Autoestima y otros temas de psicología

No cuentes tus días, haz que tus días cuenten



Puesto que lo importante no es el destino, sino lo que nos ocurre por el camino, no desperdicies ninguna oportunidad. Entre hacer y no hacer, quédate con la experiencia
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Esta es tu vida. Haz lo que amas, y hazlo a menudo. Si no te gusta algo, cámbialo. Si no te gusta tu trabajo, déjalo. Si no tienes tiempo suficiente, deja de ver la televisión. Si estás buscando el amor de tu vida, para; te estará esperando cuando estés haciendo cosas que realmente quieres.


Para de analizarlo todo, la vida es simple. Todas las emociones son fantásticas. Cuando estés comiendo, aprecia cada bocado. Abre tu mente, brazos y corazón a cosas y gente nueva, estamos unidos por nuestras diferencias. Pregunta a la próxima persona que veas cuál es su pasión y comparte un sueño inspirador con ella.




Viaja a menudo; perderte te ayudará. Algunas oportunidades solo vienen una vez, aprovéchalas. La vida es la gente que conoces, y las cosas que creas con esas personas. Sal fuera y empieza a crear. La vida es corta. Vive tu sueño, lleva a cabo tu pasión”.


Manifiesto Holstee




La vida es un viaje limitado. Por eso no tenemos tiempo para esperar a que la montaña venga hacia nosotros, tenemos que ir hacia ella. Y es que, al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.


Conocer el camino o andarlo es muy diferente. Podemos creer que lo conocemos o que somos capaces de transitarlo, pero pocos somos los que disfrutamos de la verdadera experiencia de recorrerlo y contemplar el paisaje.


Levántate de cada caída, estudia, encuentra al amor de tu vida, busca un buen trabajo, cásate, ten hijos, trabaja para sacarlos adelante, haz que sean personas de 10 y espera a que tu vida se duerma.


¿Esto es para todos? ¿Tenemos que vivir como queramos o como la sociedad espera que lo hagamos? Pues no. Dicho de otra manera, si le preguntamos a un jugador cuál es la mejor forma de jugar, nos dirá que no la hay.


Depende del momento, de la situación, de la posición de su oponente, del sentido de cada jugada, de cuál sea el contexto, etc.







En este sentido, con la vida pasa lo mismo. Cada uno la vive como quiere, según sus circunstancias. No hay una vida ideal, sino momentos de excelencia.


Estamos hechos de sueños frágiles que se pueden romper con la misma facilidad con la que lo hacemos nosotros. Hay días que nos lo recuerdan, que hacen que nuestras heridas sangren y que duela.






Sin embargo, estos días duran segundos si lo comparamos con toda una vida.


Por esto, pelea por tu utopía, por tu locura y reta a cada instante de tu vida para conseguir que sea único.


Tu tiempo es relativo, no lo derroches

El tiempo. Todo. Locura.


#microcuento


Somos el ahora y el aquí, eso es lo importante. El tiempo es vida y tú no sabes cuánto te queda. No se trata de encontrarle sentido a la vida, sino de que VIVIR sea el único sentido de esta.


Que nadie te diga cómo has de vivir, pues solo te hace libre vivir a tu manera. No estamos en este mundo para programar cada instante, sino para ser libres y darle un vuelco a los convencionalismos que copan nuestra mente.




Morir es fácil, lo complicado es vivir

Me doy cuenta de que si fuera estable, prudente y estático, viviría en la muerte. Por consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos emocionales, porque ese es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida fluída, perpleja y excitante.


Carl Rogers


“Hoy” es el mañana del que te preocupabas. ¿Lo recuerdas? Las dificultades nos preparan para dirigirnos a destinos extraordinarios. Y es que la vida no tiene que ser fácil, sino vivida.


Algunas veces será feliz, otras dura, pero en cada subida y en cada bajada aprendemos lecciones que nos hacen fuertes.


El camino que hallemos nos permitirá vivir con plena conciencia de nuestro presente, saber que estamos vivos y que nuestro cuerpo está en el aquí y el ahora.


La cima de la montaña

El mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la plena felicidad está en la forma de subirla.


Caminar a través de ella requiere la responsabilidad de quien explora sus valores y los pone en práctica. De quien vive respetando al prójimo y ríe cuando quiere reír. Ser consciente y responsable también significa permitirnos llorar y no imponer límites a nuestras emociones.


El secreto de la salud emocional reside en no lamentarse por el pasado, no preocuparse por el futuro y no anticipar los problemas. Lo importante es vivir el momento presente, contemplando la vida con una mirada sabia.


Cambia lo que quieras cambiar, aunque eso suponga que corras el riesgo de fallar. Unas veces se gana y otras se aprende, por lo que, si no obtienes lo que quieres, al menos estarás creando equipaje.







Protege tu salud emocional

Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello y punto.


En busca de la felicidad


La sociedad es egoísta. No esperes que los demás valoren lo que haces o no. Ten seguridad en ti mismo y en lo que construyes y no hagas castillos en el aire. No te vendas humo. Debes apreciar lo que tienes y no desear en exceso lo que no tienes.


No tengas miedo a soñar, ya que la mente viaja sin boleto. La felicidad en la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.


Recarga tus pilas y pon tu corazón en cada cosa que hagas. Ámate a ti mismo sobre todas las cosas y replantéate tus prioridades a diario.


