Gente tacaña y agarrada, anécdotas

Una amiga tenía un ligue (informático) al que invitó a cenar a su casa. Ella se dio cuenta en mitad de la preparación de cena que no tenía salsa de soja. Él tenía. Así que ella le pidió que la llevara. Cuando el chico se fue a su casa le recordó a mi amiga que le devolviera la soja que le había dejado. Después de no pagar ni un euro para cena y demás.
Sè que serìa una escena algo violenta pero decirle espera, ya te la traigo y rociàrsela cabeza abajo hubiera estado muy bien.
 
Bueno esto que voy a contar es al revés, la vez que me llamaron tacaña a mí. Y fue mi santa madre en la típica cena de navidad.
Estaban hablando de manirotos y de gente que gastaba mucho dinero y soltó pues Aura es super egoísta mira muchísimo el dinero y claro así ahorra tanto, pq apenas gasta.

Mi cara fue un poema pero la de mis familiares más cuando dije, si muy egoísta pero este verano te he pagado yo vuelos hitel y estancia para irnos a Benidorm.. me sentó como una patada que me llámase egoísta y más delante de todos.
Era mi primer trabajo y cobraba muy poquito y evidentemente quería ahorrar.
Siempre dice que fue un malentendido y que no uso la palabra adecuada pero me sentó fatal
 
Yo odio los amigos invisibles, con decir que tengo 25 y desde primaria no he vuelto a participar en ninguno.
En el cole la profesora se empeñaba en hacer amigo invisible antes de las vacaciones de Navidad y el último día de clase en verano, pues los tres años que lo hicimos el único regalo que me gustó fue una colchoneta hinchable para la playa que me regaló una chica, algo útil por lo menos.
Recuerdo a compañeros sin regalos, una compañera a la que regalaron un lápiz o boli (me ha hecho gracia que una prima haya comentado lo mismo), regalos que se notaban que era algo que tenían por casa y lo traían aunque supieran que al compañero no le iba a gustar o no le iba a dar uso.
Ahora porque casi todos son bazares chinos, pero recuerdo que en mi barrio había un par de tienditas de “20 duros”, donde había cositas muy monas para tener un detalle con alguien, yo que se: cositas de papelería como un bote para lápices guay, un estuche o una carpeta bonita para el próximo curso; pañuelos, bufandas o guantes monos; joyeros o cajas bonitas y baratas para almacenar cosas; monederos, carteras o calcetines para guardar nuestros primeros móviles(ostras, ¿los recordáis? Yo tenía uno de la Pucca), etc... y todas estas cosas no costaban más de 10€.
En el instituto en mi clase hicieron un año amigo invisible (4 ESO creo recordar) y yo no participé (me negaba, fue escucharlo y decir que no, aunque quedase de amargada o rata, yo conocía mis motivos), y vi la misma historia de siempre, gente sin regalo, regalos cutres, etc...
¿Cómo serán los amigos invisibles de ahora? Habiendo tiendas como Primark, Tiger, Ale-Hop... donde hay cosas monas, graciosas y BARATAS, ¿la gente sigue siendo cutre?
 
Última edición:
No pude pasar más vergüenza en mi vida que en un cumpleaños que el anfitrión era muy generoso y todos los amigos habiamos acordado un regalo común una de las amigas invitadas nos dijo que ella no participaba en el regalo que compraría algo aparte. Se presentó con un imán para el frigorífico.

Otra, que esta vez fue mi cumple, la madre le dió dinero para que me comprase un regalo. Ella se guardó el dinero y me hizo una manualidad. Que muchas veces lo simbólico tiene más valor que lo material pero este no era el caso, fue un detalle feo y por lo general era de la hermandad del puño cerrado.

He recordado también en la época de los móviles todavía en blanco y negro de prepago que eramos todavía adolescentes que mi madre me dijo: "dáme un toque cuando tu padre tenga que ir a recogerte" una noche que salimos. Me di cuenta que mi móvil no tenía saldo y le pedí dar el toque a mi madre desde el suyo, solo toque no llamada ni sms. No me lo dejó porque decía que por el establecimiento de llamada cobraban 2 o 3 céntimos...
 
Una de regalos invisibles.
Amo el chocolate y la gente si me conoce, lo sabe.


Dije de muchas cosas que me gustan cuando me preguntaron qué te gusta. Bombones, chocolate, café, cosas de cuidado facial y maquillaje, ropa... Vinos...

Pues nada. Abro el regalo y me encuentro un paquete de café y una natilla de chocolate.
Para mejorarlo dice que la natilla de chocolate la ha cogido de su compañera de piso, que se le iba a caducar. Yo alucinando. No volví a participar aunque fuera la única persona que fuera a contracorriente en la cena de amigos.
Me he quedado muerta, yo soy tú y tanto el paquete de café como la natilla se van a la basura delante de sus narices.
Lo de la natilla es que no es ni cutre, directamente me parece de ser mala persona.
 
Me he quedado muerta, yo soy tú y tanto el paquete de café como la natilla se van a la basura delante de sus narices.
Lo de la natilla es que no es ni cutre, directamente me parece de ser mala persona.
La natilla la tiré nada más llegar a casa. Yo tenía ya mis 30 años. Fue hace muy poco. No en un regalo de Instituto jajaja.
La chica tenía unos 26 con coche y casa ya independizada pero subvencionado por el Banco de los padres. Trabajaba y todo los ingresos eran para ella mientras que yo tenía con el mismo sueldo gastos de piso y demás... Vamos que no fue porque no tuviera ni un céntimo, sino porque era rata o demasiado cubre para los detalles. Siempre he sido arisca en muestras de cariño, pero detallista lo soy y bastante, y al igual que a todos le gustan los regalos, a mi también. Me puse a reír por no llorar. Ella pensaría que soy tan rara que esos regalos me gustaron. Al otro día me encargué de decirle a todo el mundo lo planchado que me quedé. Y al siguiente año me negué a participar. Ella seguro que sabía perfectamente el motivo.
 
