Desde hace un par de años me parece que a WhatsApp lo carga el diablo.
Era impresionante como un supuesto chat privado, entre 2 personas, era reenviado a mi móvil, para que emitiera opinión.
He recibido capturas de pantalla de situaciones realmente delicadas. Mientras las leía me preguntaba, ¿porqué tengo que saber esto?. ¿A mí qué me importa?.
Cada día llevo peor los voices. Si veo que duran más de 2 minutos ni los escucho.
Otra cosa que me estresaba mucho del WhatsApp: te veían en línea y empezaba el bombardeo de mensajes. No podía chatear con mis hermanos (que viven fuera) porque iba recibiendo muchísimas notificaciones, que interrumpían la conversación.
Tratamos de solventarlo (la familia) llamando por WhatsApp, que está genial y el audio es muy bueno. Pero al colgar tenía "amigas" cabreadas, porque había pasado de ellas estando "online". Esas amigas ya no están, se cabrearon para siempre por esas chorradas y me cansé de dar explicaciones.
Al final nos pasamos a Telegram, hace ya unos 4 años. Menuda libertad.
Está la opción de que no te vean en línea ni la última hora a la que te conectas. Lo tengo así desde hace años, también se puede desactivar la opción de lectura, que aparece en grupos, pues aparece una opción de info de quién lo ha visto y eso puede dar lugar a movida también. Imagina que preguntas algo, miras quiénes lo han visto pero no te contesta ni Blas...
A mi me parece una herramienta muy buena, la verdad, pero es cuestión de usarlo con cabeza.