Vivir es un impulso del que necesitamos ser dueños. Coge aire, tropieza, estórbale a la vida, deshazte de las circunstancias y sorpréndete.


Arriésgate a vivir tu propia vida, porque el mayor peligro es no vivirla.

Por Raquel Aldana
 
6 claves para expresar tus emociones


Poner palabras a las emociones es, en sí mismo, un ejercicio sanador. A veces no hay una técnica que nos facilite de manera directa un cambio en nuestro estado de ánimo. Sin embargo, no es menos cierto que, en muchas ocasiones, el hecho de expresar lo que hay en nuestro interior es sano y liberador.


Parece fácil, tal vez. En mi experiencia personal y profesional, descubro que, con la costumbre, la ladera pierde pendiente. En buena medida son los condicionamientos sociales y culturales los que nos impiden bucear en nuestro interior o abrirnos. También influye el miedo, la vergüenza, la anticipación de los pensamientos de los demás, etc. Así, por una u otra causa, o por la mezcla de las mismas, lo cierto es que en muchas ocasiones callamos aquello que queremos gritar.




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¿Es inadecuado expresar tus emociones?

Nunca será inadecuado expresar tus emociones, a pesar de que la tradición y el juicio popular haya ido durante muchos siglos en defensa de la idea contraria. En este sentido, que la tradición se debilite quiere decir que las nuevas generaciones lo van a tener más fácil, pero también que nosotros vamos a tener que desaprender parte de lo aprendido/asimilado.


Expresar tus emociones es un acto liberador.
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Empezamos a sentir desde niños, ya cuando éramos bebes llorábamos o reíamos para expresarnos. Poco a poco el abanico de emociones fue abriéndose: rabia, miedo, culpa, alegría, tristeza, amor… Podemos preguntarnos: si las emociones son algo tan genuino… ¿por qué se reprimen/encapsulan/guardan gastando una gran energía?


Hablábamos antes de los condicionamientos sociales que nos limitan, como las frases del tipo “no llores que van a pensar que eres débil/un niño como tú no llora” o “una señorita no se comporta así” cuando una niña mostraba su enfado, “los hombres no tienen miedo” en el caso de los niños.


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Si durante nuestra infancia no contamos con un entorno que potencie nuestro desarrollo emocional (puede ser de manera directa, pero también es efectivo contar con buenos modelos), lo normal es que desterremos nuestro mundo emocional. Esta, en ausencia de una educación emocional acertada, es en principio una solución inteligente. El niño o el adolescente dice: “no voy a profundizar en un terreno en el que no me sé manejar”.




Sin embargo, lo que en principio puede ser una solución para evitar problemas mayores, a la larga es contraproducente. La biología parece decirnos que antes que seres pensantes somos seres que nos emocionamos. Entonces, ¿cómo va a ser una buena idea desterrar una parte que está escrita en nuestra naturaleza y que además, lo queramos o no, nos va a seguir influyendo?


Facilitadores de la expresividad emocional

Conocer cómo expresar tus emociones de una forma adecuada redundará en cambios positivos en diferentes áreas. Os dejamos una serie de claves para mejorar la gestión emocional y, por lo tanto, la inteligencia emocional:


Saber cómo expresar tus emociones te beneficiará de forma positiva en diferentes ámbitos de tu vida.
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Hacer catarsis

Al expresar las emociones se logra la liberación controlada de energía. La palabra catarsis justamente significa purificación, y en este caso, como se escribiera en la Poética de Aristóteles, es una purificación emocional, corporal, mental y espiritual.


Acumular estas emociones negativas es una carga que a la postre hace sentir enfado, amargura, e incluso con deseos de venganzas; tarde o temprano afectará nuestra salud mental y física.




Paz interior

Liberarnos de cargas negativas nos brinda la oportunidad de soltar los daños y encontrar la paz interior. Facilita que nos instalemos en un estado de tranquilidad mental y espiritual, donde se conoce y comprende lo vivido sin pesadumbre. De esta forma, nuestra resiliencia (capacidad para salir fortalecidos de la adversidad) se fortalecerá.


Además, la paz interior fundamenta el sentimiento de felicidad y plenitud, y esto es posible gracias a que somos sinceros con nosotros mismos y expresamos nuestras emociones adecuadamente.





Bienestar emocional

Conseguir la paz interior es una de las condiciones propicias para acercarnos a esa sensación de bienestar emocional que todos hemos experimentado. Esa en la que parece que nosotros y la frecuencia en la que resuena el mundo coinciden, una perspectiva desde la que podemos identificar un orden que nos agrada.


Respeto a uno mismo

Al expresar nuestras emociones de manera asertiva, estamos liberándonos de la dependencia hacia la opinión de los otros. Reconocer lo que sentimos, gestionarlo adecuadamente y expresarnos nos ayuda reclamar nuestros derechos, a poner límites a acercarnos afectivamente a quienes así lo deseamos, etc. Eso es respetarnos a nosotros mismos y ponernos a salvo frente al abuso y maltrato o la toxicidad de otros.


Empoderamiento

Cuando, a través de la expresión de las emociones, se ha logrado la purificación y el respeto hacia sí mismo podemos decir que tenemos el control de nuestra vida emocional en las manos.


