Alcohol y Noches Locas

Yo no se si contarlo.. :shame:
Era el último día de clase de 4'ESO, antes de la Navidad.. Ese día en el colegio( de monjas) nos daban las notas hacíamos algún debate o veíamos una película.. Una fiesta y para casa.
Pues ahí me tienes a mi y a dos más en la parada del autobús a las 8 de la mañana. Con una botella de tekila y unos vasitos de chupito.
Pues dos lingotazos de buena mañana.. Y para clase, DIOS Mio . Fue un descontrol. Subíamos las escaleras descojonandonos, en clase una se fue a gatas mientras el profesor se daba la vuelta.. Recuerdo en la fiesta posterior bailando Rafaella carta y Sonia y Selena encima de los pupitres.
No se como los profesores que ese día tan dinámico teníamos, no sospecharon...
 
Yo no se si contarlo.. :shame:
Era el último día de clase de 4'ESO, antes de la Navidad.. Ese día en el colegio( de monjas) nos daban las notas hacíamos algún debate o veíamos una película.. Una fiesta y para casa.
Pues ahí me tienes a mi y a dos más en la parada del autobús a las 8 de la mañana. Con una botella de tekila y unos vasitos de chupito.
Pues dos lingotazos de buena mañana.. Y para clase, DIOS Mio . Fue un descontrol. Subíamos las escaleras descojonandonos, en clase una se fue a gatas mientras el profesor se daba la vuelta.. Recuerdo en la fiesta posterior bailando Rafaella carta y Sonia y Selena encima de los pupitres.
No se como los profesores que ese día tan dinámico teníamos, no sospecharon...
4 de la ESO, 8 de la mañana y una botella de tekila? madre mía, qué miedo...... :(
 
Para quien no sepa lo que es: después de una noche de borrachera te despiertas al día siguiente con malos pensamientos y culpabilidad (muchas veces sin motivo, cosas del efecto depresor) ahora mismo estoy pasando una muy grande, así que me gustaría que me contarais experiencias vuestras sobre resacas morales (o sobre la noche causante:p) a ver si encuentro apoyo entre risas con vuestras anécdotas!
 
Yo he decidido dejar de salír con una amiga y lo siento muchísimo pero hasta aquí. Ayer era fiesta en nuestra ciudad y nos fuimos a tomar unas tapas con un par de vinos y a las 17.30 decidí parar un taxi e irnos a mi casa porq era imposible ir con ella por la calle dando la nota. Fuimos al típico bar de cócteles se le cayó, le pusieron otro y en un descuido q fui al baño pidió otra ronda y le dijeron q si quería un refresco.
Ya dije q no volvía a irme de fin de semana con ella y como había estado fuera hacia q no salíamos así un año y medio y....lo mismo da un año que tres.
 
