El pedo haciendo abdominales es un clásico. Ya siendo adulta en una clase de yoga se le escapó un pedo a un hombre y yo ya no sabía en qué desgracia pensar para no estallar de la risa.
Es que es una vergüenza total, pero como en aquella ocasión le pasó a una niña muy muy tonta y desagradable, pues encima nos reímos, porque vaya tela qué asquete de personalidad tenía, nos miraba por encima del hombro además.