Cuando se está en equilibrio con uno mismo, con los deseos y las emociones personales, se es congruente. Lograr esto nos da poder frente a la vida y sus constantes cambios, nos permite avanzar y crecer.


Confiabilidad

Además de salvar nuestra salud física y emocional, expresar correctamente nuestras emociones mejora la relación con los demás. Nos permite tejer vínculos más sanos, basados en la honestidad, la confianza y el respeto.


Cuando nos mostramos como somos, sin miedo a nuestras emociones, proyectamos una personalidad más auténtica, algo que puede incrementar la confianza que inspiras (credibilidad) a otras personas.





Como hemos visto, la expresividad es una puerta de posibilidades. Las dos más importantes tienen relación con el plano social: por un lado facilita que podamos hacer una mejor gestión de nuestra energía emocional y por otro nos permite generar relaciones de confianza en las que sea posible la intimidad y la complicidad.


¿Estás preparado para expresar tus emociones?

Por Marián Carrero Puerto
 
La felicidad debe nacer de tu interior, no al lado de nadie



Para alcanzar la felicidad, en primer lugar, debemos estar en paz y a gusto con nosotros mismos. A partir de ahí podremos propiciar este estado en todo aquello que emprendamos
La felicidad puede construirse de muy diversas formas. Ya sea en soledad o al lado del ser amado, esta emoción positiva y gratificante parte siempre de un lugar muy específico y casi mágico: nuestro cerebro emocional.


Por este motivo debemos tener claro un aspecto esencial: estar junto a alguien que queremos es algo maravilloso pero, en ocasiones, incluso teniendo la mejor pareja del mundo, si no estamos bien con nosotros mismos, la felicidad completa nunca será posible.




El bienestar, el equilibrio y la alegría deben nacer siempre de nuestro interior. La paz de nuestro corazón sintiéndose bien con todo lo que somos y tenemos es el mejor camino hacia la felicidad, ya sea en soledad o en compañía.


Te invitamos a reflexionar sobre ello.




La felicidad es un sendero interior

En las últimas décadas si hay un tema cada vez más buscado en las librerías es el referente al crecimiento personal o a cómo construir nuestra felicidad en estos tiempos difíciles. A nuestro alcance tenemos por ejemplo autores de renombre como el psicólogo Tal Ben-Shahar, profesor de Psicología positiva en Harvard y un auténtico gurú en el tema.


Así, algo que nos recuerda el profesor Sahar es que para ser felices las personas deberíamos trabajar tres dimensiones:


  • Permitirnos ser humanos, es decir, aceptar las emociones negativas, asumir nuestros errores y debilidades.
  • Aprender a conectar mente y cuerpo.
  • Desarrollar y practicar la gratitud.

Tal y como podemos ver, esas dimensiones no están en el exterior. Es decir, la felicidad según uno de los máximos expertos en el tema, no depende de los bienes materiales o nuestro estatus. Es un trabajo interior. No podemos dejar de lado que en la actualidad, algo que todos tenemos claro es la gran relevancia de aspectos como la Inteligencia Emocional, la gestión del estrés, la conexión interior, la empatía…


Invertir en desarrollo personal es un puente directo hacia la felicidad y también para mejorar nuestras relaciones personales. Sin ese primer paso, sin esa responsabilidad para con nosotros mismos, el crecimiento no es posible. El bienestar no es real.


Una mirada que aprende a conectar con las propias necesidades

Fue a partir de los años 90 con autores con Daniel Goleman cuando aprendimos por fin la importancia de poner la mirada en nuestro interior. Y no solo eso, en estudios como en el International Journal of Behavioral Medicine nos recuerdan que factores como el altruismo, como hacer cosas por los demás, también revierte en nuestra capacidad para ser más felices.









Asimismo, un libro recomendable sobre este tema y que nos puede invitar a reflexionar es " Se puede ser feliz en Alaska. Enfocado desde la psicología cognitiva, nos ayuda de una forma lúdica y práctica a afrontar situaciones tan complejas como el estrés, la depresión o la ansiedad.


Asimismo, un aspecto que nos revela esta lectura es lo siguiente: más allá del lugar donde estemos, más allá incluso de las personas que nos rodean, está la habilidad para cuidar de nosotros mismos. Para querernos. Una mirada que sabe respetarse y entenderse sabe mirar al presente con esperanza.


Las personas fueron creadas para ser amadas, las cosas, por su parte fueron creadas para ser usadas. La razón por la que el mundo está en caos es porque las cosas están siendo amadas, y las personas usadas.


“Se puede ser feliz en Alaska” -Rafael Santandreu-

La felicidad es ausencia de miedo

La felicidad es, ante todo, carencia de miedo. Aún más, para ser feliz debemos ser capaces de lidiar con la adversidad, de saber aplicar estrategias adecuadas para trabajar las emociones negativas, para dejar a un lado las relaciones que nos hacen daño, las dinámicas que nos desgastan…


El miedo tiene una utilidad evolutiva imprescindible. Así, estudios como el publicado en la revista Dialogues in clinical neuroscience, nos señalan que gracias a esta dimensión hemos logrado sobrevivir como especie. Ahora bien, cabe decir que en ocasiones hacemos un uso y abuso excesivo de esta dimensión.