Pues nada. Una naranja mucho más joven que ahora, estaba disfrutando de una beca de estudios en el extranjero. Concretamente en Gran Bretaña. Yo, que en España soy una cosa de lo más normal, allí triunfaba que no veas. Soy morena y con curvas (bueno, con curvas entonces, ahora con lorzas, señor... la edad y los kilos, la película) y debía llamarles la atención, pero sobre todo soy LIMPIA, si amigas, limpita y huelo bien (os juro por Dios que TODOS me decían eso, qué bien hueles me decían, you smell so sweet y cosas así). El caso, mi periplo allí se terminaba y me volvía para España, así que montamos una fiestuki de despedida de la spaniard naranjil.
A todo esto, como detalle conmemorativo para mi cítrica persona, los escoceses del grupo se presentaron... con kilt. Si amigas, con kilt. Y a mi, que me gusta más un kilt que a un tonto un lapicero se me puso un mal cuerpo que ni la de leche. Yo no podía dejar de ver a aquellos maromos enfundaos en el tartan, y pensaba que no era serio ni decente, que me liase con ninguno en mi fiesta de despedida, que era la homenajeada y que no estaba bien. Y además, con cuál de ellos me liaba? San Andrés Bendito estaban tres de ellos como tres putos trenes de mercancías. Uno, me gustaba muchísimo, pero muchísimo. Era inteligente, culto y estaba muy bueno. Pero me había mantenido prudentemente alejada de él (nos tratabamos en clase y en alguna fiesta nos podíamos cruzar) porque sabía que era la clase de tío por la que yo podía terminar más colgada que un cuadro de Velazquez en el Prado. Y va el tío y aparece en mi fiesta (si, de Mecano, tal cual) y yo pensando que no teníamos tanta relación y que pintaba allí. Así que me acerco a él y le digo que güat a surprais de verle y me dice que se enteró de que me marchaba de vuelta y que le daba mucha pena pensar en no volver a verme.
Ejem... la combinación de la frasecita, el tono de voz bajo, el puto kilt de los coj*nes y unos ojos azules inteligentísimos bajo unas cejas rojas supercuquis... pues que quereís que os cuente. Mentalmente empecé a cagarme en todo por no haber cogido condones. Exteriormente trate de sonreir (temo que hice una mueca más cercana al gesto de una mona que de una humana) y me di media vuelta y me puse como a saludar, como a mirar por el rabillo del ojo a ver si le calibraba a él el rabillo debajo del kilt. Dios qué mal rato... luchando conmigo misma y mis institntos primarios, una pelea de poder a poder, vamos.
Total, que me empecé a poner mala de lo mío, muy nerviosa y acelere el ritmo de la ingesta alcohólica. Mucho. Al final decidí que mira, que total. Que a tomar por culo. Que eso que me llevaba.
Fui al baño y le dije a una amiga (que era la que me había organizao todo): mira, no te parezca mal, pero voy a tratar de follarme al maromo este. Se que es una putada pero tengo que irme ya con él que si no se va a cocer demasiao y luego no se le levanta.
Me arreglé rimel y morros, me pasé una toallita desmaquillante por la sobaca mora, porsiaca, y allá que fui. Con toda la artillería de campaña. Me había costao, pero allea iacta est....
Y ahí estaba el buen Mac, hablando con una hija de la gran p*ta que no se porque coj*nes apareció en mi fiesta si me odiaba y yo a ella. Atención señoras, que viene lo bueno. Mi Mac estaba departiendo alegremente con otra erasmus... si.... CON UNA p*ta GABACHA.
Me empecé a cagar en mi p*ta madre por lenta, me cagaba en la francesa por hija de p*ta, que voy al baño y me lo levanta, a cagarme en mi misma otra vez por torpe. Y a cagarme en la p*ta madre que parió a la francesa de mierda.
Total, que salgo fuera (la fiesta era en un pafeto del tío de un conocido) y me pongo a fumar un pitillo cual perdedora de mierda y cobarde de la pradera. Porque lo que tenía que haber hecho era darle una ostia en todos los morros a la p*ta gabacha. Pero no, soy una pringada y mucho mauser y mucha coña, pero a la hora de la verdad soy una mierdosa...
Asi que en ese puto momento, sin haberme pillao ni el pedo cachondo, me empieza a dar la versión "borrachera llorona". Empecé a llorar pensando en que me tenía que ir, en que no me había follao al mac´romo, en que nunca volvería a ver a muchos de esos amigos, yo había visto cosas que no creerían en España, güisquis más allá de Orión, pero todo se perdía como lágrimas en la lluvia... Un lllanto que no veas, con estremecimientos y todo. Unos hipos y una cosa que para que....
