Lista no sé, querida amiga, pero miedosa y desconfiada no lo sabes tú bien. El alcohol está bien si vas de fiesta guay, te ríes, te diviertes con gente de confianza, pero al punto de perder el control que no sabes si te pueden dejar tirada o hacer alguna burrada, nones definitivamente.
Para que veas, ese pedal horrible que me enganché con un mini de calimocho y una cerveza más dos chupitos dulzones, bah una merde en realidad, pero que me acuerdo de algo y poco más, fue horrible y más bien por el sofoco de los días anteriores. Y sin embargo en una de las mejores fiestas de mi vida, con amigos que alquilamos para nosotros una casa, me pude cascar casi una botella entera de vodka a lo largo de toda la noche (y no exagero, quedó un culín, fueron muchos cubatas) y como una rosa. Me acosté de día ya, dormí poco y ni resaca ni nada ni pérdidas de conocimiento ni comas ni nada; y todo porque me lo estaba pasando muy bien y estaba feliz.