Son esas situaciones extremas (y cotidianas) donde permitimos que el temor tome el control absoluto de nuestras vidas. Un ejemplo de ello son las siguientes situaciones:


  • Miedo a la soledad.
  • Temor a no ser amados como nosotros queremos.
  • Miedo a no alcanzar los objetivos que nos proponemos cada día.
  • Angustia por no ser como los demás esperan que seamos.
  • Miedo a que las cosas cambien -o a que no cambien-.
  • Inquietud a perder determinas cosas, determinadas personas.
Todo ello son situaciones que, sin duda, nos son muy conocidas. Así pues, el primer paso para construir esa felicidad interior es racionalizar el miedo, comprenderlo y empequeñecerlo.


Una forma de conseguirlo es precisamente fortaleciendo nuestra autoestima y evitando estar tan “apegados” a cosas o personas.


Aprende a caminar ligero

Caminar ligero no quiere decir en absoluto que no debamos tener a nadie a nuestro lado. Al contrario. Pocas cosas son tan maravillosas como llevar de la mano a nuestra familia, a nuestra pareja, a esos amigos que son tesoros en nuestro corazón.


  • Ahora bien, esos compañeros de vida deben permitirnos, a su vez, “caminar ligeros”. Quien gusta de colocarse sobre nuestra espalda para recordarnos nuestros fallos, para susurrarnos por dónde debemos ir y qué senderos evitar no favorece nuestro crecimiento ni nuestra felicidad.
  • Caminar sin pesos es saber dejar a un lado lo que hace daño, lo que veta nuestra autoestima e identidad.
  • Avanzar en libertad implica también saber cuáles son nuestras prioridades. Este es un ejercicio de reflexión que te invitamos a llevar a cabo ahora mismo.




Una vez conocemos qué es lo más importante para nosotros, basta con luchar por ello. Todo lo demás es secundario.

El amor propio es una relación que debe durar toda la vida

La felicidad es un estado que viene y va, lo sabemos. Entendemos también que lo fundamental es disponer de ese equilibrio interno donde los pensamientos armonicen con nuestras emociones y a su vez, con las acciones que llevamos a cabo cada día.


  • Este mecanismo perfecto donde mente y emociones van de la mano para ser tranquilos creadores de nuestra realidad parte también de un constructo psicológico esencial: el amor propio.
  • El amor propio es ese vínculo fabuloso que nos une a nosotros mismos y no al lado de nadie. Los demás no son quienes para decirte cuándo debes ser feliz y cuándo no de acuerdo a sus caprichos.
  • Somos nosotros mismos los que debemos luchar cada día por nuestro bienestar haciendo uso del amor propio.

Cuando una persona está bien consigo misma, cuando apaga sus miedos y siembra de ilusiones su horizonte, entonces la felicidad parte de su interior para abrazar a quienes tiene a su alrededor.


Es algo que vale la pena propiciar.

Por Valeria Sabater

 
Descubre la ley del espejo para ser feliz



Quizás no sean los demás los que nos defraudan, sino nuestras propias expectativas. Tenemos que aprender a ponernos en el lugar del otro

Dice la ley del espejo que lo que vemos en los demás es en realidad un reflejo de lo que tenemos dentro nosotros mismos, y que por lo tanto si queremos ser felices, nuestra felicidad no depende de los demás ni de nosotros mismos.


Conocemos la ley del espejo, que nos enseña a gestionar nuestros problemas con otras personas (familiares, amigos, en el trabajo, etc.) a partir de unos ejercicios con nosotros mismos.




Las cosas que nos molestan

Hay cosas que siempre nos molestan. Que nuestra cuñada siempre nos diga lo mismo en las comidas familiares, que nuestros padres quieran controlar demasiado nuestra vida, que nuestros hijos no sean sinceros con nosotros, que no se nos valore en el trabajo, que nuestros hermanos sean egoístas, que nuestros amigos no nos apoyen como nosotros deseamos. Siempre esperamos que los demás actúen de una determinada manera y sin embargo en muchos casos nos sentimos defraudados. Sin embargo, ¿somos conscientes que tal vez nosotros también les estamos defraudando en otras cosas?


Como primer ejercicio proponemos hacer una lista con todas las cosas que nos molestan de las personas que nos rodean.









Nuestras cosas que molestan a otros

Pero ahora vamos a hacerlo al revés, y haremos otra lista poniendo cosas que puedan molestar o haber molestado en algún momento a esas personas. Para hacerla debemos ser sinceros y autocríticos con nosotros mismos. No somos perfectos, somos humanos, y sabemos que nos hemos equivocado muchas veces. Por eso es importante aprender a ser empáticos, es decir, a ponernos en el lugar del otro.


Qué dice la ley del espejo

La ley del espejo nos enseña que si en realidad sentimos algo negativo hacia una persona, la causa está en nuestro corazón, y no en la otra persona. Por ejemplo, que si nos sentimos ofendidos por algo que nos han dicho, eso es porque también nosotros estamos ofendiendo a alguien, tal vez no a esa persona pero sí a otra. Y si aprendemos a darnos cuenta, y sobre todo a evitarlo, posiblemente también dejaremos de sentirnos ofendidos nosotros. Es curiosos como no todas las personas reaccionamos igual ante la misma situación. Porque no todas tenemos lo mismo en el corazón.