Así estoy yo, con toda la cara llena de churretones de rimmel, los ojos hinchaos, los mocos corriendo libremente por mi piel... cuando siento una mano que se apoya en mi espalda... me giro tratando de enjugarme las lágrimas y miro... a quien me encuentro? Al Mac? Pues no! El hijop*ta debía seguir con la p*ta gabacha de mierda! Pero frente a mi estaba el hombre más amable que he conocido en mi vida. Era otro erasmus. Al que yo creo que ni había dedicao cinco segundos pues me pareció que era un parao (ignorante, eso es lo que era yo, una ignorante) y un bicho raro porque no hablaba y ponía siempre unas miradas como muy intensas. Y en esto que me fijo y me doy cuenta de que está muy muy bueno. Y me sonrie. Y yo, entre el pedo, (considerable) la pena, el cabreo y mi forma de ser, voy y le digo: Cómo te llamas? Es que nunca me acuerdo, lo siento. Debería saberlo y debería haberme dado cuenta de lo buenísimo que estás, pero como me pareces un puto friki la verdad es que no me había fijao. Así, con dos coj*nes. Es uno de los últimos recuerdos que tengo de esa noche. Y que él se puso a reir como un loco por lo que le había dicho. Caí en la cuenta de mis modales de mierda y trate de pedir disculpas, también traté de levantarme (estaba sentada en el suelo, cual colilla tirada) y no pude, me caí. Fue la primera de las muchas caidas de esa noche. Con una paciencia y una amabilidad infinitas me ayudó a volver al garito, se sentó a mi lado y se dedicó a escucharme mi rollo patatero contra Francia y sus gentes (mientras no dejaba de servirme todas las copas que le pedía). Mis recuerdos se empiezan a perder y desdibujar, se que terminé hablando en gallego y él mantenía su misma cara de interés y de atención. Se que en algún momento de la noche nos fuimos juntos, porque recuerdo perfectamente (casi se me caen las bragas) como me hablaba al oido al ir saliendo (lo que me decía ya ni flouers porque él también estaba tocado del ala y ya no hablaba en inglés). Se que paseamos por una zona de parques y se que en uno de los puentes nos besamos.
Ya no me acuerdo de más.
El siguiente recuerdo es el más atroz y poderoso dolor de cabeza que he sentido en mi vida. Sólo comparable, en nivel de porculización, con la sed tan espantosa que sentía. Me desperté en un banco de una estación de tren. Sola. Busqué instintivamente mi bolso y no lo encontré. Miré a mi alrededor y vi como la gente me miraba, debían ser las nueve o diez de la mañana de un domingo y no había mucho ambiente, pero los pocos que pasaban por allí debían flipar. Como buenamente pude busqué los aseos y entré. Miedo me daba, pero me miré al espejo. Pa que lo haría.... Era toda yo un horror humano. Entro a hacer pis y ya el remate. No llevo bragas. No pude ni pararme a pensar en ello.
No podía llorar aunque quería porque no me daba el cuerpo ya ni para eso.
Esoy en el baño pensando en como coxx llegar al consulado español y en que puñetas decir, porque identifiqué la ciudad en la que estaba pero (y eso no podía creerlo) estaba a 400 millas de donde vivía. No sabía que me había pasado y hasta cierto punto, tampoco quería saberlo.
Me sentía avergonzada, asustada, muerta del asco. No tenía un duro así que, con grandísimo pesar y repelús, bebí agua del grifo del baño en un aseo público en Gran Bretaña (que son unos guarros) pero es que me moría de sed.
Y salí del baño. Cual cristiana que va a la arena del circo a que se la coman los leones. En mi vida me he sentido tan culpable, tan sucia y tan subnormal. No sabía como lo haría pero tenía que volver a casa. Sentía unas ganas terribles de llorar, pero me dolía tanto la cabeza que no podía. Ni siquiera podía levantar la cabeza y mirar al frente. Me daba vergüenza que mi mirada se cruzara con la de los transeuntes que pasaban. Pero al final levanté la vista.
Y allí estaba él. De pie, esperando a la puerta del baño. Con mi bolso en una mano y una lata de CocaCola en la otra.
No me dijo ni una sóla palabra en las siete horazas de tren que duró el trayecto de vuelta. (no nos quedaba pasta para alta velocidad y fuimos en ferrobús...) Yo no sabía donde meterme. Pero estaba muerta y al final me quedé dormida otra vez. Cuando llegamos a casa ya era de noche. Me acompañó al piso que compartía. Sin decir ni mu. Yo no sabía si despedirme con un hasta luego, si darle un beso, si que... pero había una cosa que no podía dejar pasar. Asi que, sacando fuerza de algún sitio desconocido de mi misma y con la dignidad por los suelos le digo: Mira, no recuerdo que pasó anoche y puede que esto sea ofensivo para tí, pero... te pusiste condón?
Aún recuerdo su carcajada, aún me acuerdo de lo amablemente que me respondió. Del beso en la mejilla con que se despidió de mi y como me dijo que había sido la mejor noche de su vida. Y yo cagándome en todo, porque debió de ser también la mía, pero NO ME ACUERDO de nada, joder!!!


