Mal rollito con familiares

No hace falta ser menor de edad para que te mangoneen de esa manera.
Yo de recién casada, visita a familia política en vacaciones . De aquí para allá como un mueble, sin dejarnos solos ni a sol ni a sombra, planeando ellos lo que haríamos cada día sin consultarnos y el colmo fue dedicar un día a visitar a cada uno de los 758 tíos de mi marido. Todo de muy buen rollo y con la mejor intención, sí, pero insoportable.
Al año siguiente me negué a ir, mi marido transmitió mis argumentos y ya fueron más razonables.
 
Tiene pinta de ser señores mayores porq quedar para hacer turismo y sacarse unos bocatas del bolso....q queréis q os diga, carca total.
Tb t digo q yo para eso soy muy clara y mis amigos m conocen, saben cuando quiero estar sola y en silencio cosa q valoro mucho. A lo mejor aquí ha faltado comunicación por parte de la OP, un tia voy necesito cambiar d aires unos días y estar tranquila. Animo q mañana vuelves....
 
Hola primis

Estoy unos días invitada en casa de unos familiares y la cosa no va bien.

El caso es que mi tía me invitó a pasar unos días en su casa, en la otra punta de España. Ella es viuda, sus hijos ya no viven en casa y le sobran habitaciones. Yo en los últimos tiempos he pasado por una racha muy mala, con mucho stress por diversos problemas, que afortunamente ya se están solucionando y necesitaba desconectar. La iniciativa de invitarme fue de mi tía y yo acepté, pero le dije que lo único que me apetecía era pasear tranquilamente por la ciudad e ir algún día a la playa. Ella trabaja y tiene que madrugar mucho por la mañana, así que me dijo que me dejaría las llaves y estaría conmigo el fin de semana.

El día anterior al viaje, me avisó que su hermana y el marido de ésta irían a recogerme al aeropuerto para llevarme luego a su casa. Mi tía vive en las afueras de una gran ciudad, en una urbanización cerca de la playa. Tiene tren de cercanías, en 30 minutos estás en el centro de la ciudad.

Cuando llegamos a casa de mi tía, mi otra tía (su hermana) me dice que para mañana ha organizado una visita a la ciudad, cosa que no me entusiasmó ciertamente. La anfitriona me explicó que cuando me fuera por la mañana, al día siguiente, debía poner la alarma antirobo y después, debía avisar a mi otra tía para que nos encontrásemos en cierto sitio. Yo les dije que no pensaba madrugar y que llegaría media mañana. Lo que me apetecía en realidad era irme temprano y pasear un rato yo sola a mi aire.

Craso error. Lo que no sabía es que, al activar la alarma, mi tía recibía una notificación en una app del móvil. Así que al salir avisó a su hermana y, al yo llegar a andén de la estación donde habíamos quedado, estaba esperándome allí, en el mismo andén. Después hubo reproches por esto.

Mi otra tía lo tenía todo organizado, se hizo todo el día lo que ella quiso, o casi. Llevaba un paquete con bocadillos para comer, pero yo le dije que prefería el plato del día y la invitaba. Comimos en una terraza.

Ayer sábado estaba previsto que iría con la anfitriona a pasear por el centro. Me dice que ha quedado con una amiga suya para comer en un restaurante y ha reservado para tres. La reserva era en un interior y le pedí si podía cambiarla a la terraza, puesto que aún tengo precaucación por el covid y convivo con una persona de riesgo (aunque vacunado) y me dijo que ya había reservado “y no lo voy a cambiar”. A todo esto, está medio paranoica con el covid: en el tren a la ciudad, increpó de malos modos a varias personas por no llevar mascarilla o llevarla mal puesta, me riñó por tocar un pasamanos en El Corte Inglés (me pidió que me echara gel hidroalcohólico inmediatamente, con aspavientos) y va con mascarilla FPP2 por la calle. Pero come en el interior porque “en este restaurante no hay covid” (textual). La amiga supermaja y fue un alivo porque durante ese tiempo no me prestó atención.