Un ejercicio práctico

Vamos a elegir una de esas personas de las que no soportamos alguna cosa por la cual nos sentimos heridos, ofendidos o enfadados, y vamos a hacer una lista con cosas que nos gustaría agradecerle. En algunos casos esto nos puede sorprender mucho e incluso molestar, y deberemos hacer un gran esfuerzo, pero valdrá la pena. Seguro que alguna vez ha hecho algo por nosotros o por algún familiar nuestro, ha tenido algún detalle, nos ha ayudado en algo, etc. Dedicaremos el tiempo que haga falta.


A continuación, todavía más difícil, haremos una lista exponiendo cosas por las que nos gustaría pedirle perdón, aunque sean pequeños detalles. Tal vez la hemos mirado mal, le hemos faltado al respeto, le hemos dicho algo cruel, la hemos criticado a sus espaldas o nos hemos olvidado de agradecerle algo. Hasta aquí será un verdadero ejercicio de humildad, pero el tercer y último paso es sólo para las personas más valientes.


Nos pondremos en contacto con esa persona (personalmente, por teléfono o por carta), le daremos las gracias por todos los motivos apuntados en la lista, y le pediremos perdón por todas las cosas de la segunda lista.





El resultado

Este ejercicio anterior puede parecer una locura, puesto que muchas personas son demasiado orgullosas para llevarlo a cabo, o bien piensan que tendría que ser al revés, que son ellos los que deberían recibir los agradecimientos y dar el perdón. Pero el resultado suele ser sorpendente, y esas personas que jamás se esperarían un mensaje así suelen reaccionar de manera muy positiva y emocional.


¿Cuándo, cómo, con quién…?

Este ejercicio podemos hacerlo siempre que queramos y con quien tengamos necesidad. Es un ejercicio práctico que casi siempre da resultados. Y tan sencillo, aunque no fácil, que vale la pena probarlo, sobre todo con las personas a las que más queremos, o en situaciones que nos hacen daño y queremos superar.

Por Elena Martínez
 
La eficacia del pensamiento positivo


Más de una vez he leído u oído ¡eso del pensamiento positivo, es una patraña! Para poder explicar lo que pienso os contaré un pequeño chiste que nos resultará útil para comprender este asunto.


Se encuentran dos amigos que hace mucho que no se ven y uno le dice al otro:




-¿Cómo estás?
-Fatal, contesta el amigo, últimamente me meo encima constantemente.
– Pero ¿cómo no has ido al urólogo para solucionar ese problema?
-Más de mil veces y todos a los que voy dicen que no es una cosa fisiológica, por lo que ellos no pueden hacer nada.
Con la mejor voluntad del mundo le aconseja que acuda a un psicólogo.
Pasa el tiempo y nuestros amigos se vuelven a encontrar:
– ¿Cómo estás?
– Fenomenal.
– Cómo me alegro, eso es que ya has solucionado tu problema.
– No, sigo igual, pero ahora tengo pensamiento positivo y no me importa, soy feliz.




Si tengo que elegir entre una persona que se siente infeliz y otra que es feliz, a pesar de que sigue teniendo el mismo problema, me quedo con la segunda.




Pero, y aquí está el quid de la cuestión, si nos limitamos a generar pensamientos positivos, por ejemplo a pensar que “todo va bien”, es probable que, como él amigo del chiste, nos sintamos mejor, pero no estamos haciendo nada por solucionar nuestro problema. Si realmente queremos que sea útil, el pensamiento positivo tiene que ir acompañado de un objetivo.
Primero, pensar en positivo porque, en caso contrario, difícilmente daremos ningún paso. Segundo, marcarnos una meta: queremos algo, tenemos que solucionar algo… Necesitamos ser conscientes de dónde estamos y adónde queremos llegar.


Con un pensamiento positivo, pensaremos que nuestro objetivo es alcanzable y lucharemos por él; ahora sólo nos resta poner los medios para logar lo que deseamos o necesitamos.
Pensar en positivo genera cambios en nuestra mente y en nuestro cuerpo; todos podemos generar estos pensamientos, a fin de cuentas somos nosotros los que pensamos, nos ayudará a buscar la parte buena de lo que nos rodea, que siempre está, aunque en ocasiones nos resulte muy difícil de encontrar.


Cuando la hallemos, seamos amables y demos gracias por su presencia a la vida o a quien nos la haya facilitado; ser agradecidos es bueno para nosotros y para los que nos rodean.
Ahora estamos en disposición de empezar a disfrutar de lo que vivimos, del camino para alcanzar nuestros objetivos y de los objetivos, cuando los logremos.
Ahora, por favor, una sonrisa; son pocos músculos los que hay que mover y es provechoso, genera bienestar, contagia a otros que nos la devuelven y, cuando la recibimos de vuelta, nos hace sentir muy bien.


Por mi parte, termino con una inmensa sonrisa para ti.

Por Leonor Casalins

 
El lastre del auto-sabotaje


El auto-sabotaje comprende todas aquellas acciones que realizamos para entorpecer o anular nuestros objetivos. Estos objetivos frustrados son precisamente los que nos permitirían alcanzar logros importantes en nuestras vidas y rozar el éxito. Las formas más comunes de auto-sabotaje involucran conductas como la indecisión, la postergación, las adicciones de cualquier tipo, dormir poco o comer en exceso.