Me lo he leído todo!! Por dios prima qué risas, qué arte tienes para explicar! Jajajaja de verdad muchas gracias por el buenrato que me has hecho pasar.

Aportaré mi granito de arena en otro momento porque he sido (y soy) una auténtica desastre.
 
Mejor no te atormentes, pero hay muchos hombres flipados con el tema bragas de sus ligues, el chico con el que estuve era así y se quedó algo serio cuando le dije que ni de coña le daría mis bragas, osea que por su reacción era algo que entiendo había hecho en otras ocasiones.
A mi me las robó un escocés con kilt que conocí en Amsterdam en una noche loca madremiadelamorhermoso qué fin de semana. Tengo lagunas de esa noche pero hay momentos en que me dan ataques de risa sólo de acordarme
 
Pues nada. Una naranja mucho más joven que ahora, estaba disfrutando de una beca de estudios en el extranjero. Concretamente en Gran Bretaña. Yo, que en España soy una cosa de lo más normal, allí triunfaba que no veas. Soy morena y con curvas (bueno, con curvas entonces, ahora con lorzas, señor... la edad y los kilos, la película) y debía llamarles la atención, pero sobre todo soy LIMPIA, si amigas, limpita y huelo bien (os juro por Dios que TODOS me decían eso, qué bien hueles me decían, you smell so sweet y cosas así). El caso, mi periplo allí se terminaba y me volvía para España, así que montamos una fiestuki de despedida de la spaniard naranjil.
A todo esto, como detalle conmemorativo para mi cítrica persona, los escoceses del grupo se presentaron... con kilt. Si amigas, con kilt. Y a mi, que me gusta más un kilt que a un tonto un lapicero se me puso un mal cuerpo que ni la de leche. Yo no podía dejar de ver a aquellos maromos enfundaos en el tartan, y pensaba que no era serio ni decente, que me liase con ninguno en mi fiesta de despedida, que era la homenajeada y que no estaba bien. Y además, con cuál de ellos me liaba? San Andrés Bendito estaban tres de ellos como tres putos trenes de mercancías. Uno, me gustaba muchísimo, pero muchísimo. Era inteligente, culto y estaba muy bueno. Pero me había mantenido prudentemente alejada de él (nos tratabamos en clase y en alguna fiesta nos podíamos cruzar) porque sabía que era la clase de tío por la que yo podía terminar más colgada que un cuadro de Velazquez en el Prado. Y va el tío y aparece en mi fiesta (si, de Mecano, tal cual) y yo pensando que no teníamos tanta relación y que pintaba allí. Así que me acerco a él y le digo que güat a surprais de verle y me dice que se enteró de que me marchaba de vuelta y que le daba mucha pena pensar en no volver a verme.
Ejem... la combinación de la frasecita, el tono de voz bajo, el puto kilt de los coj*nes y unos ojos azules inteligentísimos bajo unas cejas rojas supercuquis... pues que quereís que os cuente. Mentalmente empecé a cagarme en todo por no haber cogido condones. Exteriormente trate de sonreir (temo que hice una mueca más cercana al gesto de una mona que de una humana) y me di media vuelta y me puse como a saludar, como a mirar por el rabillo del ojo a ver si le calibraba a él el rabillo debajo del kilt. Dios qué mal rato... luchando conmigo misma y mis institntos primarios, una pelea de poder a poder, vamos.
Total, que me empecé a poner mala de lo mío, muy nerviosa y acelere el ritmo de la ingesta alcohólica. Mucho. Al final decidí que mira, que total. Que a tomar por culo. Que eso que me llevaba.
Fui al baño y le dije a una amiga (que era la que me había organizao todo): mira, no te parezca mal, pero voy a tratar de follarme al maromo este. Se que es una putada pero tengo que irme ya con él que si no se va a cocer demasiao y luego no se le levanta.
Me arreglé rimel y morros, me pasé una toallita desmaquillante por la sobaca mora, porsiaca, y allá que fui. Con toda la artillería de campaña. Me había costao, pero allea iacta est....
Y ahí estaba el buen Mac, hablando con una hija de la gran p*ta que no se porque coj*nes apareció en mi fiesta si me odiaba y yo a ella. Atención señoras, que viene lo bueno. Mi Mac estaba departiendo alegremente con otra erasmus... si.... CON UNA p*ta GABACHA.
Me empecé a cagar en mi p*ta madre por lenta, me cagaba en la francesa por hija de p*ta, que voy al baño y me lo levanta, a cagarme en mi misma otra vez por torpe. Y a cagarme en la p*ta madre que parió a la francesa de mierda.
Total, que salgo fuera (la fiesta era en un pafeto del tío de un conocido) y me pongo a fumar un pitillo cual perdedora de mierda y cobarde de la pradera. Porque lo que tenía que haber hecho era darle una ostia en todos los morros a la p*ta gabacha. Pero no, soy una pringada y mucho mauser y mucha coña, pero a la hora de la verdad soy una mierdosa...
Asi que en ese puto momento, sin haberme pillao ni el pedo cachondo, me empieza a dar la versión "borrachera llorona". Empecé a llorar pensando en que me tenía que ir, en que no me había follao al mac´romo, en que nunca volvería a ver a muchos de esos amigos, yo había visto cosas que no creerían en España, güisquis más allá de Orión, pero todo se perdía como lágrimas en la lluvia... Un lllanto que no veas, con estremecimientos y todo. Unos hipos y una cosa que para que....