Hoy domingo, les había dicho que me apetecía ir a una playa concreta. Me dijeron que no podía ser, pero me ofrecieron otra que no estaba mal y acepté. El sábado por la noche, la otra tía llama y ofrece cambiar plan a otra cosa totalmente distinta, de montaña, y, aunque me fastidía, acepto por no liarla. Comeríamos en una terraza. Cuando llegamos al punto de encuentro con los otros tíos, van y cambian el plan. Ahora la comida va a ser en su casa (interior). Yo me pongo de mal humor. Pido ir a una terraza a comer como estaba previsto. No puede ser porque ya está la comida preparada e incluso han dejado la mesa con el mantel puesto.

Vamos al sitio en cuestión, a ver un monumento muy turístico, y lógicamente se necesita entrada y cita previa, cosa que no habían previsto. “Pues antes no era así”. Después de muchos kilómetros lo vemos por fuera y pa casa a comer. Después de comer, la anfitriona propone un nuevo plan que no me apetece nada. “Es que yo quería ir a la playa”, digo. Mi tía da un manotazo con mala leche y dice: “pues venga, a la playa”. Su hermana dice que tiene la mañana del lunes muy complicada, pero que puede hacer un hueco para acompañarme. Yo le digo que mejor que no. Mi tía dice “si lo que quiere es estar sola”. Nos despedimos, los tíos disgustados conmigo.

Voy con mi tía a la casa, para ponerme el bikini, y salimos para la playa. Cuando llegamos una vez que pongo la toalla en la arena, a las cuatro y media de la tarde, me dice que solamente vamos a estar una hora en la playa. ¿Solamente una hora? ¿Por qué? Porque es el primer día, y el primer día solamente puedes estar una hora. Y porque ha dejado el coche en un parking que es gratuito la primera hora, después cobran un euro por cada hora extra. Vamos, un pastizal. Ahí ya me amargo. De camino a casa le digo que me deje en un sitio y que ya vuelvo yo sola a casa dando un paseo.

Mañana creo que voy a poder ir sola a la ciudad. Me siento una mala sobrina y una mala persona. He llamado a mi madre y ella me dice que la culpa es mía porque si vas de visita a una casa tienes que adaptarte a lo que te ofrezcan.

Me marcho el martes y estoy deseando volver a mi casa.
A ver prima, así de primeras yo sí viene un familiar mío desde la otra punta de España al que veo poco, me apetecería pasar tiempo con esa persona y creo que ese es el objetivo de tus tías, creo que su intención es buena y quieren que te sientas acompañada y no sola, ya que cómo tú dices has pasado un mal momento del cuál te estas recuperando.

Tú te agobias xq tú deseo era estar sola y entonces yo me pregunto:
Por qué no fuiste a un hotel o a otra ciudad?

Al margen de esto me pareces muy caprichosa, la versión que nos estas contando es la tuya, pero te delatan comentarios del tipo " quería ir a x playa y me llevaron a otra" , " yo quería terraza y comieron en interior",... y he aquí la gravedad de sus delitos.
 
Yo creo que hay un malentendido importante. Una quería escaparse a casa de su tía para para estar sola y desconectar y descansar, y la tía la esperaba recibir en su casa para hacer planes juntas y compartir tiempo, espacio y planes.
Falta de comunicación desde el principio, quizá.
 
