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Yo no estoy de acuerdo en que la mayor parte de nuestros abuelos tenían mejores matrimonios, había de todo al igual que ahora. La versión romántica de que antes se enamoraban de verdad, que tenían citas romantiquísimas, y que sus amores duraban de por vida, como en las películas antiguas en la mayoría de los casos no era así. Se casaban súper jóvenes, a veces conociéndose de muy poco tiempo, muchas veces ellas se casaban para salir de su casa y no depender de su padre ni tener que obedecerles, otras por no quedarse solteras y porque era lo que tocaba, otras por embarazo y algunas se casaban por amor. Ese amor que muchas veces vemos en las abuelas viudas, si hablas un poco con ellas, era dependencia total de su marido tanto a nivel psicológico como económico, otras era costumbre, y otras si era amor de verdad... Muchos hombres se casaban por aparentar o por no quedarse "solterón"...muchas veces incluso obligados, y ellas igual. No había más amor que ahora, simplemente, existían matrimonios felices e infelices pero aguantaban porque era lo que tocaba, esa es la diferencia con la actualidad. Mis abuelos paternos se casaron y no digo que algún momento no fuesen felices, pero él se pasó toda la vida embarcado fuera de casa, lo veían dos veces al año, y tras jubilarse cayó en el alcoholismo y la ludopatía, para todo el mundo era encantador y simpatiquísimo, yo misma guardo muchos buenos recuerdos de él, pero si te paras a pensar un poco, lo que vivía mi abuela no ea precisamente felicidad y amor, aunque lo pudiesen aparentar, tras su muerte mi abuela se quedó sin nada más que deudas, y le guardó el luto, porque era lo que tocaba, porque era su marido,¿pero creéis que era un matrimonio feliz? ya os digo yo que no. Mis abuelos maternos, vivieron toda su vida juntos, tuvieron a su hija y mi abuela le cuidó hasta la muerte, vivían en nuestra casa pero no tengo ni un solo recuerdo suyo de dos personas enamoradas, más bien dos compañeros que se casaron para no estar solos, se acostumbraron uno al otro y tuvieron una hija. Y como ellos muchísimos matrimonios más de abuelas y abuelos con sus historias no precisamente de amor, si no de costumbre y dependencia, quizá porque me crié en un pueblo donde todo el mundo se conoce y se saben las historias pero podría decir que la mayoría de esas parejas de abuelos no están con el amor de su vida, si no con la pareja que les ha tocado y a la que le han cogido cariño y se han acostumbrado.
Pero respondiendo a la pregunta, mis padres sin duda se han casado con el amor de su vida, llevan 37 años casados más los años de novios, pueden tener discusiones de vez en cuando como todo el mundo, pero son felices, se complementan y se quieren con locura, a mi madre todavía se le iluminan los ojos cuando mi padre le trae flores, salen a todas partes juntos y se divierten, mi padre hace bromas a mi madre como si fuesen quinceañeros, le hace cosquillas, y ella le sonríe igual que una recién enamorada. Yo creo que también me he casado con el amor de mi vida, hemos luchado para estar juntos con distancia incluida, y cuando por fin nos fuimos a vivir juntos el amor se fortaleció todavía más, y aunque parezca una tontería después de la boda todavía un poco más. No hay día en el que no nos digamos cuanto nos queremos o nos lo demostremos de alguna forma, nos apoyamos siempre el uno al otro, en mis momentos más difíciles Marujito ha tirado de mi mano para sacarme adelante, y al revés. Para mi eso es el amor, quererse, complementarse, apoyarse y que el estar juntos haga que cada uno seamos nuestra mejor versión.
Pero respondiendo a la pregunta, mis padres sin duda se han casado con el amor de su vida, llevan 37 años casados más los años de novios, pueden tener discusiones de vez en cuando como todo el mundo, pero son felices, se complementan y se quieren con locura, a mi madre todavía se le iluminan los ojos cuando mi padre le trae flores, salen a todas partes juntos y se divierten, mi padre hace bromas a mi madre como si fuesen quinceañeros, le hace cosquillas, y ella le sonríe igual que una recién enamorada. Yo creo que también me he casado con el amor de mi vida, hemos luchado para estar juntos con distancia incluida, y cuando por fin nos fuimos a vivir juntos el amor se fortaleció todavía más, y aunque parezca una tontería después de la boda todavía un poco más. No hay día en el que no nos digamos cuanto nos queremos o nos lo demostremos de alguna forma, nos apoyamos siempre el uno al otro, en mis momentos más difíciles Marujito ha tirado de mi mano para sacarme adelante, y al revés. Para mi eso es el amor, quererse, complementarse, apoyarse y que el estar juntos haga que cada uno seamos nuestra mejor versión.