Así estoy yo, con toda la cara llena de churretones de rimmel, los ojos hinchaos, los mocos corriendo libremente por mi piel... cuando siento una mano que se apoya en mi espalda... me giro tratando de enjugarme las lágrimas y miro... a quien me encuentro? Al Mac? Pues no! El hijop*ta debía seguir con la p*ta gabacha de mierda! Pero frente a mi estaba el hombre más amable que he conocido en mi vida. Era otro erasmus. Al que yo creo que ni había dedicao cinco segundos pues me pareció que era un parao (ignorante, eso es lo que era yo, una ignorante) y un bicho raro porque no hablaba y ponía siempre unas miradas como muy intensas. Y en esto que me fijo y me doy cuenta de que está muy muy bueno. Y me sonrie. Y yo, entre el pedo, (considerable) la pena, el cabreo y mi forma de ser, voy y le digo: Cómo te llamas? Es que nunca me acuerdo, lo siento. Debería saberlo y debería haberme dado cuenta de lo buenísimo que estás, pero como me pareces un puto friki la verdad es que no me había fijao. Así, con dos coj*nes. Es uno de los últimos recuerdos que tengo de esa noche. Y que él se puso a reir como un loco por lo que le había dicho. Caí en la cuenta de mis modales de mierda y trate de pedir disculpas, también traté de levantarme (estaba sentada en el suelo, cual colilla tirada) y no pude, me caí. Fue la primera de las muchas caidas de esa noche. Con una paciencia y una amabilidad infinitas me ayudó a volver al garito, se sentó a mi lado y se dedicó a escucharme mi rollo patatero contra Francia y sus gentes (mientras no dejaba de servirme todas las copas que le pedía). Mis recuerdos se empiezan a perder y desdibujar, se que terminé hablando en gallego y él mantenía su misma cara de interés y de atención. Se que en algún momento de la noche nos fuimos juntos, porque recuerdo perfectamente (casi se me caen las bragas) como me hablaba al oido al ir saliendo (lo que me decía ya ni flouers porque él también estaba tocado del ala y ya no hablaba en inglés). Se que paseamos por una zona de parques y se que en uno de los puentes nos besamos.
Ya no me acuerdo de más.
El siguiente recuerdo es el más atroz y poderoso dolor de cabeza que he sentido en mi vida. Sólo comparable, en nivel de porculización, con la sed tan espantosa que sentía. Me desperté en un banco de una estación de tren. Sola. Busqué instintivamente mi bolso y no lo encontré. Miré a mi alrededor y vi como la gente me miraba, debían ser las nueve o diez de la mañana de un domingo y no había mucho ambiente, pero los pocos que pasaban por allí debían flipar. Como buenamente pude busqué los aseos y entré. Miedo me daba, pero me miré al espejo. Pa que lo haría.... Era toda yo un horror humano. Entro a hacer pis y ya el remate. No llevo bragas. No pude ni pararme a pensar en ello.
No podía llorar aunque quería porque no me daba el cuerpo ya ni para eso.
Esoy en el baño pensando en como coxx llegar al consulado español y en que puñetas decir, porque identifiqué la ciudad en la que estaba pero (y eso no podía creerlo) estaba a 400 millas de donde vivía. No sabía que me había pasado y hasta cierto punto, tampoco quería saberlo.
Me sentía avergonzada, asustada, muerta del asco. No tenía un duro así que, con grandísimo pesar y repelús, bebí agua del grifo del baño en un aseo público en Gran Bretaña (que son unos guarros) pero es que me moría de sed.
Y salí del baño. Cual cristiana que va a la arena del circo a que se la coman los leones. En mi vida me he sentido tan culpable, tan sucia y tan subnormal. No sabía como lo haría pero tenía que volver a casa. Sentía unas ganas terribles de llorar, pero me dolía tanto la cabeza que no podía. Ni siquiera podía levantar la cabeza y mirar al frente. Me daba vergüenza que mi mirada se cruzara con la de los transeuntes que pasaban. Pero al final levanté la vista.
Y allí estaba él. De pie, esperando a la puerta del baño. Con mi bolso en una mano y una lata de CocaCola en la otra.
No me dijo ni una sóla palabra en las siete horazas de tren que duró el trayecto de vuelta. (no nos quedaba pasta para alta velocidad y fuimos en ferrobús...) Yo no sabía donde meterme. Pero estaba muerta y al final me quedé dormida otra vez. Cuando llegamos a casa ya era de noche. Me acompañó al piso que compartía. Sin decir ni mu. Yo no sabía si despedirme con un hasta luego, si darle un beso, si que... pero había una cosa que no podía dejar pasar. Asi que, sacando fuerza de algún sitio desconocido de mi misma y con la dignidad por los suelos le digo: Mira, no recuerdo que pasó anoche y puede que esto sea ofensivo para tí, pero... te pusiste condón?
Aún recuerdo su carcajada, aún me acuerdo de lo amablemente que me respondió. Del beso en la mejilla con que se despidió de mi y como me dijo que había sido la mejor noche de su vida. Y yo cagándome en todo, porque debió de ser también la mía, pero NO ME ACUERDO de nada, joder!!!
En la historia de Cotilleando este post debería enmarcarse, encuadernarse, grabarse en letras de oro sobre mármol, por dios prima, es impagable como nos has contado aquella ultima British night
 