Es que igual no les venía bien ir a esa playa, no sabemos por qué rechazaron esa opción. Y que yo sepa solo le pusieron mala cara ya casi al final, cuando se habrán hartado de los desplantes.
En principio, ellos me preguntaron qué quería hacer el domingo y yo les dije ir a tal playa. Pero dije tal playa para concretar. En cambio de una playa a otra fue porque me dijeron que estaba más cerca y los accesos estaban mejor y me pareció perfecto.
Este plan se cambió en sábado a las diez de la noche, cuando me preguntaron si no me parecía mejor ir a la montaña "porque eso de ir a la playa es aburridísimo". Entonces capté que ellos no querían ir a la playa y dije que sí. El plan nuevo era ir a la montaña y luego a pasar la tarde a un sitio donde se puede comer en exterior, tipo club de campo.
El domingo por la mañana vuelven a cambiar el plan, esta vez ya sin preguntarme la opinión. El nuevo plan consistía en ir a la montaña, comer en su casa, y luego llevarme a un sitio donde ya me habían preguntado unas cinco veces si me gustaría ir y les había dicho las cinco veces que no. Cada vez que me lo proponían me decían: no te puedes ir de aquí sin visitar este sitio.
 
A ver prima, así de primeras yo sí viene un familiar mío desde la otra punta de España al que veo poco, me apetecería pasar tiempo con esa persona y creo que ese es el objetivo de tus tías, creo que su intención es buena y quieren que te sientas acompañada y no sola, ya que cómo tú dices has pasado un mal momento del cuál te estas recuperando.

Tú te agobias xq tú deseo era estar sola y entonces yo me pregunto:
Por qué no fuiste a un hotel o a otra ciudad?

Al margen de esto me pareces muy caprichosa, la versión que nos estas contando es la tuya, pero te delatan comentarios del tipo " quería ir a x playa y me llevaron a otra" , " yo quería terraza y comieron en interior",... y he aquí la gravedad de sus delitos.
Te explico un poco.
Estas señoras son primas de mi madre. De jóvenes se fueron a la otra punta de España y se vienen por mi zona en vacaciones. Tienen buena relación con mi madre, pero sólo las veo un par de veces en verano.
La mayor tiene 75 y la más joven, con la que me alojé, tiene 69. Esta señora está viuda, su marido murió hace 10 años.
A raíz de la muerte de su marido, dejó de venir en vacaciones. Mi madre la llamó muchas veces para pedirle que volviera y no quiso. A partir de entonces, pasó todas las vacaciones en el extranjero con un grupo de amigas. De ahí dedujimos que quien tenía interés en venir era su marido.
En los veranos de 2020 y 2021, sí que volvió de vacaciones y quiso quedar con mi madre. Ella se negó rotundamente. Interpreta que regresó porque, al estar la cosa muy difícil o imposible con los viajes internacionales con las amigas, esta era la mejor opción, como un segundo plato. Además, venía con sus hijos, uno de ellos es médico en una planta covid, y en el primer verano mis padres estaban sin vacunar. Sí que quedaron con otros familiares.
Yo no quería estar sola exactamente. Pero me he sentido muy agobiada por mi tía. Llevaba sin verla diez años, exactamente desde el funeral de su marido, y la encontré muy cambiada de carácter. Tal vez fuera el paso del tiempo o que entonces siempre la veía con él, que era una persona con mucho carisma. De hecho, él era la persona que más me gustaba de esta familia de aquí. A veces pienso que esto no habría pasado si él estuviera.
Los dos días que estuve sin ella (viernes y lunes), porque estaba en el trabajo, me llamó o me envió WhatsApps aproximadamente cada hora para preguntarme dónde estaba o qué estaba haciendo. Luego, me he dado cuenta que tiene un carácter similar con sus hijos. De hecho, llego a decirme que no podía evitar ser controladora con ellos. Sus hijos son treintañeros.
Respecto a lo de comer en terraza o interior. Antes de venirme, yo estaba muy dudosa y hablé con ella respecto al covid. Me dijo que podía estar muy tranquila en ese sentido porque ella era muy cuidadosa. De hecho, entre los familiares del otro lado se comenta que su hijo mayor vivía hasta hace poco con ella y dejó la casa agobiado por el protocolo covid que impuso la madre en la casa. Yo específicamente no le dije que no quería comer en interiores, y llevaba sin hacerlo desde marzo de 2020, pero entendí que una persona así no lo hace.
Por eso mi sorpresa, cuando me dice que ha reservado en un restaurante para comer en interior. Estamos hablando de una persona que va por la calle con mascarilla FPP2, que increpa a personas que no siguen las normas, que lleva guantes en el tren, que va por la calle por al sol que más calienta a propósito para tener mayor distancia de seguridad. Poco antes de entrar al restaurante, estábamos haciendo cola para entrar en la catedral y montó un pollo porque la persona de detrás estaba a menos de un metro, un turista extranjero que no entendía nada. Y ella con mascarilla, eh.
No entendía el empeño en comer dentro hasta que llegué al restaurante. Pertenecía a un hotel de lujo y la decoración era todo oropel. El restaurante tenía opción de comer en exterior, pero era una solución improvisada por la pandemia, no era tipo la terraza del Ritz. Simplemente, habían puesto unas mesas, sillas y toldos en la calle. Sin glamour. Sin decorado de amor y lujo. El plato del día, carísimo lógicamente. El glamour tiene un precio. Por cierto, ¿a ti te invitan a un sitio, pagando tú, y ni siquiera te preguntan si quieres ir?. "Ahora ya he reservado y no lo voy a cambiar".
Durante el tiempo que estuve dentro del restaurante, yo mantuve la mascarilla puesta excepto para el momento de comer, y ella no. De hecho, me insistió varias veces en que me la quitara "porque en este sitio no hay covid". Debe ser que el bichito es pobre y tiene prohibida la entrada en ambientes selectos.
 
