención social.

Seguramente, si eres de mi generación, en algún momento tuviste que decidir qué quería decir ser chica. Quizás pasaste por una fase de odiar el color rosa, cambiaste la Sirenita por Mulan o Hermione y rezaste porque nunca nadie descubriera que de pequeña nunca te había interesado jugar a la pelota. Seguramente, si fuiste joven en la misma época que yo, también debías pasar gran parte de tus años formativos en un internet donde la mujer sólo era protagonista de las bromas de autoodio del estilo del “I’M not like other girls”. En medio de un mar centrado en la experiencia masculina, es natural que buscáramos desesperadas la validación que nos permitiera tener un espacio. Pronto todo se llenó de memes que contraponían dos monigotes, uno con melena rubia y minifalda y el otro con una cola y la camiseta de Metallica. O, por ejemplo, dos monigotes diferentes, esta vez uno muy maquillado y escuchando Nicki Minaj y el otro con gafas y un libro en las manos. Pero fuera cual fuera la conclusión siempre sería la misma: “yo no soy como las otras chicas”. Y seguramente en algún momento de tu vida, este también fue tu mantra. Incluso puede muy bien ser que en alguna ocasión te lo dijera un tío en un intento de ligar, que tú no eres como las otras chicas. Pero, ¿qué pasa con las otras chicas?

En 2002, una joven Avril Lavigne sentenciaba: “he was a boy, she was a girl, can I make it anymore obvious?”. Y no satisfecha, aunque profundizaba: “he was a punk, she did ballet. What more can I say?”. Además de un hito en la histórica de la música, estos versos son el reflejo de una dinámica que sin duda marcó nuestro entendimiento sobre cuál era la manera más válida de ser mujer durante las primeras décadas de siglo. Algo se empezaba a mover. Aunque el feminismo no era ni mucho menos tan mainstream y aceptado como es ahora, definitivamente ya había un deseo de igualdad. Películas, series de televisión y dibujos para niños empezaron a introducir personajes femeninos que se desmarcaban ruidosamente del canon de feminidad tradicional. Las chicas en la pantalla ya no eran simplemente la Pitufina, ahora eran la Pitufina guerrera. Chicas expertas en coches porque se habían criado con tres hermanos, chicas expertas en artes marciales porque su padre había querido que se supieran defender o chicas expertas en armas porque su padrino era un capo de la mafia. Se nos permitía salir de la norma de la feminidad solo a partir de la relación con un hombre, como producto suyo o para servirle.

Este primer espejismo de empoderamiento no sirvió para mucho más que para alimentar una nueva generación de misoginia interiorizada: todas las chicas que no cayeran dentro de la categoría de “cool girl”, el arquetipo de mujer que se comporta exactamente como un tio en un anuncio de cerveza de la Super Bowl, pero sin dejar de ser atractiva como Megan Fox, pasaban a ser acelgas, bimbos o chicas “básicas”. Los videoclips y las películas empezaron a vilificar aquellas chicas superficiales, demasiado preocupadas por cosas banales como los zapatos o el maquillaje, intereses forzados por siglos de historia, y no suficientemente interesadas en lo tan importante de los coches y el fútbol. Pronto, internet comenzó a reír de las chicas y sus cafés del Starbucks, los leggins que llevaban, los gestos que hacían en las fotos, la música que les gustaba o la manera en como se maquillaban. Cualquier cosa que hiciera una chica sin que la hubiera hecho antes un hombre devenía carne de meme. Y es que la aceptación de las chicas que se salían de la norma de la feminidad pasaba únicamente por el desprecio hacia esta. No pasaba por la crítica, la superación o la problematización, pasaba por el desprecio. Y la única manera de escapar este escarnio era hacer evidente que tú no tenías nada que ver con las otras chicas. Ser una “pick me girl”.

¿Es posible conquistar la feminidad? Es natural que la queramos hacer nuestra. Pero es complicado hacer tuyo lo que te ha sido impuesto pensando exclusivamente en el consumo de un tercero. Generación tras generación, todas acabamos huyendo de la objectivificación con la “male gaze” pegada en la nuca.

La idea de una “female gaze”, una mirada femenina, puede hacer posible una feminidad realmente abierta y libre, que ni siquiera tenga que conquistar. O tal vez la idea de llevar las convenciones de la feminidad hasta extremos insoportables por el público masculino tradicional, hacer una caricatura y desdibujar el atractivo puede que sea el camino a seguir.

-Ofèlia Carbonell-
 
¿Una pick me tiene que ser soberbia y sentirse superior a las demás? No hay tipos dentro de esa categoría? Lo veo todo tan generalizado que no sé Rick. Yo al menos no conozco a nadie con esa descripción. Podéis ponerme ejemplos de influs o famosollas que sean así?
La esencia de "pick me" es "elígeme a mi y no a otra, yo soy mejor, mira, mira como destaco". Así que sí, lleva una cierta soberbia y desprecio hacia su posible competencia. Una cosa es disentir, otra es adoptar la actitud de "yo sí que se que el feminismo es un engaño, no como las otras pobres mujeres engañadas (no como yo) inválidas por si mismas (no como yo).
 
O lo de la falda en los uniformes de los colegios, que demuestra una vez más que quien sea al que se le ocurra pensar en eso ¡No se entera! Hace muchos años que las niñas pueden adoptar el uniforme masculino si lo prefieren, y así nos lo dijo el cole cuando mi hija empezó primaria.
En total desacuerdo. Pueden, los niños, optar al femenino? Entonces es sexista. Y hablo de que puedan decidir libremente. Porque anda que no les dirían de todo, empezando por los padres.