De otro lado, las personas también se auto-sabotean cuando niegan sus sentimientos, se comparan con otros para sentirse inferiores o establecen relaciones que los derriban emocionalmente. En muchos casos, este comportamiento parte de ignorar lo que uno quiere y lo que uno necesita.




Hay personas que se someten a dietas exigentes para bajar de peso y gozar de una buena salud, e incluso las acompañan con una serie de ejercicios físicos. Sin embargo, al terminar el día se auto-sabotean consumiendo cualquier cantidad de comida chatarra y muchas veces en exceso, con cualquier tipo de excusa. El resultado final es que mandan al traste todo el esfuerzo desplegado durante la jornada.


En otros casos, nos preparamos a conciencia para optar a un ascenso laboral, porque consideramos seriamente la posibilidad de mejorar nuestra calidad de vida o porque tenemos inquietud por enfrentar retos mayores. Sin embargo, a la hora de concretar el deseo por el que tanto hemos trabajado sobreviene el auto-sabotaje.


Un estado de indecisión y de angustia nos asalta y hace que desistamos de la idea inicial y continuemos igual que antes: las dudas de si estamos preparados o no, de si seremos capaces o no nos terminan dejando en el sitio en el que estábamos al principio, sin más responsables de nuestra estaticidad que nosotros mismos.




Origen del auto-sabotaje

Cuando nos proponemos alcanzar una meta y saboteamos nuestro progreso, nuestra auto estima se ve seriamente comprometida. En el fondo lo que se impone es un miedo que tiene un origen inconsciente. Es seguramente el resultado de una experiencia negativa adquirida durante la niñez, que aún no hemos logrado clarificar y, mucho menos, resolver.





Muchos de estos patrones de conducta se originaron durante la niñez. Probablemente están asociados con el tipo de relación que establecimos con nuestro progenitor de s*x* opuesto. Es decir, de la niña con su padre, o del niño con su madre. Nos convertimos en el centro de atención de nuestro progenitor del s*x* opuesto, mientras nuestro otro progenitor era desplazado.


De esta fantasía, que se asume como real, se desprenden dos consecuencias reales. La primera es que no podemos ser la pareja de nuestro progenitor, pese a que haya un fuerte deseo inconsciente de serlo. Y la segunda, que se genera un estado de culpa insostenible, porque hemos desplazado del plano afectivo a nuestro progenitor del mismo s*x*. Sea de un lado o del otro, si participamos en esta dinámica desde pequeños cargaremos con una peso que no existe, pero que sí tendrá efectos en la realidad actuando como un poderoso lastre.




¿Cómo evitar el auto-sabotaje?

Lo primero es ser conscientes de que nos estamos saboteando. Esto no es tan fácil como parece, porque recordemos que se trata de un comportamiento inconsciente. El fracaso inicialmente nos genera culpa y frustración. Tenemos la tendencia a ser implacables con las evaluaciones que hacemos de nosotros y de nuestros resultados. Por eso resultaría positivo ser flexibles y tratar de identificar con mayor precisión lo que nos induce al fracaso.




Nos falta identificar con claridad el problema. Convencernos de que realmente somos buenos en algo y merecedores de ese algo que mejoraría significativamente nuestras vidas. Aunque nos preocupa fracasar, pareciera que todos nuestros esfuerzos se encaminan a que se produzca es to que no queremos.


Cabe agregar, aunque resulte paradójico, que las personas que fracasan después de triunfar. Así, el logro inicial genera sentimientos de satisfacción y placer momentáneos. Sin embargo, luego se transforman en estados de angustia y, en algunos casos, llegan a somatizarse. Esta situación desaparece cuando logran destruir los logros que con tanto esfuerzo consiguieron.


Puntos clave para no sabotearnos

Es importante reconocer lo que queremos en nuestra vida, por eso es bueno establecer objetivos específicos. No hay nada de malo por permitirnos soñar a lo grande y superar nuestros miedos, sabiendo que nada nos protegerá de las decepciones. Cada reto constituye una experiencia nueva y un riesgo calculado que hay que correr para ganar en confianza, para alcanzar nuestros propósitos.


Resulta clave rumiar menos las ideas y actuar más. De ahí la importancia de un dialogo interno y reflexivo que aleje de nosotros los pensamientos catastróficos. La idea es liberarnos de todos esos lastres que nos frenan en el propósito de conseguir nuestras metas, de hacer realidad todos nuestros sueños.





Finalmente, hagamos ejercicios de honestidad con nosotros mismos. Somos muy hábiles a la hora de auto-engañarnos y culpar a otros o buscar excusas cuando no conseguimos alcanzar lo que nos propusimos. Por esta razón es bueno apropiarnos, gobernar nuestra vida y asumir la responsabilidad que implica cada una de nuestras decisiones.

Por Edith Sánchez
 
9 Comportamientos que la gente que se respeta a sí misma nunca tolera



Muchos de nosotros nos hemos dado cuenta que debemos alterar nuestras vidas drásticamente durante estos tiempos de gran transformación. Estos tiempos exigen valentía, honestidad y transparencia para que nos transformemos en lo mejor de nosotros mismos. Debemos dejar todo lo que ya no se siente bien en nuestras almas, y honrarnos a nosotros mismos. Si verdaderamente te respetas y te amas a ti mismo, no tolerarás ninguna de las siguientes conductas tóxicas.