Nos puedes aclarar si todos los días has tenido que estar con los otros tíos?
El viernes estuve con la hermana de mi tía, el sábado con mi tía, y el domingo con los tres. El plan era que el lunes estuviera otra vez con la hermana de mi tía.
 
Pues me parece que ir a casa de tú tía sí lo que deseabas es estar sola e ir a tú bola ha sido una mala decisión por tú parte.
No es exactamente que yo quisiera estar sola, si no que he llegado y me he sentido controlada y agobiada.

El viernes por la tarde, después de estar con su hermana, me dijo que cogiese el tren y ella me esperaría en la estación para llevarme a casa en coche (hay un buen trecho andando). Yo le dije que tenía que entrar al Corte Inglés a comprar un par de cosas que se me había olvidado meter en la maleta. Mientras estaba comprando, tuve varias llamadas perdidas suyas. Cuando salí la llamé y me dijo que era para saber si ya había salido. Le dije que iba a entrar ahora al tren. Me dice que la llame cuando llegue a cierta estación para salir ella entonces de casa. Antes de llegar a dicha estación intermedia, me vuelve a llamar para decirme que ya me está esperando y donde tiene aparcado el coche exactamente.
Cuando llego, según salgo por la puerta de la estación, me vuelve a llamar. Cojo la llamada y me dice muy nerviosa: "Sal de ahí ahora mismo, súbete al coche. ¡Corre, corre!". Yo no entiendo nada pero lo hago. Me meto en el coche y sale de estampida, como si acabáramos de atracar un banco. Me pregunta muy ansiosa, qué pasó en la estación. Nada, le digo. Y en el tren. Tampoco. ¿Entonces?
Pues pasó que justo cuando el tren entraba en la estación, llegaron cuatro coches de la policía y aparcaron cerca de la puerta. Y se montó una película que había una reyerta o bomba o vete a saber.

Que yo no venía estar sola, venía a relajarme.
 