a los dos cockteles se nos corto la memoria a los dos y por lo que nos dijeron luego seguimos bebiendo , encima no bebimos lo mismo yo bebi margarita y mi marigo dos mojitos, es verdad que habiamos tomado un par de lexatines antes de montarnos al avion y llevabamos 15 horas de viaje encima puede que lexatin+cansancio+los dos cockteles, pero lo raro es que se nos corte la memoria a los dos en el mismo cocktel y nos volviesemos tan locos luego
Pues qué quieres que te diga, lo vuestro me tiene muy mala pinta.
Dices que os enseñaron las grabaciones de esa noche, pero aún así, me tiene mala pinta.
 
Yo he decidido dejar de salír con una amiga y lo siento muchísimo pero hasta aquí. Ayer era fiesta en nuestra ciudad y nos fuimos a tomar unas tapas con un par de vinos y a las 17.30 decidí parar un taxi e irnos a mi casa porq era imposible ir con ella por la calle dando la nota. Fuimos al típico bar de cócteles se le cayó, le pusieron otro y en un descuido q fui al baño pidió otra ronda y le dijeron q si quería un refresco.
Ya dije q no volvía a irme de fin de semana con ella y como había estado fuera hacia q no salíamos así un año y medio y....lo mismo da un año que tres.



Yo no salgo con gente que tiene mal beber, aunque les aprecie. Y si salgo con ellos y veo por dónde van, ya estoy con las excusas "me tengo que ir pronto que mañana madrugo".
Tuve que dejar de salir con una conocida porque a la segunda copa ya estaba dando el cante, y a mi sinceramente me daba vergüenza que me vieran con ella, lo digo así de claro, porque ya no somos jovencitas; muy ridícula, la verdad. La última vez que me tomé algo con ella empezó a hacer el gilipollas diciendo que quería coger el coche para ir a no sé dónde, que no me pongo yo a mi edad a decirle a otra de mi edad que no coja el coche borracha porque me resulta ya patético que tenga que hacer algo que es de lógica: si bebes no conduzcas, fin. Entre que es una notas y que le gusta llamar la atención especialmente cuando bebe, a mi me pareció un espectáculo muy lamentable para nuestra edad, en la que debe primar la sesera ante todo y me dije que no saldría más con ella y llevo sin hacerlo un año. Aparte de beber bastante, le encanta ponerse borracha para aprovechar el momento y sacar taras personales de attention whore, hacer cosas que no haría normalmente pero "como estoy borracha tía". Pues que te den.

En Navidad se cumple un año desde la última vez que me tomé algo, ese día me fui a casa a las 23 de la noche, ya estaba haciendo el ridi con dos cervezas algo que me pareció bastante increíble e inaudito. Mira si ya se olía que sus tonterías no calaban, que a la hora estaba ella yéndose a su casa.
 

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