9 COMPORTAMIENTOS QUE NINGUNA PERSONA QUE SE RESPETE A SÍ MISMA DEBE TOLERAR JAMÁS

1. SER COMPLACIENTE

Al final del día, sólo tienes que hacer lo que te hace feliz, y seguir tus instintos. Olvídate de tratar de convencer a otros; ellos sólo tratarán de derribarte la mayor parte del tiempo, y te darán 1000 razones por las que no deberías seguir tu corazón. Tienes que elevarte por encima de las opiniones de los demás, y en su lugar hacer lo que te siente bien a ti. Cualquier persona que se respete a sí misma valora su propia opinión sobre la de los demás.


2. UNA VISIÓN NEGATIVA DE SÍ MISMOS

Ten cuidado con lo que dices; es una conversación con el universo“. David James Lees.


Si quieres que tu realidad sea más positiva y vibrante, entonces tus pensamientos necesitan alinearse con lo que quieres que tu mundo parezca. Si tienes una visión negativa de ti mismo, el mundo se verá gris y deprimente. Sin embargo, si tienes una relación positiva contigo mismo, verás oportunidades interminables y felicidad dondequiera que mires. Las personas que se respetan a sí mismas les gusta y se alimentan con pensamientos, relaciones, carreras y metas positivas.


3. PERMANECER ESTANCADO

Una zona de confort es un lugar hermoso, pero nada crece allí“. Desconocido.


Si miras a tu alrededor, el mundo parece un lugar bastante tenebroso, en el que muchas personas deciden permanecer en su red de seguridad el mayor tiempo posible para evitar cualquier cosa incómoda. Sin embargo, no puedes crecer si no pruebas cosas nuevas. A las personas que se respetan a sí mismas les encanta sobrepasar los límites y ver cuánto pueden estirar los límites para seguir evolucionando como personas.





4. INTENTANDO ENCAJAR

Una vez más, no puedes crecer y aprender si sólo te importa seguir al rebaño. Con el fin de prosperar realmente en este mundo, debes tallar tu propio camino y aprender a confiar en tus instintos, no en las cansadas y desgastadas opiniones de otros. Aprende a sentirte cómodo en tu propia piel y verdaderamente confía en tu intuición, y verás un nuevo mundo abierto para ti.


5. TRABAJANDO EN UN TRABAJO SIN ALMA

Desafortunadamente, la mayoría de la gente trabaja en trabajos que odian sólo para pagar las cuentas. Sin embargo, no tienes que convertirte en una estadística; puedes dejar ese trabajo que te agota y buscar algo que realmente llene tu alma. Las personas que se respetan a sí mismas cavan hondo para descubrir verdaderamente lo que su alma quiere, y luego siguen esa llamada sin dilación. Por supuesto, a veces sólo tienes que aguantar hasta que encuentras algo mejor, pero nuestro punto es que cualquiera que se ama y respeta a sí mismo dejará un trabajo que no beneficia a su bienestar mental y emocional.


6. DESCUIDANDO SU SALUD

Sentirse bien comienza y termina contigo; nadie más puede hacerse cargo de tu salud por ti. Si no te sientes bien mental, física o emocionalmente, examina tu vida para ver dónde puedes hacer algunos cambios.


El cambio no ocurre de la noche a la mañana, pero sucede gradualmente con pasos adicionales. Cualquier persona que se respete a sí misma pone su salud en primer lugar, porque sabe que sin esto, no puede disfrutar la vida al máximo y conseguir lo mejor.


7. RELACIONES DE CONTROL EXCESIVO

Si tienes amigos o un compañero que tratan de dictar cada aspecto de tu vida, entonces esto definitivamente debe hacer saltar la alarma en tu cabeza. Nunca debes tolerar a alguien que quiera manipular y controlar tu relación. Según un artículo sobre relaciones tóxicas: “las relaciones tóxicas pueden existir en cualquier tipo de relación, y son malas para la salud…“.





Te mereces amistades y relaciones que mejoren tu bienestar y te desafíen a crecer y aprender. En pocas palabras, si alguien en tu vida te hace caer más veces de las que te levanta, entonces necesitas dejarlo ir. La gente que se respeta a sí misma no permite que nadie más que ellos mismos controlen sus vidas, punto.


8. SER PEREZOSO

En la era de la tecnología, muchos de nosotros hemos permitido que nuestros teléfonos inteligentes, tablets y computadoras nos entretengan la mayoría del tiempo. Hemos perdido nuestra motivación porque parece más fácil sentarse frente a una pantalla que salir al mundo real para lograr cosas. Sin embargo, cualquier persona que se respete a sí misma no dejará caer la autoestima; continuará trabajando duro para alcanzar sus metas y sabrá cómo usar el autocontrol y la disciplina en su propio beneficio.


9. NO ELEGIR LA FELICIDAD

Demasiadas personas se conforman con menos de lo que merecen en el mundo de hoy, simplemente porque no se valoran lo suficiente o porque se sienten demasiado cómodos en su situación actual como para hacer cambios. Sin embargo, cualquier persona que se respete a sí misma siempre elige lo que le hace más feliz, independientemente de lo que tenga que hacer para llegar allí. No ponen límites a sus vidas, porque saben que la magia existe realmente en este mundo, a pesar de lo que nos han hecho creer.


