Cuando te dan ganas de rociar napalm en tu portal.
¿Vives en un portal que te provoca ganas de matar? ¿Detestas a tus vecinos? ¿Los odias a muerte?, ¿oyes canicas por la noche?, ¿les oyes hasta mear?.
Pasa, podemos ayudarte.
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Tuve una que era de peli de terror, como las que echan los domingos en Antena 3 al mediodia, de esas que se obsesionan con la vecina y la espia y esas cosas.. de miedito.
No puedo dar muchos detalles porque van a saber de quién se trata.¿Qué pasó? ese tipo de mierdas vecinales me llevó a replantearme la situación de querer ser propietaria porque en el alquiler encuentro infinitas ventajas. De hecho me voy a mudar ahora porque no soporto a los vecinos. Cero problemas con ellos pero es estresante todo, necesito total tranquilidad.
Hace años me compre mi primera vivienda en un barrio humilde. Mis vecinos, llegaron poco después, eran un pareja de ecuatorianos que compraron la vivienda para hacer negocio alquilando las habitaciones... Viví una pesadilla: Gritos, voces, reggaetón a todas horas, fiestas nocturnas, y vueltas por la mañana haciendo ruido... Si iba a su casa a llamarles la atención decían " Estoy en mi casa y hago lo que me da la gana"... Pensé en vender la casa, pero ¿quién iba a querer comprarla, si en el momento de visitarla iban a vivenciar lo que había? Al final, estalló la crisis en España , los ecuatorianos se fueron a su país abandonando la vivienda y recuperé la calma... Y más adelante pude vender la vivienda. Pero viví un horror...
Una putada es cuando tienes vecinos así y los demás callan, los mamones, por no "meterse en problemas". Yo he llamado a la policía en muchísimas ocasiones y os aseguro que en mi barrio, de auténticas cotillas, nadie salía a la ventana cuando en cuanto pasa algo siempre están asomados, curioseando. No salían porque miraban entre las cortinas, sin ser vistos. Si llamas a la policía ésta te llama para que hables en calidad de testigo, y ahí tenía que estar yo, con ellos, en un barrio que en cuanto pasa algo salen a curiosear y te hablan por el portal de las movidas pero luego no daban la cara.
Ha pasado de tener que soportar cachondeítos, encontrarte a los vecinos que te lo comentan en el portal "la que tenía liada ayer este, ¿eh?" pero cuando llamas a la policía y das la cara, sola que te ves. El resto por supuesto, mirando entre las persianas o mirillas, que no van a colaborar.
Así que tomé la determinación de que si alguien se metía en un problema, conmigo que no cuenten aunque sé que están metidos en problemas por culpa de otros vecinos. Recientemente pasó algo, alguien vomitó, sospecho quien es, y no quitó el vómito del portal el muy cerdo. Escucho el murmullo de vecinos indignados (lógicamente), hasta que llaman a mi puerta, y mirad, no me dio la gana abrirla, pues sabía a lo que venían: a que lo limpiara yo.
Hubo una vez en la que pequé de colaborar con ellos en limpiar los restos de la bolsa de basura que se le rompió a un anónimo y dificultaban el paso, me cabreé, pero como yo tenía que pasar por ahí y me pilló inocente, cogí y lo limpié. Craso error el mío, yo sabía que todos los vecinos estaban en sus casas al corriente de lo que había pasado y cuando les dije que limpié la basura me dijeron "¿qué basura?". Minutos antes habían estado hablando del temita y yo los escuché desde mi casa.
Con lo del vómito tardaron cero coma en llamar a la puerta, para ver si me indignaba entre el alboroto y como una tonta salía. El percal era ver a todos hablando a voces pero nadie hacía nada, bueno, sí, llamar a las puertas de los demás.
Desde entonces, que se vayan a la mierda y que conmigo que no cuenten, también me se hacer la tonta yo. Si hay gresca entre ellos me pongo en plan infanta "No he visto nada, no me consta, no sé nada".
Yo no paso ni una, Beltane, y sí, me he visto sola casi siempre, pero eso no me acobarda. Supongo que para los vecinos molestos yo soy la típica "tocapelotas", pero es que me cuesta mucho entender y aceptar que haya personas que no tengan aprendidas unas mínimas normas de urbanidad y respeto a los demás. Vamos, que no lo entiendo ni lo acepto.
A mí me enseñaron a no tirar nada por las ventanas, a no molestar al vecino con mis ruidos, a no meterme en la vida de nadie, a saludar y dar las gracias o pedir perdón, a decir por favor cuando la ocasión lo requiere, a no gritar... y mis padres no son personas especiales ni seres privilegiados con una sabiduría especial, no creo que sea tan difícil. Vivimos en sociedad, no estamos cada uno en lo alto de un monte.