A mí me parece un despropósito que haya uniformes para igualar, pero diferenciando entre sexos. Discriminación por llevar una ropa u otra, es malo. Discriminar (diferenciar) por s*x*, está bien, completamente aceptado.

Si se uniformiza, se uniformiza. Y todo lo demás es diferenciador y segregador.

Pero claro, desde pequeñas tenemos que saber cuál es nuestro sitio. Alguna de nosotras podrá "ascender" a lo masculino, pero nada de rebajarse a lo femenino, a menos que sea para ponerse aún así por encima de nosotras o mandar en ese área.
 
En total desacuerdo. Pueden, los niños, optar al femenino?
Tendría que preguntarlo.

Lo que sí recuerdo ahora es que un año, en las fiestas de San Isidro, un niño fue vestido de chulapA y 0 comentarios, de nadie. Todos felices y disfrutando la fiesta.

Así que sospecho no habría problema si un niño llevase falda.

Entonces es sexista. Y hablo de que puedan decidir libremente. Porque anda que no les dirían de todo, empezando por los padres.

A mí me parece un despropósito que haya uniformes para igualar, pero diferenciando entre sexos. Discriminación por llevar una ropa u otra, es malo. Discriminar (diferenciar) por s*x*, está bien, completamente aceptado.

Entramos en otro tema y desviamos el hilo. Es muy cómodo no tener que batallar cada mañana con la ropa, créeme.

Si se uniformiza, se uniformiza. Y todo lo demás es diferenciador y segregador.

El uso de uniformes no va en esa línea, no es ese el motivo de su uso en colegios.

Pero claro, desde pequeñas tenemos que saber cuál es nuestro sitio. Alguna de nosotras podrá "ascender" a lo masculino, pero nada de rebajarse a lo femenino, a menos que sea para ponerse aún así por encima de nosotras o mandar en ese área.

Esto lleva a abrir otro melón. Personalmente me gusta saber si estoy ante un hombre o una mujer. No creo bueno y deseable ir hacia una masa uniforme en todo, sin rasgo alguno distintivo. ¿Acabaríamos como en Corea del Norte, donde al parecer hay normas sobre cómo llevar el pelo, incluso?
 
El uso de uniformes no va en esa línea, no es ese el motivo de su uso en colegios.
Estuve en un colegio católico con uniforme durante unos pocos años y es de las pocas cosas que aprecié de ese sitio - más que nada, porque mi grupo de amistades no tenía la misma posición económica que el resto de alumnos de aquel lugar. Por lo menos, nos ahorramos las burlas del estilo "traes la misma ropa todos los días" y demás historias.

También te digo que si ya les molestaba que lleváramos la falda del uniforme "demasiado corta", que nos pusiéramos piercings o que nos tiñéramos el pelo... Mucho menos iban a permitir que alguien viniera a clase con el uniforme del género opuesto xD
 
Estuve en un colegio católico con uniforme durante unos pocos años y es de las pocas cosas que aprecié de ese sitio - más que nada, porque mi grupo de amistades no tenía la misma posición económica que el resto de alumnos de aquel lugar. Por lo menos, nos ahorramos las burlas del estilo "traes la misma ropa todos los días" y demás historias.

También te digo que si ya les molestaba que lleváramos la falda del uniforme "demasiado corta", que nos pusiéramos piercings o que nos tiñéramos el pelo... Mucho menos iban a permitir que alguien viniera a clase con el uniforme del género opuesto xD

¡Jajaja! Cosas de las monjitas de antes. 😁

El colegio de mi hija no es religioso. En los que lo son, las chicas lo que hacían es darle unas vueltas a la parte de la cintura para hacerla más corta. Al entrar estiran la falda, y en cuanto salen por la puerta se la vuelven a enrollar 😂 Me lo contó un compañero de trabajo que lo veía a diario.
 
¡Jajaja! Cosas de las monjitas de antes. 😁

El colegio de mi hija no es religioso. En los que lo son, las chicas lo que hacían es darle unas vueltas a la parte de la cintura para hacerla más corta. Al entrar estiran la falda, y en cuanto salen por la puerta se la vuelven a enrollar 😂 Me lo contó un compañero de trabajo que lo veía a diario.
Lo mismo que hacíamos nosotras! :LOL: Es que no nos gustaba llevarla tan larga...

Qué va, no se han perdido esas costumbres. Te hablo de hace pocos años y de regañinas que eran cortesía de profesores laicos. Ya sabes, se trataba de uno de esos colegios católicos en los que apenas quedaban sacerdotes ya...
 
Para mí los huelebragas FINGEN ser lo que no son para follxx, es una estrategia.
Las pickme realmente se creen super diferentes y desprecian al resto de chicas.
A ver, pero Son diferentes o no lo son y solo se lo creen? Porque entonces somos todas huelebraguetas??? 😱
 
Yo no finjo ser lo que no soy para follxx, ni para ligar.
Entonces una pick me girl tiene que ser soltera en busca de macho al que cazar, no?

Y ninguna mujer que reniegue del feminismo lo hace de manera genuina, sino que es para ligar?

Eso me recuerda vagamente a lo de que las mujeres que se arreglan son unas busconas
 
Entonces una pick me girl tiene que ser soltera en busca de macho al que cazar, no?

Y ninguna mujer que reniegue del feminismo lo hace de manera genuina, sino que es para ligar?

Eso me recuerda vagamente a lo de que las mujeres que se arreglan son unas busconas
Las pick me Girls buscan aprobación masculina.

El feminismo no tiene nada que ver con ser pickmegirl
 

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