Si no haces lo que te hace feliz, no te quedará mucha alma al final de tu vida. Para elevarte y prender fuego a tu alma, debes dejar atrás todo lo que no enriquezca tu vida, y elegir las cosas que la enriquezcan. Esto va para la gente, los trabajos, las relaciones, el lugar donde vives, la dieta, las rutinas de entrenamiento y todo lo que hay entre medio. Vinimos aquí para prosperar, no sólo para sobrevivir, así que recuerda esto la próxima vez que te sientas infeliz en una situación.

http://www.conocersalud.com/comportamientos-respeto-a-si-mismo/
 
El sorprendente poder motivador de la autocompasión


Todos tenemos una especie de policía virtual que vive dentro de nosotros. Entre otras cosas, ese policía es quién nos ayuda a trabajar para alcanzar nuestros objetivos, ya sean personales o profesionales.


Cuando las cosas van mal y nos apartamos del camino recto, él nos recuerda lo que se suponía que íbamos a hacer.


Pero, ¿qué clase de policía es éste? ¿Es un tipo con un escudo, una porra y una mala actitud o por el contrario es un ser que nos ofrece una sonrisa indulgente, una palabra amable y una mano amiga cuando es necesario?.


A veces pensamos en este segundo policía interno, más relajado, como débil e ineficaz. Suponemos que su actitud más indulgente va a dar lugar a una menor motivación. Damos por sentado que si no usamos la autocrítica para empujarnos no llegaremos a ninguna parte.


Entonces, ¿qué actitud tomar frente a nosotros mismos?

Supongamos que alguien está tratando de hacer frente a un período reciente de baja autoestima. Nos encontramos con tres formas en que la policía interna podría actuar en este caso:


  • Impulsando la autoestima: Pensar en los aspectos positivos de uno mismo para aumentar la confianza.
  • Distracción positiva: Pensar en volver a un bonito recuerdo para crear así una distracción del problema.
  • La autocompasión: Pensar en uno mismo con bondad y compasión, viendo esta situación de baja autoestima en su contexto, sin evaluarla o juzgarla.

Cuando los investigadores han intentado probar estos diferentes enfoques se encontraron con que la autocompasión era sorprendentemente potente (Breines y Chen, 2012). En comparación con el impulso de la autoestima y la distracción, este estudio encontró que la autocompasión ayudaba mucho más a los participantes a:


  • Ver las posibilidades de cambio.
  • Aumentar la motivación para el cambio.
  • Tomar medidas para hacer un cambio.
  • Compararse con los que lo hacen mejor, para ayudar a motivar su propio cambio.

Así que la autocompasión apareció como la mejor opción ayudando a los sujetos a afrontar las situaciones sin prejuicios, evitando por una parte la dura autocrítica y por otra la potencialmente frágil automejora.


Esto parece deberse a que la autocompasión construye una forma más equilibrada de reaccionar ante los propios fracasos y en general ante las situaciones difíciles que nos encontramos en el camino. Como el escritor estadounidense Eric Hoffer dijo:


La compasión es la antitoxina del alma: cuando hay compasión, incluso los impulsos más venenosos siguen siendo relativamente inofensivos.”
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http://psicopedia.org/613/el-sorprendente-poder-motivador-de-la-autocompasion/
 
Humanos y borregos



Hay personas que son lobos disfrazados de cordero, otras en cambio, son corderos adultos toda su vida, es decir, borregos.

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Los animales y las personas se parecen más de lo que creemos, y no estoy hablando de cerdos, y eso que conozco unos cuantos. Me refiero al parecido entre las ovejas y personas.


Las primeras, donde va una van todas, las segundas también. Por ejemplo, van de compras y una tienda está llena de gente y en otra apenas hay cuatro personas, ¿donde entran?, a la que está repleta. Y así con todo, sólo hay que mirar cuáles son las revista más vendidas (“periodismo rosa”), qué diarios son los más vendidos (prensa deportiva) y qué emisiones televisivas son las más vistas (“periodismo rosa” y espacios deportivos).


Sin embargo, el mayor parecido entre humanos y borregos, no es que arrasen con toda hierba que encuentran por el camino, que también, sino por el rastro de mierda que dejan. Ejemplos hay muchos. Después de cualquier celebración callejera (desfile, procesión, etc.) las calles quedan echas un asco. Por no mencionar como quedan muchas paredes o coches en “zonas de marcha” los fines de semana, a muchos jóvenes el alcohol le nubla la mente y le abre la vejiga.


Sin embargo, en este caso, más que ovejas parecen perros. Por cierto ¿qué criterio siguen éstos para orinar en la rueda de un coche o en la siguiente, en una o en otra pared?, habrá que preguntárselo … a los jóvenes.


Finalmente, la excusa que argumentan muchas personas incívicas cuando arrojan cualquier objeto a la calle es que dan trabajo a las personas que limpian las calles. Ya hay que ser bastante idiota para que por la mente se cruce esa idea, pero visto de esa manera, de utilizar las papeleras y estar las calles más limpias, en vez de personal de limpieza podría haber más de jardinería, que en la fotografía de inauguración estaban preciosos, pero una vez pasan los meses los jardines quedan abandonados a su suerte. De no ser por el pan que echan los niños a los patos, éstos ya habrían volado.

Por Cecilio Sánchez
 
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