Te explico un poco.
Estas señoras son primas de mi madre. De jóvenes se fueron a la otra punta de España y se vienen por mi zona en vacaciones. Tienen buena relación con mi madre, pero sólo las veo un par de veces en verano.
La mayor tiene 75 y la más joven, con la que me alojé, tiene 69. Esta señora está viuda, su marido murió hace 10 años.
A raíz de la muerte de su marido, dejó de venir en vacaciones. Mi madre la llamó muchas veces para pedirle que volviera y no quiso. A partir de entonces, pasó todas las vacaciones en el extranjero con un grupo de amigas. De ahí dedujimos que quien tenía interés en venir era su marido.
En los veranos de 2020 y 2021, sí que volvió de vacaciones y quiso quedar con mi madre. Ella se negó rotundamente. Interpreta que regresó porque, al estar la cosa muy difícil o imposible con los viajes internacionales con las amigas, esta era la mejor opción, como un segundo plato. Además, venía con sus hijos, uno de ellos es médico en una planta covid, y en el primer verano mis padres estaban sin vacunar. Sí que quedaron con otros familiares.
Yo no quería estar sola exactamente. Pero me he sentido muy agobiada por mi tía. Llevaba sin verla diez años, exactamente desde el funeral de su marido, y la encontré muy cambiada de carácter. Tal vez fuera el paso del tiempo o que entonces siempre la veía con él, que era una persona con mucho carisma. De hecho, él era la persona que más me gustaba de esta familia de aquí. A veces pienso que esto no habría pasado si él estuviera.
Los dos días que estuve sin ella (viernes y lunes), porque estaba en el trabajo, me llamó o me envió WhatsApps aproximadamente cada hora para preguntarme dónde estaba o qué estaba haciendo. Luego, me he dado cuenta que tiene un carácter similar con sus hijos. De hecho, llego a decirme que no podía evitar ser controladora con ellos. Sus hijos son treintañeros.
Respecto a lo de comer en terraza o interior. Antes de venirme, yo estaba muy dudosa y hablé con ella respecto al covid. Me dijo que podía estar muy tranquila en ese sentido porque ella era muy cuidadosa. De hecho, entre los familiares del otro lado se comenta que su hijo mayor vivía hasta hace poco con ella y dejó la casa agobiado por el protocolo covid que impuso la madre en la casa. Yo específicamente no le dije que no quería comer en interiores, y llevaba sin hacerlo desde marzo de 2020, pero entendí que una persona así no lo hace.
Por eso mi sorpresa, cuando me dice que ha reservado en un restaurante para comer en interior. Estamos hablando de una persona que va por la calle con mascarilla FPP2, que increpa a personas que no siguen las normas, que lleva guantes en el tren, que va por la calle por al sol que más calienta a propósito para tener mayor distancia de seguridad. Poco antes de entrar al restaurante, estábamos haciendo cola para entrar en la catedral y montó un pollo porque la persona de detrás estaba a menos de un metro, un turista extranjero que no entendía nada. Y ella con mascarilla, eh.
No entendía el empeño en comer dentro hasta que llegué al restaurante. Pertenecía a un hotel de lujo y la decoración era todo oropel. El restaurante tenía opción de comer en exterior, pero era una solución improvisada por la pandemia, no era tipo la terraza del Ritz. Simplemente, habían puesto unas mesas, sillas y toldos en la calle. Sin glamour. Sin decorado de amor y lujo. El plato del día, carísimo lógicamente. El glamour tiene un precio. Por cierto, ¿a ti te invitan a un sitio, pagando tú, y ni siquiera te preguntan si quieres ir?. "Ahora ya he reservado y no lo voy a cambiar".
Durante el tiempo que estuve dentro del restaurante, yo mantuve la mascarilla puesta excepto para el momento de comer, y ella no. De hecho, me insistió varias veces en que me la quitara "porque en este sitio no hay covid". Debe ser que el bichito es pobre y tiene prohibida la entrada en ambientes selectos.
Uffff esq yo no voy a casa de nadie qllevo diez años sin ver y más cuando tu padre ( q ojo tenía sus razones) estuvo dos años sin querer quedar con ella y creo qhablas de quedar no de alojar.
Mira si t soy sincera no sé si t hubiera dado alojamiento, igual si x los diez años q ha estado con su marido quedando con tu madre asiq creo q cabezonas y mandonas pero q tb se han portado bien.
La próxima rascada d bolsillo y hotel q tenemos muy arraigado en España eso d ir a casas ajenas d vacas y muchas veces no resulta.
 

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