La natilla la tiré nada más llegar a casa. Yo tenía ya mis 30 años. Fue hace muy poco. No en un regalo de Instituto jajaja.
La chica tenía unos 26 con coche y casa ya independizada pero subvencionado por el Banco de los padres. Trabajaba y todo los ingresos eran para ella mientras que yo tenía con el mismo sueldo gastos de piso y demás... Vamos que no fue porque no tuviera ni un céntimo, sino porque era rata o demasiado cubre para los detalles. Siempre he sido arisca en muestras de cariño, pero detallista lo soy y bastante, y al igual que a todos le gustan los regalos, a mi también. Me puse a reír por no llorar. Ella pensaría que soy tan rara que esos regalos me gustaron. Al otro día me encargué de decirle a todo el mundo lo planchado que me quedé. Y al siguiente año me negué a participar. Ella seguro que sabía perfectamente el motivo.

Por algún motivo que desconozco, la mayor parte de la gente que conozco agarrada, tacaña y usurera es la que tiene una línea de crédito en el Banco de los Padres. Sin embargo, la gente curranta que gana su dinero, que ahorra, que tiene vida independizada y que la hipoteca o el crédito lo tiene con el Santander o el BBVA (ejemplos aleatorios) suelen ser las más responsables a la hora de prestar y de usar sus dineros.
 
La natilla la tiré nada más llegar a casa. Yo tenía ya mis 30 años. Fue hace muy poco. No en un regalo de Instituto jajaja.
La chica tenía unos 26 con coche y casa ya independizada pero subvencionado por el Banco de los padres. Trabajaba y todo los ingresos eran para ella mientras que yo tenía con el mismo sueldo gastos de piso y demás... Vamos que no fue porque no tuviera ni un céntimo, sino porque era rata o demasiado cubre para los detalles. Siempre he sido arisca en muestras de cariño, pero detallista lo soy y bastante, y al igual que a todos le gustan los regalos, a mi también. Me puse a reír por no llorar. Ella pensaría que soy tan rara que esos regalos me gustaron. Al otro día me encargué de decirle a todo el mundo lo planchado que me quedé. Y al siguiente año me negué a participar. Ella seguro que sabía perfectamente el motivo.
Cuanto más detalles das más rabia me entra, al leer tu otro mensaje y ver que había sido en una cena con amigos y la chica tenía compañero de piso la verdad que pensé que seríais chicos de entre 18-20 años que os conocéis de la uni o algo así la verdad.
Pero 26 tacos, el chichi negro y con ingresos suficientes para haberte comprado una puñetera caja de bombones decente.
Me matan estas cosas.
 
Primas, me vais a perdonar pero o yo soy muy mala persona o vosotras habéis sido muy inocentes. Prestar dinero a un amigo es exponerte a perder tanto el dinero como el amigo. Yo no presto nada, lo siento, cuando metes el dinero en una relación ya se cagó.
Bueno esto que voy a contar es al revés, la vez que me llamaron tacaña a mí. Y fue mi santa madre en la típica cena de navidad.
Estaban hablando de manirotos y de gente que gastaba mucho dinero y soltó pues Aura es super egoísta mira muchísimo el dinero y claro así ahorra tanto, pq apenas gasta.

Mi cara fue un poema pero la de mis familiares más cuando dije, si muy egoísta pero este verano te he pagado yo vuelos hitel y estancia para irnos a Benidorm.. me sentó como una patada que me llámase egoísta y más delante de todos.
Era mi primer trabajo y cobraba muy poquito y evidentemente quería ahorrar.
Siempre dice que fue un malentendido y que no uso la palabra adecuada pero me sentó fatal
Mi madre también me decía eso cuando era pequeña porque me gustaba guardar el dinero que me daban mis tíos y mis padrinos en vez de fundírmelo esa misma semana como hacía mi hermana. Lo que se le olvidaba decir era que yo ahorraba dinero porque ella nunca nos daba nada, ni paga ni 200 ptas para el finde, o 50 para un helado, a veces hasta racaneaba para comprarnos material escolar, así que desde pequeña aprendí a tener un cierto nivel de independencia económica y no tener que suplicarle que por favor me comprase una flauta que me habían pedido en el cole.
Que la excursión de fin de curso de 2° de ESO la pagué con mis ahorros porque ella se negó a darme dinero.
 
Primas, me vais a perdonar pero o yo soy muy mala persona o vosotras habéis sido muy inocentes. Prestar dinero a un amigo es exponerte a perder tanto el dinero como el amigo. Yo no presto nada, lo siento, cuando metes el dinero en una relación ya se cagó.

Mi madre también me decía eso cuando era pequeña porque me gustaba guardar el dinero que me daban mis tíos y mis padrinos en vez de fundírmelo esa misma semana como hacía mi hermana. Lo que se le olvidaba decir era que yo ahorraba dinero porque ella nunca nos daba nada, ni paga ni 200 ptas para el finde, o 50 para un helado, a veces hasta racaneaba para comprarnos material escolar, así que desde pequeña aprendí a tener un cierto nivel de independencia económica y no tener que suplicarle que por favor me comprase una flauta que me habían pedido en el cole.
Que la excursión de fin de curso de 2° de ESO la pagué con mis ahorros porque ella se negó a darme dinero.
A mí me llamaba pesetera.
 

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