Jolín, con lo agradable que es tener una zona verde delante de tu ventana, con un aire un pelín más limpio, menos tráfico...y siempre tiene que ir alguien a fastidiarla. Lo mismo pasa con las zonas peatonales. En teoría más tranquilas porque no pasan coches. Pero como se reúna una pandilla ahí...apañados vamos. Yo viví en un piso que daba a una de esas calles. Pues cerca se ve que había un bar de africanos. Y siempre había algún grupillo que se iba algún banquito de la calle peatonal, a hablar con esos vozarrones que gastan.
Ya me huelo que vendréis algun@s a llamarme racista. Vale, pues yo soy racista y todo lo que queráis, pero la cruda realidad es esa: gastan buenos vozarrones los jodíos, punto pelota.
Ah no mira, el tema del racismo, es que es tan de pereza mental. A las cosas se las llama por su nombre, si los que dan por saco son negros, moros, gitanos, o lo que sea, se dice, ¿nos vamos a tener que callar también en esto?. Gente que hace ruido y molesta la hay en todas las razas, maleducados en todos sitios, pero ya te digo yo que en mi barrio los problemas los han dado los moros, concretamente las moras. No viven ni en mi zona pero como ésta está llena de parques, colonizan la zona durante el día por muchas horas hasta que cae la noche y en verano las he visto irse a sus respectivos barrios a las 2 de la madrugada.
Son los hijos de las moras los que no paran de fastidiar, porque sus madres es que pasan de decirles nada, como dije en mi anterior comentario. Alguna regaña a su hijo, rara avis, el resto es que insisto que están viendo que se van a la carretera de la avenida y hasta las cuesta levantarse del banco; no lo hacen hasta que ven el peligro ya sin remedio. Una vez pasó un primo mío que vino de visita, y si no coge literalmente del gorro del abrigo de una niña de dos años, a la niña se la lleva por delante un coche; ¿dónde estaba la madre?, sentada en un banco a una distancia de unos 50 metros, y ni se levantó con prisa ni nada, ¿eh?, que ya que a su hija la estaba cogiendo otra persona pues qué guay, se la lleva donde está ella, no la regaña, se vuelve a sentar en el banco, aquí no ha pasado nada. Vamos, que les pueden secuestrar a sus hijos perfectamente y cuando quieran reaccionar ya es demasiado tarde.
Cuando veo que un crío se está arrimando a ese cruce y las madres no hacen nada, deseo que el coche que pase sea uno de la policía.
Zonas peatonales, zonas verdes, parques y demás, son geniales, pero en verano, y con la invasión que tenemos, se convierte en toda una pesadilla. Como no trabajan, pues hasta las 2 de la mañana que se quedan, niños llorando, gritando, balones, ellas que hablan como si estuvieran a las cinco de la tarde, es que anda que no he fantaseado yo con escopetas y napalm, qué puto asco me dan.