- Registrado
- 4 May 2020
- Mensajes
- 883
- Calificaciones
- 9.118
Hace 13 años mi padre tuvo un accidente de trabajo que le dejó sin poder seguir trabajando, se rompió la tibia y el peroné. Al ser una persona inquieta y pasar el día metido en casa, se le fue yendo la cabeza. Entraba al aseo mientras yo me duchaba sin permiso, por mucho que le dijera que no entrara, le daba igual (yo estaba en plena adolescencia). Rebuscan en mis cajones, en mi basura para recuperar cosas que YO tiraba. Crisis matrimonial con mi madre. Me hablaba de detalles se*uales y de su poca actividad se*ual. A mis 21 se separaron mis padres. El amenazaba con tirarse por un puente y continuamente me hacía chantaje emocional. Dejé de querer verlo ni querer relación con el, pues la que tenía ganas de tirarse era yo. En aquel entonces yo me sentía mala hija, así que de vez en cuando hablábamos por WhatsApp. Me operaron y días después quiso verme, así que accedí a verlo 10 min. En menos de 5 min me metió mano en el trasero. Me sentí sucia, hundida, puede que no lo veáis para tanto pero me sentí una mierda. Mi padre tenía unos perros (también míos obvio) y hacia mucho que no los veía. Uno de ellos estaba enfermita y yo quería verla. No me dirigió la palabra en todo ese momento pero conforme llegué a casa, me habló por WhatsApp para decirme que qué buen trasero tenía. Esta perrita murió (me enteré por redes sociales) así que desbloquee a mi padre para preguntarle qué había pasado. Vuelvo a entrar a su chat y me había pasado fotos de la perrita en un hoyo. Desde entonces no tengo relación con él. Mi mente se ha hecho más fuerte, soy buena hija y no he de pasar por esto. Lo siento por el tocho pero tenía que desahogarme.