Buenas primas, y feliz año nuevo.
Abro este hilo para desahogarme un poco y ver impresiones o si otras/os compartís que os sucede algo parecido.
Desde hace un tiempo siento que el exterior a lo que me rodea me causa tristeza o desánimo.
Me considero con bastante suerte en lo que respecta a mi vida personal, tengo una pareja de la que estoy muy enamorada, tenemos un bebé, nos acabamos de comprar una casa genial, a los dos nos va muy bien económicamente y encima a penas trabajamos, y estamos todos juntos siempre en casa gracias al teletrabajo.
Sin embargo, fuera de esto, lo que es mi hogar, mi familia, mi casa, desde hace un tiempo todo me da bajón. La gente me parece amargada o con malas actitudes hacia los demás, no siento que encaje con nadie ni consigo no sentirme "rechazada" por personas cercanas con las que entablo relaciones. Me siento dada de lado muchas veces por conocidos, amigos, familiares.
Como mis amistades ahora mismo son pocas y no vivimos cerca, les veo poco. Y sí, son muy buenas personas y me encanta cuando estoy con ellas. Pero por la vida actual, maternidad, casa, y el no vivir cerca como digo, pues no les veo mucho. Así que la gente que me "toca" cerca me da bajón. Quizá esto es una chorrada, sé que hay problemas más importantes. Pero acabo sintiéndome encerrada en mi burbuja de familia/hijo/pareja y de vez en cuando "conocidos" (yo no llamo amigos a los amigos de mi pareja ni a gente cercana), con los que charlar un rato con un café pero sentir esa sensación agridulce y de rechazo.
Desde que fui madre todo se ha vuelto más así. A veces he llegado a sentirme reducida, como si yo solo fuera un cuerpo presente, sin alma ni sentimientos, ni alguien interesante con quien hablar, la que cuida del niño. Este sentimiento me hace querer desaparecer o no hablar más, no esforzarme en escuchar más a los demás ni ser amable. Pero luego realmente no lo hago porque no soy así, pero joder... Me voy a casa con una tristeza que no puedo comprender.
Y eso, que mi vida va muy bien y no tengo de qué quejarme. Pero el exterior me parece a veces deprimente y sin felicidad. Gracias a quien haya leído mi pequeño desahogo
Abro este hilo para desahogarme un poco y ver impresiones o si otras/os compartís que os sucede algo parecido.
Desde hace un tiempo siento que el exterior a lo que me rodea me causa tristeza o desánimo.
Me considero con bastante suerte en lo que respecta a mi vida personal, tengo una pareja de la que estoy muy enamorada, tenemos un bebé, nos acabamos de comprar una casa genial, a los dos nos va muy bien económicamente y encima a penas trabajamos, y estamos todos juntos siempre en casa gracias al teletrabajo.
Sin embargo, fuera de esto, lo que es mi hogar, mi familia, mi casa, desde hace un tiempo todo me da bajón. La gente me parece amargada o con malas actitudes hacia los demás, no siento que encaje con nadie ni consigo no sentirme "rechazada" por personas cercanas con las que entablo relaciones. Me siento dada de lado muchas veces por conocidos, amigos, familiares.
Como mis amistades ahora mismo son pocas y no vivimos cerca, les veo poco. Y sí, son muy buenas personas y me encanta cuando estoy con ellas. Pero por la vida actual, maternidad, casa, y el no vivir cerca como digo, pues no les veo mucho. Así que la gente que me "toca" cerca me da bajón. Quizá esto es una chorrada, sé que hay problemas más importantes. Pero acabo sintiéndome encerrada en mi burbuja de familia/hijo/pareja y de vez en cuando "conocidos" (yo no llamo amigos a los amigos de mi pareja ni a gente cercana), con los que charlar un rato con un café pero sentir esa sensación agridulce y de rechazo.
Desde que fui madre todo se ha vuelto más así. A veces he llegado a sentirme reducida, como si yo solo fuera un cuerpo presente, sin alma ni sentimientos, ni alguien interesante con quien hablar, la que cuida del niño. Este sentimiento me hace querer desaparecer o no hablar más, no esforzarme en escuchar más a los demás ni ser amable. Pero luego realmente no lo hago porque no soy así, pero joder... Me voy a casa con una tristeza que no puedo comprender.
Y eso, que mi vida va muy bien y no tengo de qué quejarme. Pero el exterior me parece a veces deprimente y sin felicidad. Gracias a quien haya leído mi pequeño desahogo